viernes, 29 de junio de 2012

Finde de descubrimientos: Apellániz y Larraona

Apellániz 
El pasado finde fue el primero de escalada deportiva desde hace un mes. Las sensaciones fueron dispares. Por un lado con bastante desconfianza (cada vez que agarraba algo que no era un cazo-cazo, me echaba a temblar y si las chapas alejaban más de 1 metro, me colgaba), el tipo de escalada no es el que más me gusta (ay, dónde estás Rodellar), pero las dos escuelas norteñas que visitamos, Apellániz y Larraona, son preciosas (nada que ver con el secarral oregonés: todo verde y protegido por bosques de hayas) y la compañía fue estupenda: risas, roca y tapas.
Pena de solazo que nos aplatanó un pelín.

 La troupe cogiendo energías antes de darlo todo
 Los Rasmias escalando un par de 6as de disfrute
 El agüelo en la misma vía, Eskerreko erraza
 Vane en la panza final de llegada a la reunión
 Locaaaaaaa
Patri concentradísima, Eskumako erreza
 El agüelo en la misma vía, a lo brutaco
 Ainara flotando en un 6a+ pplaquero
 Olaia navegando por la misma vía
 Vane bicicliteando en una panza
 Jorge saliendo del mismo paso
 Gorroneando rosas
 Patri con el botín
 Turisteando por Vitoria, saludando a Celedón
 De tapas mientras veíamos la Eurocopa
El agüelo aprentando en unas regletillas en Larraona, lo bueno estaba arriba
El cuarteto en Larraona

lunes, 25 de junio de 2012

Vía del silencio (II): el ladrillazo

Por favor, abstenerse de seguir leyendo todos aquellos amantes de la escalada a vista o aquellos que no tengan a mano una aspirina para el dolor de cabeza. Para aquellos que sólo quieran ver fotos, pueden bajar hasta el final del post donde se encuentran y saltarse el ladrillazo made in "el agüelo". La versión reducida de la actividad la podéis encontrar en la entrada anterior.
Equipación: La vía ha sido restaurada en enero de este mismo año y desde entonces, como suele ser habitual, ha resurgido y son muchas las cordadas (no hay más que googlear un poquito para ver la cantidad de piadas que hay sobre ella), que se han animado a repetirla ahora que no hay que fiarse de buriles roñosos. Y nosotros fuimos una más de esas cordadas. Aún así la vía no está totalmente equipada, por lo que no me animé por completo a intentarla hasta que Javi no me aseguró por teléfono que a él no le importaba hacerla entera de primero (luego ya tubo tiempo de arrepentirse porque confesó que se había cansado más de asegurarnos que de escalar).
Material: Nosotros llevamos de paseo un juego de fisureros, Javi no usó ni uno en toda la vía, y un juego completo de friends, incluido el 4 que marca el croquis, a los que sí que dio uso Javi.
Dificultad: El croquis del restaurador marca una dificultad máxima de 6b+ en libre y V+ si se aceran los pasos duros. En la guía nueva de Riglos, sin embargo, aparece como 6b+/6a obligado, graduación que tanto a Abel como a mí nos pareció bastante más ajustada a lo que nosotros sufrimos. Es lo que tiene ir con unos flojeras. Javi me preguntó ya en la cima qué tal me había ido la escalada y no tuve más remedio que confesarle que había sufrido tanto y que me había sentido tan torpe, cansado y miedoso como cuando hice El espolón del Adamelo hace 7 años. Es lo que tiene dar este salto en la dificultad de las vías.
Longitud: La vía consta de 9 largos, pero Javi empalmó, al igual que habíamos leído que otras cordadas habían hecho, el L2 con el L3, el 5 con el 6 y el 8 con el 9, así que se nos quedó en 6 tiradas. Aún así tardamos casi 7h en completarla. Llevar de paquete al agüelo tiene su precio.
Descripción: Después de año y medio de su accidente, Abel se animó a liderar un largo de tapia semiequipada. La vía comienza por la canal que separa el Mallo Frenchín de La Visera, así que disfrutamos de sombra hasta mitad de pared. El pie de vía y los 3 primeros largos se encuentran muy expuestos a la caída de piedras de cordadas que llevemos por encima de nosotros: la calidad de la roca no es excelente en todos los tramos y hay muchas repisas con rocas sueltas. Afortunadamente la cordada que nos precedía escaló bastante fino y apenas nos lanzó nada (bueno a Javi una piedra casi le machaca una mano).
L1. 35m, V+.  Sólo hay un clavo en todo el largo y se encuentra en los últimos 5 metros, en un resalte vertical que da acceso a la reunión después de una travesia no demasiado difícil (V+), pero sí algo expuesta y con ambiente (como todas las travesías; qué bonitas ellas). El resto no supera el IV grado, pero aún así yo subí con aprensión: la roca es lisa y siempre me daba la sensación de que se me iban a resbalar los gatos (¡qué cagado!). La reunión no es muy cómoda, como casi todas las de la vía está semicolgada.
L2 (V+)-L3 (6a) 40m. Ambos largos siguen una fisura vertical muy marcada y las cuerdas no hacen ninguna zeta por lo que no hay problema para empalmarlos, salvo la resistencia de tus antebrazos. En mi caso, bastante escasa. No hay ninguna dificultad reseñable, pero poco a poco la escalada y la tensión de no saber si va a aguantar esa fisura de barro y bolos te van cargando los antebrazos y cuando más los necesitaba, a escasos 2 metros de la reunión, se fundieron. La llegada es el único tramo difícil, hay que separarse de la fisura, los pies resbalan, las presas son pequeñas y el único cazo que queda, un invertido en la fisura, se mueve. Hasta aquí llegué en libre. Se me fue un pie, caí y mi coco ya no se recuperó. Reunión incómoda.
L4, 30m, 6b+. El primer tramo es una fisura vertical que va extraplomando cada vez más. Tiene muy buenas presas de manos y pies y el croquis le da V+. Es el tramo que más disfruté de toda la vía. Luego se acaba el cacho y sigue una sección fina en la que hay seguros muy cercanos: parabolt, dos buriles, parbolt, dos buriles..., que aceré sin ninguna otra posibilidad. La reunión es una cómoda repisa.
L5 (6b)-L6 (6b), 50m. El 5º largo comienza con una sección dificililla bien protegida por dos parabolts,  una fisura vertical que hay que abandonar en pocos metros y seguir por otra fisura que termina en un bombo bastante liso tanto para manos como para pies. Es el paso más obligado de la vía. Javi lo pasó empotrando manos y nosotros acerando el friend del 2 que amablemente nos dejó. En la salida de esta pancita se encuentra la R5, muy incómoda, mejor empalmar. El L6 continua por la misma fisura del largo anterior hasta pasados unos 10m donde comienza el festival de panzas. A cada cual más cabrona. El croquis marca 9 parabolts y un clavo y parece que va a estar megacosido el largo, pero no: un parabolt en cada panza y entre panza y panza apenas nada. Abel y yo tuvimos que colgarnos y descansar en cada panza.
L7, 30m, 6a. Este largo comienza con la más cabrona de las panzas y ¡marca sólo de 6a! Después esquiva la siguiente megapanza por la izquierda y una vez superada vuelve a la derecha. Todo esto sin protección, no me extraña que la reseña marque expo. Después sigue con la consabida maratón de panzas, aunque ya más humanas. Reunión cómoda.
L8 (6a)-L9 (6a+), 60m. En todas las piadas habíamos leído que empalmaban estos dos últimos largos, así que nosotros también. Pero una de las dos cuerdas no debía ser exactamente de 60m porque le faltó un par de metros y Abel tuvo que soltarse de la reunión y andar ese par de metros en ensamble. La primera panza es asequible y en cuanto se llega a un cordino se gira a la izquierda para salvar por este lado la siguiente panzota. El resto fácil hasta la siguiente reunión, que nos la saltamos. Y aquí llegó mi última dificultad, una panzota bien asegurada en su comienzo por un par de parabolts y un clavo del herrero medio salido que aguantó mi peso y el de Abel, pero que luego ya no tiene nada. Se sale por una fisura inclinada que me va echando hacia la izquierda hasta que me hace la puerta y vuelvo a caer. Pasado los minutos de pánico de rigor busco cómo superar el paso. Las presas son evidentes, sólo hay que mejorar la posición del cuerpo, el equilibrio. Así lo hago y consigo salir sin más complicaciones. De ahí hasta el final solo queda un par de pancitas facilonas. Almorzamos, foto y pa'bajo.

Primera mitad de la vía, aún en sombra
La cordada que nos precedía en el L4, el primero está en el paso de 6b+
Primeros metros por la canal
Abel chapando el único seguro del L1
Javi en el mismo paso (Abelico's pictures)
Javi en la travesía para llegar a la R1 donde le espera Abel
Abel en la R1
El agüelo iniciando el L2, arriba Javi en la R3
L4, Javi
L4, Abel
L4, agüelo (Abelico's pictures)
Agüelo al comienzo del L5 (Abelico's pictures)
Javi en el primer paso duro del mismo largo
Abel concentrado, L5
En el paso más duro del largo, una panza sin más presa que la propia fisura,
toca empotrar manos, el que sepa
Marcando estilo
El titán en la R6
Abel llegando a la R6
L7, Javi en la panza japuta...
... y en la travesía expuesta para salvar la siguiente panza
El agüelo terminando el L7 (Abelico's pictures)
R7, el agüelo y el titán (Abelico's pictures)
y la reunión que me olvidé desmontar
L8, primera panza y travesía
Una mini selección de aceretes

domingo, 17 de junio de 2012

Vía del silencio: mi primera vía dificililla en Riglos



Trazado y croquis de la vía, ambos sacados de barrabés

Para ser la primera vez que volvía a escalar después de fastidiarme el tobillo hace tres semanas, no han podido elegir Abel y Javi plan más relajado: un pedazo de viote de 250 m, semiequipado y 6b+ de dificultad máxima (con otros dos largos de 6b) en Riglos: la Vía del silencio, en la Visera. Una vez aclarado con Javi el viernes que iba a tener que tirar él toda la vía de primero, me apunté. No todos los días puedo subir por estos viotes. Yo necesito titanes como Javi (El espíritu del bosque, Santiago Domingo), Bartolo (La pañoleta blanca) o Juan (Flip matinal) que me regalen estas oportunidades.
A pesar de que empecé a andar hacia la vía con el ánimo de escalar todo lo posible, a partir del primer vuelo al final del 3er largo ya empecé a darme cuenta que encadenar un largo de 6b o 6c de 12 m, de buena presa y con 5-6 parabolts en Rodellar no tiene nada que ver con subir por 50 m de 6b en roca no fiable y metiendo friends entre parabolt y parabolt. Lo primero es un divertimento y lo segundo una cosa seria. Dentro del anecdotario se engloban mis dos vuelos, los 20 minutos, o más, que me costó recuperar la pedaleta en una panza, las 6h y 45 minutos que tardamos en completar la vía y los cienes y cienes de panzas (casi tantos como "pilla, pilla"s) que se pueden acumular en 3 largos, los 3 últimos.
Aquí tenéis el enlace con la noticia sobre la restauración de la vía.
Más adelante el ladrillazo con los detalles, pero esto ya será sólo para los muy cafeteros.
Abel, Javi y el agüelo, en la cima de la Visera

viernes, 1 de junio de 2012

El agüelo vuelos

Jorge Galve, Jorge Júnior, Jorge Rasmia, Carla, Vanesa, agüelo, Abel y Javi
Este pasado sábado mi nueva afición a los vuelos, últimamente encadenaba una caída mínimo por vía que intentaba, me dio un buen susto y comprobé que eso de que "en Rodellar te puedes caer sin problemas" no es totalmente exacto. Los torpes tenemos que tener cuidado hasta cuando nos caemos. Me caí en la primera vía del día, calentando. Tuve el tiempo justo para terminar la vía y encadenar, por fin, al segundo intento, Los loros antes de que mi tobillo derecho se hinchara y empezara doler. Luego, a duras penas caminaba cojeando y viendo las estrellas con cualquier irregularidad del sendero. Así las cosas después de comer me quedé sentadito a la sombra de un inmenso nogal junto al río mientras el resto disfrutaba de las estupendas vías del sector Pince sans rire.
Un par de visitas al médico y sendas radiografías han eliminado del diagnóstico fisuras y esguinces y han dejado sólo un tobillo derecho tocado y bailongo y una planta del pie izquierdo dando la lata.
En fin, de nuevo reposo.