Gavarnie se encuentra en el Pirineo francés y por lo tanto no tiene playa, ni sol, ni mares de aguas cristalinas, ni caipiriñas, ni palmeras, ni falta que le hace (tampoco tiene mulatonas, pero la verdad, es que perderían mucho de riguroso gore-tex). Y sin embargo es el paraíso al que todos los locos por la escalada en hielo vienen aquí a soñar. ¿Y cómo materializan sus sueños? Hay ligeras variantes dependiendo del gusto y de las posibilidades de cada cual, pero un posible relato más o menos válido para todos podría ser el siguiente. Salen un viernes después de trabajar y tras cientos de km por las "estupendas" carreteras francesas llegan con nocturnidad al pueblo, cenan algo en el coche, duermen lo que pueden en el suelo a la intemperie a -5ºC, se levantan a las 4:30 A.M. (algunos mucho antes), cargan con una mochila de 10 kg durante 1h-1:30h, escalan durante 5-8h antes de llegar a su meta, la que sea, y poder mirar hacia el valle con satisfacción, bajan de la pared en una larga serie de rápeles, cargan de nuevo la mochila y bajan al pueblo, llegan al coche (muchos con nocturnidad de nuevo) y por fin pueden relajarse, bromear con el compañero de cordada, quitarse las botas, comer algo, echar unas cervezas (si hay tiempo) ... Algunos incluso repiten sueño al día siguiente con una rutina parecida, solo que más cansados. Y todo esto, ¿para qué?
Para ESTO:
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2 comentarios:
Genial bicho... y me han dicho que algunos se vuelven el mismo díia de la escalada... ¡Pues ya hay que tener ganas! jajajajaj
Hasta luego Agüelo
O mucho sueño! Q no hay nada como dormir en tu camita!!! Anda q no descansé! je je
cuida esa bronquitis!!!
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