viernes, 18 de abril de 2014

VII Osan Cross Mountain

Fiesta en la línea de meta y al fondo el objetivo a batir
La alegría del agüelo por no terminar este año hecho fosfatina

Por segundo año consecutivo me apunto a esta estupenda carrera de montaña con una organización tan cuidada que hasta parece que contrata el buen tiempo. El objetivo era evitar los calambres en la bajada del año pasado y disfrutar de toda la carrera, por lo que mi único pensamiento durante toda la carrera fue ahorrar para la bajada, la bajada, la bajada. La estrategia era no desgastarse mucho en los kilómetros iniciales, así que me dejé atascar en los embudos humanos y no adelanté a nadie en este tramo, y comenzar la carrera de verdad en el primer avituallamiento. Paré un par de minutos a beber y comer algo de fruta y me lancé a por la brutal subida. Enseguida me di cuenta que la estrategia funcionaba y que iba a mejor ritmo que el año pasado, especialmente cuando llegué a la impresionante cascada donde estuve a punto de venirme arriba y ponerme a correr viendo lo ligero que iba de piernas. El agüelo segurolas se impuso finalmente y subí todo este kilómetro a buen ritmo, pero andando. Nueva parada en la ermita de Santa Orosia en el segundo avituallamiento, más líquidos isotónicos y más fruta. Las campas me las tomé también con calma, siempre pensando en ahorrar energías para la temida bajada. Y por fin llegué a ella y la comencé con precaución, buscando los primeros síntomas de calambres en las piernas, pero ni sombra de ellos, así que esta vez los 5 km y pico de eterna bajada se me pasaron rápido y terminé la carrera entero, cansado, pero entero. Tuve algún amago de calambre en las piernas mientras descansaba en las campas, pero se quedo sólo en eso, en amagos que no me impidieron disfrutar del buen tiempo y de las migas con huevo frito. El tiempo final no fue mucho mejor que el del año pasado, sólo 6 minutos menos, pero las sensaciones con las que terminé fueron infinitamente mejores. Estas sensaciones son las que me llenaron la cabeza enseguida de objetivos más ambiciosos para el año que viene cuando aún no había ni recuperado el resuello. Esto es una enfermedad, jjjjj.
Puesto y tiempo 2013: 305 2h31'48''
Puesto y tiempo 2014: 315 2h26'02"
El resto de participantes del grupo mejoraron todos también sus marcas pasadas, especialmente el cohete de Tono que hizo un estratosférico 1h43' (un par de zancadillas bien dadas y el año que viene le vemos en el podio de veteranos) y Diego que se estrenaba, hizo también un crono que para mí lo quisiera.


 Desayuno en casa Tono, como siempre ofreciendo un ambiente y unas comidas excelentes
Participantes y acompañantes en la plaza de la salida:
Amaya, Óscar, Patri, Jorge, Agüelo, Tono y Diego
La impresionante caravana de corredores en las afueras del pueblo
Primer punto de atasco de la carrera nada más pasar el 1er km: una fuerte subida,
el 2º embudo se forma sobre el km 3 al vadear un arroyo por fuertes pendientes embarradas
El agüelo en la estampa por antonomasia de la carrera, en las cascadas de la ermita de San Blas
Aunque el tramo que más me gusta son las campas cimeras con vistas al nevado pirineo
Llegada a meta: Tono, Óscar, Jorge, Diego y el agüelo
Tranquilidad al sol después de las migas y el huevo frito
¡¡El grupo osanero 2014!!