miércoles, 30 de noviembre de 2011

Edu Roche: Peña Rueba

Vistas de la pared sur de Peña Rueba
en rojo la vía Edu Roche al Mallo de la Mora
en azul la ruta descenso que seguimos
Últimamente el abanico de planes para los findes se va expandiendo cada vez más y muy frecuentemente el primer plan elegido no es que el que suelo llevar a cabo. Este finde pasado me había decantando por ir a gorilear el sábado, inicialmente a Rodellar y después de escuchar sabios consejos de David "el fores" a Benabarre. Me quedé sin compi de cazos y desplomes (aprovecho para lanzar un anuncio de "SE BUSCA COMPAÑERO DE GORILEO"), y haciendo de la necesidad virtud utilicé el tiempo libre del que disponía el sábado para ir reduciendo la lista de cenas debidas. El convite debió resultar medio bien porque alguno de los invitados así lo manifiesta. El domingo me apunté a escalar a Peña Rueba, huyendo de las multitudes del vecino Riglos (aún así encontramos múltiples cordadas en casi todas las vías) y de las nieblas que invaden sin piedad el valle del Ebro desde hace varios días. Tenía mis dudas al respecto de la vía elegida, porque a pesar de lo bien asegurada que estaba según todo el mundo (una cualidad de todo el macizo), la dificultad media se me hacía un poco dureta. La realidad fue, sin embargo, que disfruté de toda la vía mientras la roca fue de gran calidad, es decir, en casi toda la vía, y sufrí un ataque leve de canguelitis en un único tramo,  el 8º largo, vertical, duro y de roca mediocre al principio. 
La sorpresa final nos la encontramos de vuelta al coche, cuando nos acercamos a la vía Maque para ver a una cordada que estaba todavía en el techo y descubrimos que eran dos de los rústicos: Jorge y Chema. No nos quedamos a ver toda la pelea de Chema con los estribos porque en cuanto se puso el sol bajó la temperatura y nos fuimos directos a Ayerbe, donde les esperamos con la tripa llena al calorcito del Bar Las Piscinas.
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Actividad: vía Edu Roche, 220 m 6b+/V+ obligado
Participantes: Beto, Vanesa y el agüelo
Fecha: domingo 27 de noviembre de 2011
Cómo llegar: coger el desvío que lleva al pueblo de Agüero y a los dos kilómetros aproximadamente girar a la derecha para subir por una pista, marcada con un mojón, cuyos primeros metros está encementada; a los pocos metros nos desviamos a la derecha y continuamos hasta situarnos debajo de la Peña, en un ensanchamiento donde nace una pista marcada con un mojón grande.
Aproximación: seguimos a pie por la pista y enseguida cogemos un desvío a la izquierda que nos lleva al pie del marcado techo de la vía "Maque", continuamos por la derecha siguiendo un sendero que discurre al pie de toda la pared sur de Peña Rueba, hasta que después de cruzar una zona estrecha llegamos al pie de vía: un muro vertical negro de líquen surcado por tres vías. La Edu Roche es la última de la derecha, la de las chapas amarillas.
Equipamiento: generoso, parabolts amarillos y reuniones rapelables. Hay una gran variedad de cordinos de todos los pelajes repartidos por la vía que van salvando los pasos más comprometidos.
Material: llevar gran cantidad de cintas, 15, si se tiene pensado empalmar largos.
Tiempo de escalada: algo más de 4h y media
Bajada: hay varias opciones: rapelar la vía, destrepar la canal de la izquierda y rapelar los últimos metros y bajar por la vía ferrata. Nosotros elegimos esta opción y tardamos sólo media hora. Se destrepa por la derecha de la cima del Mallo de la Mora, a veces ayudado por cuerdas fijas y cadenas, hasta un estrecho jardín que nos deposita en la loma de la vía ferrata, donde se sigue descenciendo a veces por cómodo sendero, a veces por cortas secciones verticales ayudados de nuevo por sirgas de cable. No tuvimos que usar las cuerdas en ningún momento, aunque en la parte final hay un par de instalaciones de rápel, para los tramos más verticalillos.
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Croquis de la vía obtenido de la web de Luichy

La vía consta de 9 largos cortitos que decidimos empalmarlos en el mismo orden que había leído en el blog de Rubén "bombero"
1ª tirada, L1 y L2, 6a+, el agüelo. Comienza en una potente panza con buenos bolos, empiezo bien, pero la alegría dura poco porque luego el resto es vertical, pero sin tanto cacho y comienzo a acerar sin más complicaciones. El feo liquen negro que cubre toda la pared en estos metros, está ya casi limpio del todo debido al paso de cordadas.
2ª tirada, L3 y L4, IV+, Vanesa. Vane no tenía idea de liderar ningún largo después de la paliza que se dio el día anterior en la Mosquitos (La Visera, Riglos), pero al final se animó no sé si aún bajos los influjos del ibuprofeno.
3ª tirada, L5, V+, Beto. Vertical a tramos, pero con  buena presa, se deja hacer.
4ª tirada, L6 y L7, 6a, V+, el agüelo. De 6a sólo tiene la panza inicial, potente y con presas mediocres, bien protegida, salida larga, si no se llega a los bolacos, no importa, hay un cordino para acerar. El resto es un festival de panzas con buena presa del que disfruté enormemente. La cuerda roza bastante debido a que hace una ligera travesía a la izquierda y luego se endereza.
5ª tirada, L8, 6b+, Beto. El coco de la vía, un largo vertical al comienzo de roca mediocre (Vane me tiró encima un bolaco), y que termina con un par de panzas potentes y sin mucha presa donde hay sendos cordinos por si alguien los quiere usar. Un estribo tampoco va nada mal, especialmente si te lo dejan colgado del cordino y ya ni siquiera tienes que meter los pies en él. Beto me quiso regalar generosamente este largo el día anterior, pero al final el azar decidió que fuera él el afortunado.
6ª tirada, L9, V, Vane. Una sucesión de resaltes cortos verticalillos, a veces con roca mediocre, que te deja a escasos metros de la cima del Mallo de la Mora.

 El agüelo liderando los primeros largos!!!!! (foto cedida por Vanesa)
 Vane disfrutando de la privilegiada posición 
que por tradición había correspondido hasta ahora al agüelo
 El agüelo en el L4 (foto cedida por Vanesa)
 Beto en su salsa: pared vertical, L5
Vane en el mismo largo
 Beto y Vane gozando del festival de panzas del L7
 Preciosas vistas de las terrazas del Gállego
 Beto liderando muy a su pesar el L8 (foto cedida por Vanesa)
 El agüelo en plena crisis de canguelitis (foto cedida por Vanesa)
 Vane comenzando el último largo
 La cordada en la cima, al fondo Riglos
 El camino de bajada
 El impresionante techo de la Maque: ¡yo también quiero!
 Jorge disfrutando del espectacular atardecer...
 ... y Chema disfrutando del espectacular techaco!!!
 Frugal tentempié en Las Piscinas
Los rústicos muy en su estilo llegaron al humo de las velas, 
justo, justo para las cerves

martes, 22 de noviembre de 2011

Morateando con los primuchis

 Abel, César, Pedro, Ana y el agüelo en el momento de abandonar las paredes
Dani Dueso se nos unió a mitad de mañana, el muy titán se hizo con todas las vías;
los primuchis no salen en las fotos colectivas porque se fueron antes
A este año pletórico de escalada deportiva sólo le faltaba esta guinda, compartir jornada con los primuchis, una de las últimas adquisiciones de los gastro-climbings. Fue el pasado pasado domingo, hace ya unos cuantos días de retraso que acumula esta entrada, cuando se produjo la conjunción astral necesaria para semejante encuentro. Nos encaminamos a la Peña del reloj en busca de vías aptas para el disfrute de todos. El sector estaba petado y encontramos un huequito a la izquierda del Gran Diedro.
Calmarza, IV+. Hice un chapaje seguro, usease, me agarré a una cinta para chaparla. El grado es ligeramente mayor del indicado y la protección es escasa, con unos alejes importantes. La guía marca 34 m y 8 seguros. Para no repetir y desde luego para no recomendar a nadie como vía de iniciación.
Variante Ruth, V. Esta sí, vía disfrutona, con mucho agarre y algún aleje, especialmente en la llegada a la reunión. 
Al Andalus, 6a+. Otra vía súper disfrutona, de extraplomo y cacho a saco, ¿qué más se puede pedir? 5 estrellas en su estilo.
El agujero tragón, 6b. Vía corta y expuesta: tiene la misma altura que la anterior y la mitad de seguros, sólo 3. Primera parte más técnica, de equilibrarse, y una parte final de cacho.
 Los primuchis trepeteando por las paredes
 Ana disfrutando de un V+ plaquero que yo no quise ni mirar
 Abel en su segundo día de adaptación a la roca
 César
 El colmo de los enganches de cuerda: ¡en un invertido!
 El agüelo tuvo que subir a liberar la cuerda
Pedro se hizo con El agujero tragón casi sin forzar y sin importarle los súper alejes