domingo, 13 de mayo de 2012

Vadiello 5 - Rodellar 2

Abel descolgándose de una vía en El camino, Rodellar
Lo que iba a ser una semana para ir terminando algunos deberes, se ha convertido en una semana más de entrenamiento. Parece que sí, que estoy a punto de pasar del 6b, pero las vías siguen sin caer. A punto, a punto, mierda, mierda.
El miércoles por la tarde nos juntamos una buena cuadrilleta para ir a hacer una rápida visita a la Pared del Muerto en Vadiello. Jorge Galve y yo nos dedicamos a trabajar Jon Manteca, 6b+. Después de 3 intentos y un sartenazo la vía se quedó en el apartado de deberes. Galve sí que estuvo cerca de llevársela a casita.

 Bull, Juan, Jorge Rasmia, Patri, Álex, Jorge Galve y el agüelo
(faltan en la foto Bartolo y Mirta)

El sábado me fui a Rodellar con un totalmente recuperado Abel. Era la primera vez que nos acercábamos a este duro paraíso de la deportiva sin la compañia de algún titán que hiciera de ángel de la guarda (¡y ya les echamos de menos, ya!). Nos fuimos derechos a El camino a por los deberes, a por Los loros, 6c. Elegimos Para mis amigos, 6a+, para calentar y aquí empezó ya el baile de motivaciones y frustraciones. Abel no pudo con ella y se quedó chof, yo la encadené y estaba rebosante de optimismo. Una cordada navarro-riojana nos recomendó Felipe el Hermoso, 6c. Todo cacho, dijeron. Cacho, cacho no vimos mucho y decidimos centrarnos en nuestro objetivo, Los loros. Abel se la encadenó casi casi al primer intento y estaba, cómo no, exultante; yo la probé 3 veces y en las 3 me caí en el mismo paso, el último: toma bajón. Comparándome con Abel me corroía la envidia, comparándome conmigo mismo no tenía por qué quejarme de nada. En julio del año pasado no pude pasar de la 3 chapa de Para mis amigos, ni siquiera de segundo y si alguien me hubiera dicho el año pasado que me iba a deprimir por no poder encadenar un 6c cuando a duras penas encadenaba algún 6a suelto, me hubiera reído de él a la cara. Soy un completo incompleto. Animalico.
 El agüelo en su único encadene del día, Para mis amigos, 6a+
El agüelo a punto de llegar a su punto negro, la panza final de Los loros, 6c
El sol nos echó de este sector y me salvó de seguir hundiéndome en la depresión. Comimos junto al río compartiendo cháchara con la cordada navarro-riojana y por la tarde nos fuimos a darle un par de bocados a Roxy la palmera, 6b+ en el sector Criminal Tango. La vía se nos indigestó un poquito, vaya alejes, pero nos encantó, especialmente los últimos metros, y nos dejó un buen sabor de boca que continuamos con un par de jarritas de cerveza, un bocadillo y una vuelta donde no paramos de hablar y hablar de la escalada.

 La maravillosa Roxy, la palmera




viernes, 4 de mayo de 2012

Jornadas GAME de escalada artificial 2012: 4 días de alta tensión


4ª concentración del GAME de escalada artificial que organizan este par de locos llamados Santi Llop y David Palmada "Pelut", y 3ª a la que acudo, sólo he faltado a la del año pasado que tuvo lugar en Jaén, demasiado viaje para  hacerlo solo. Este año ha sido el que más me ha costado decidirme y no solo por los pronósticos de mal tiempo, al fin y al cabo la lluvia, la niebla y el frío son unos invitados fijos de estas jornadas, una especie de marca de la casa (de hecho no he estado nunca en Vilanova de Meiá con sol). Pero todo un año disfrutando de las comodidades y el placer de la escalada deportiva dejan al cuerpo y a la mente con poca motivación para los esfuerzos y el mieditis de la escalada artificial.
Este año el mayor cambio ha venido por la presencia de los chicos del PNTDA (Plan nacional de tecnificación deportiva de alpinismo) con su coordinador Pere. Muy buen ambiente a pesar de juntarmos un mega grupo de procedencias (País Vasco, Navarra, Extremadura, Murcia, Cataluña, Madrid y Aragón), edades e intereses distintos: Idoia y Ana "las vascas", Jon, Miguel, Úrsula (otra "veterana" de estas jornadas), Alberto, Pere, Bernat, Javi, Joanna, Fátima, Jesús, Mattin, Jokin, Pablo, Fani, Jordi, Santi, Pelut y el agüelo.
Las jornadas iban a haberse celebrado en Semana Santa en La Rioja, pero un problema de nidificación de aves obligó a cambiar fechas y lugar. Al final terminamos en Vilanova de Meiá en el puente del 1 de mayo. A diferencia de otras ocasiones esta vez los chicos de la Casa Municipal (Café del Sindicat) nos han cuidado especialmente bien y el alojamiento ha sido en un par de casas rurales, nada de dormir tirados en el suelo.
Fuimos llegando de todos los rincones el viernes 27 y después de cenar empezamos a organizar las actividades para el día siguiente. El plan era sencillo: escalar en el día una vía asequible de 4 largos, Alta Tensión, en el Pilar del Segre. Tenía dos largos asequibles de A2, primero y tercero, que haríamos el agüelo y Úrsula respectivamente, y dos largos duros que los iba a tirar el Pelut, dos techos de A3 y A4. ¿Qué podía fallar? Todo. Hacia tiempo que no me sentía abuelo, que no dependía de los demás, que nadie tenía que sacarme de un marrón. Pero está claro que todo se acaba.
Sábado 28.
Entre una cosa y otra nos dieron casi las 2 de la madrugada y mi cordada se levantó a las 6:45. ¡Queríamos salir en el día! Je je, ¡inusentes! Empezábamos bien, añorando antes de comenzar los relajados planes deportiveros. Sin apenas dormir y sin desayunar cogimos el coche y subimos el material a pie de vía. Después de recuperar el resuello conseguí meterme en el estómago el bocadillo que la noche anterior nos habían preparado a modo de desayuno y me dispuse a empezar a darle al martirllo. A mitad de largo mi adormilado cerebro empezó a despejarse.
L1: A2. El primer paso ya es interesante, hay que estirarse hasta un boquete bien visible donde solo entra un bong. el resto del largo es asequible, primero siguiendo una fisura en la que hay un clavo de vía con el ojo roto (Pelut no le dio más importancia a este dato), hasta una sabina con cordino, otro agujero para bong, un par de plomos, el bong salta (¿los bongs también se salen?), me para el cordino descolorido, falco a muerte el bong (esta vez no se va a salir ni de coña), de nuevo los plomos, una fisurilla horizontal para friends, una fisurilla vertical para pitones (toda esta sección es de roca delicada), una par de pasitos en libre y reunión. Dos chapas, salvado. El croquis no indica ninguna y ya pensaba yo que iba a tener que montarla en medio del caos de bloques sueltos que rodea al emplazamiento de la reunión. Sube Pelut, subo el petate, Pelut se pone a escalar el L2 mientras Úrsula se dedica a sudar quitando mis clavos.
L2: A3. Techo corto, con una primera sección bastante rota. Reunión colgada, menos mal que traíamos guíndola, con 3 chapas. Sube Úrsula, sube el petate, empieza Úrsula el L3 mientras el agüelo recupera los clavos del Pelut.
L3: A2, V, A2. Úrsula empieza bien los primeros metros y antes de que yo terminara de desmontar el 2º largo veo que comienza a rapelar. Son las 16:30, hace frío, Úrsula no se ha atrevido a tirar la sección de libre y decidimos bajar.
Cena estupenda y me voy el primero a la cama. Odio madrugar.
Domingo 29.
Esta vez vamos solo Pelut y yo y nos levantamos con la calma, desayunamos abundantemente y nos vamos a terminar un pequeño proyecto que había empezado el Pelut el viernes. Al principio todo va bien, Pelut encuentra roca aceptable y escala deprisa, pero los últimos 4-5 metros son hojaldre puro y le tiene entretenido un buen rato. Como el terreno que sigue hacia arriba es igual de inestable, decide aparcar el projecto para cuando tenga más tiempo. Monta todo el tinglado de la reunión (menudo crack el Pelut montando reuniones), se baja y me toca desmontar el largo. Pelut me asegura a un árbol y de vez en cuando se va a ver cómo van las vascas que están escalando la vía Miriam. Y yo allí, colgado como un chorizo, quitando clavos y tirando piedrolos a mansalva.
Al mediodía hemos terminado y nos subimos a completar el L3 de Alta tensión. Ale, a jumarear 40 m. Llego sin oxígeno y con los brazos petados, algo tengo que hacer mal. Me calzo los gatos, trepeteo la sección que ya había instalado Úrsula el día anterior y me cuelgo a otear el terreno. Parece asequible. Sin pensármelo mucho comienzo a escalar, sin darme cuenta todos los agarres me llevan hacia la izquierda, al cabo de unos metros veo una pequeña falquita. Parece que voy bien. Pelut no para de preguntarme si veo un cordino. Ni flores. Al tercer intento consigo meter un clavo plano sin que se salga de la estrecha falca (eso no me va a parar una posible caída ni loco). Veo una entosta con una fisura y me tiro hacia ella. Cuando llego a su altura me doy cuenta de que la entosta está que se cae, suena todo hueco. Meto un universal y para eso me tengo que quedar en equilibrio, una mano para el clavo y la otra para el martillo, mieditis, mieditis. El clavo suena bien, uf, me cuelgo. Miro hacia atrás y por fin veo el maldito cordino, varios metros más abajo y mucho más a la derecha. Mierda, estoy embarcado. Subo un par de pasos más colgado de un par de aliens y un totem. No me atrevo a seguir por la entosta. Encuentro una fisurilla que parece ciega. Pruebo y pruebo y encuentro un pequeño clavadero.¿Salvado? ¡Quiá! El clavo sólo entra hasta la mitad. Primer momento abuelo. No tiro ni pá-lante ni pá-trás. No me fío del clavo, ni de la entosta. Salir en libre me pone los pelos como escarpias. Al final Pelut decide por mí y me anima a bajarme. Genial, ¿pero de qué? ¿Qué triangule esas 4 mierdas? ¿Estamos locos? Lo hago y comienzo a bajar sin mirar ni hacia arriba (para no ver la mierda de reunión de la que estaba descolgándome Pelut), ni hacia abajo (a los 50 m de patio).
Y después de cagarme patas abajo no le queda más remedio a Pelut que terminar él el largo. Del último clavo de Úrsula tira a la derecha directo a por el cordino. Pero el tema está entretenido, un plomito, un buril sin chapa... El final del largo es mucho más asequible y monta reunión en un pedazo de árbol. Mientras yo recojo el largo él se pone a escalar y poner las primeras piezas del siguiente largo: un impresionante techo de A4 (está claro que no me necesita para nada). Llego a la reunión y rapelo para desmontar todo el tinglado que he dejado antes en mi embarque. Suelto primero los clavos y luego los friends y al quitar el último... penduleo. Sigo rapelando, fijo la cuerda en la R2 (un fraccionamiento para que no roce la cuerda) y sigo rapelando hasta el suelo. Nos acercamos a saludar al Equipo Nacional que se ha acercado hasta Vilanova debido al mal tiempo y bajamos a cenar.
Lunes 30.
Los pronósticos se cumplen y no para de llover en toda la mañana. Así que toca ir al bar. Al mediodía nos vemos unas pelis de escalada en la casa y en cuanto deja un ratito de llover Pelut (que ya estaba subiéndose por las paredes), me anima a salir y a terminar la vía. Subimos hasta las cuerdas con las últimas gotas de lluvia. Las vascas, sabiamente, se dan la vuelta. De nuevo a jumarear, uf, uf.
L4: A3 (Inicialmente marcaba A4, pero tras la variante Pelut lo cotó de A3). Pelut sube los primeros metros en un pis-pás, pero a partir de ahí el tema se complica una vez más. La roca se rompe por todos lados, lo intenta por una fisura (nada), por otra (tampoco). Hace frío y empiezo a pensar más en una ducha caliente que en seguir escalando. Pelut también duda, pero en el último momento su maza toca algo que no suena hueco y se anima a inventarse una variante: una travesía por todo el techo hasta salir por la vía de al lado, Delirium tremens, que él ya conoce y sabe que es de roca buena. Snif, va a tocar escalar. La primera parte es laboriosa porque tiene que poner todo, pero en cuanto alcanza la otra vía se acelera, hay varios clavos ya colocados y enseguida grita reunión. Son las 19:30 cuando termino de desmontar la reunión y empiezo a escalar. Como la cuerda le roza muchísimo no termina de recoger la cuerda dinámica y me la tengo que llevar yo en varias gazas colgadas del arnés.
La travesía es preciosa, recorre una fisura intermitente de roca medio fiable, colgado a 60 m del suelo. Recojo el material a buen ritmo (tanto que el Pelut se cree que me estoy dejando clavos en la pared, jjjj) y entonces oigo un "piiing" y al momento siguiente estoy colgando de la cuerda un par de metros abajo. Joder, ¡¡¡me ha saltado un clavo del Pelut!! Tardo varios segundos en dejar de gritar y en tranquilizarme. No tardará en anochecer y hay que salir de ahí. Afortunadamente no se ha soltado el clavo anterior y me he quedado colgado de la daisy que estaba unido a él, así que trepeteo por ella hasta llegar al clavo. Paradita para relajar y pensar. El siguiente clavo está lejos, pero no quiero poner el clavo que ha saltado, así que me subo todo lo que puedo a los estribos y me balanceo. Afortunadamente llego y puedo continuar. Enciendo la súper frontal del Pelut y enseguida abandono el techo, de noche. Me las prometo muy felices cuando encaro los últimos metros verticales pensando que ahora, con una posición más cómoda, no tendría problemas en sacar los últimos clavos. Ja. Ahí esta un bong que no quiere salir, mierda, además es mío. Después de desesperarse durante unos interminables minutos viendo mis frustrantes intentos, Pelut me recomienda que lo deje, que ya lo quitará él al bajar. Segundo momento abuelo. No me quejo. Sigo, un friend, pan comido. Ummm, pues va a ser que no, ni a un lado ni a otro. La vergüenza ya empieza a corroerme. Pelut me vuelve a decir que lo deje y por fin llego a la reunión, mitad contento por terminar, mitad abochornado por tener que pedir ayuda para terminar de desmontar el largo.
Fijamos cuerda y sin más empezamos a rapelar. Pelut baja primero y quita el friend sin problemas (¡tierra trágame!), mientras que el bong le da un poco más de tarea (¡menos mal!, suspiro en plan canalla para mí mismo). Rapelar en plena oscuridad 60 m volados es una acojonante experiencia, parece que vas a desaparecer en algún pozo.
A las 23:00 estamos por fin en el coche, cansados, pero secos (¡menos mal que no ha seguido lloviendo!)  y bajamos a toda pastilla al pueblo con la esperanza de que nos hayan dejado algo de cena. Contamos los percances mientras devoramos los platos. ¡Qué distinto se ve todo con la tripa llena, al calor y la seguridad del grupete de amigos!
Martes 1.
Subimos a pie por el camino de bajada de Mi primer amor para desmontar la reunión y terminar de una vez por todas la pvía. Llegamos hasta un árbol enorme, donde montamos un corto rápel. Fátima quiere aprender a jumarear y se inicia con una tirada de 60 m. Casi no nos da tiempo a llegar. Ni resoplaba la muy asquerosa. Cuando le faltan solo unos pocos metros me doy cuenta de que la cuerda fija por la que está jumareando está rota por dos puntos. Con el corazón a tope se lo comento a Pelut. El hombre mira la cuerda preocupado, pero sin más: aguantará dice. Afortunadamente le estamos asegurando también con la dinámica, si no me da un patatús allí mismo. Mientras, Fátima, colgada a 50 m del suelo, ve nuestras caras de preocupación y se da cuenta de que algo no va bien. Pregunta: "bah, nada, que la cuerda está rota, no te preocupes sigue subiendo". Cuando llega, examinamos detenidamente la cuerda, "sólo se ha roto la camisa", dice Pelut, "no había peligro". Ya. Es acojonante lo rápido que se ha deteriorado la cuerda: dos rápeles y un jumareo y la roca se ha comido la cuerda.
Desechamos los primeros metros de la cuerda y la volvemos a fijar para que rapelen Fátima y Pelut. A mí me toca desmontar el tinglado y trepetear los últimos metros y bajar a patita con lo poco que me gusta ese caminito.
El resto del día lo dedico al relax, a charlar con los colegas que están escalando, a comer algo, a seguir charrando... disfrutando, por fin, de la escalada artificial.

 Croquis de la vía Alta Tensión
Recorrido de la vía en verde, la salida original en azul y la embarcada en rojo
Úrsula desmontando el L1...
... mientras Pelut escalaba el L2
El Pelut apunto de salir del techo del L2
El agüelo jumareando los dos primeros largos
La improvisada reunión  en mitad del embarque de la que me bajé
Pelut enderezando por fin el L3
Pelut en la R3, en rojo el recorrido original (más o menos),
en verde, la travesía variante
Fátima a punto de iniciar su primer jumareo, 60 m de ná
La única foto en que aparecemos casi todos (cortesía de Jordi)
Las vascas con su peculiar saludo
Fátima y Fani en la R1 de Mi primer amor
Ana en el primer largo de Miriam
El Pelut en su proyecto
Peculiar manera de asegurar al agüelo mientras desmonta un largo:
 el Pelut ata la cuerda a un árbol y se larga a charrar con las vascas
Las vascas en el L2 de Mi primer amor
Jon (de rojo)  en el L1 de La naranja mecánica y Mattin en el L1 de La mandarina manual,
sector Cueva de las Monjas
Jordi en la vía Liquenmanía, en el mismo sector
Distintos estilos de asegurar, Jon asegurando con las manos
 en los bolsillos a Úrsula en la vía La historia interminable
Santi en el sofá
Buena parte del PNTDA escuchando las indicaciones de Santi
Bueno, bonito y barato
¡Qué relax cuando se termina la vía y te dedicas a hacer material al solecito!
Alberto, el agüelo, Fátima y Jesús preparados para la vuelta
(y no, no son míos todos esos bártulos, mal pensados)
Cosas del artifo:
Literalmente "Una mierda pinchada en un palo",
obra de el Pelut
Marcas que te deja el arnés después de estar unas cuantas horas colgado de un techo
Estada de la cuerda fija por la que acaba de subir jumareando Fátima
y por la que rapelamos la noche anterior Pelut y el agüelo
Estado en el que se quedan tus manos después de 4 días de artifo
No todo fue penar, también hubo tiempo para la diversión salvaje