martes, 4 de septiembre de 2012

Diversas salidas deportiveras



Este verano además de pasar mieditis por las tapias, también he buscado tiempo para compartir risas y aprietes en esos bordillos de Morata y Vadiello que me gustan tanto.
En la mayoría de estas salidas no he encadenado nada, en alguna incluso probé todas las vías de segundo, pero en la última, como colofón a una semana plena de actividad escaladora (el viernes en Foratata, el domingo en Vadiello, el martes en Ordesa y el domingo de nuevo en Vadiello), me salió todo. O casi todo, porque de las 3 vías que probé, Waska, Muchachada nui y Aqualung, esta última se me resistió a falta del último paso para llegar a la reunión: una pancita con unos romos de salida que no hubo manera de quedarse de ellos.
Ahora a esperar que el tiempo de non, que seguro está al caer, no sea demasiado largo, porque este otoño me gustaría visitar la Cabrera y Albarracín... y el sector Chorreras de Margalef... y el de Valdegovía...

 Guillermo, Escalona, Júnior, Abel, Cris, Amara, Bull y el agüelo
(Morata, 26 de julio de 2012)
 Pedro y el agüelo (Vadiello, 2 de agosto de 2012)
 Abel, Laura y Pulpo se dedicaron a poner los dientes largos al agüelo con sus historias veraniegas de Kalymnos
(Vadiello, 26 de agosto de 2012)
Ana y Abel acompañaron esta vez al agüelo
(Vadiello, 2 de septiembre de 2012)

Vía Ravier al Tozal del Mallo

Foto del Tozal tomada hace 4 años, cuando volvíamos de escalar el Pilar de Primavera,
mi primera vía en Ordesa. No había terminado una aventura y ya estaba soñando con la siguiente

¿Qué decir de la Ravier? Que para mí representaba un sueño es quedarse corto. Decir Ravier es para mí decir Ordesa: el paraíso de la verticalidad, es decir, todo lo que me gusta y me asusta a partes iguales, o no, de la escalada. Visité Ordesa por primera vez, allá por 1987, y vine, como muchos, para subir a Monte Perdido. Pero lo que más me impresionó fue el propio valle. Esos paredones me intimidaban. Y de entre todos los paredones sobresalía, ¡cómo no!, el del Tozal del Mallo. Fue el primer pico del parque del que me aprendí el nombre. Más tarde supe que había locos que escalaban por esas paredes y ya no pude dejar de soñar también con esa locura.
Esa locura no la he llegado a pillar nunca porque la verdad es que la verticalidad me asusta más que me gusta, me bloquea, sólo pienso en no caerme y me impide escalar de primero. Pero aunque el sueño no lo llegue a realizar nunca por completo, parte sí. Hace 4 años escalé, de paquete también, claro, con Abel, el Pilar de Primavera, y ahora ha sido el turno de la Ravier (el nombre real de la ruta es Vía Original, pero a este lado de los Pirineos todo el mundo la conoce simplemente por apellido de uno de los cinco intrépidos escaladores franceses que la abrieron en 1957; si alguien quiere saber la historia de esta apertura puede consultar el blog de A0 a vista y el anuario del 2007 de Montañeros de Aragón). El culpable de este nuevo pedazo del sueño es Juan. Él es el que se ofreció para llevarme a este viote hace un par de años, pero por una causa o por otra se fue retrasando el plan y este verano, por fin, se ha podido llevar a cabo. Al final a la fiesta se añadieron varios amigos más y la escalada se convirtió en un asedio a la Ravier.
Cuando preguntaba a mis compañeros qué vía podría ser la mas asequible de Ordesa, muchos se decantaban por la Ravier porque decían que aunque era más difícil en grado que otras (como la Anglada-Cerdá o el Pilar de Primavera), era mucho menos obligada porque estaba muy bien asegurada, "sobrepitonada" era la palabra despectiva que usaban. A mí no me lo pareció. Sí que hay bastantes clavos, pero las tiradas son tan largas que sólo te sirven para indicarte el camino o dar un acerete en algún paso concreto. El resto lo tienes que poner tú. Y hay que escalarla, vaya que si hay que escalarla. La vía no me decepcionó en absoluto. Fue todo lo que yo me esperaba de ella (dura, larga y con mucho mucho ambiente), y algo más (me sorprendió lo mantenida que es, las dificultades no se acaban hasta llegar a la cima e incluso los escasos tramos de IV son verticales y hay que escalarlos). La otra sorpresa fue que aceré mucho menos de lo que esperaba, la chimenea, claro, y algún que otro acerete aislado en los dos siguientes largos. Ni saqué el estribo, ni me colgué de la cuerda, ni tampoco usé la socorrida técnica del "123pilla". Esta vez no le di mucho trabajo a Juan. Eso sí le dejé a Beto el tercer puesto de la cordada durante toda la vía y le tocó a él recoger casi todo el material de los largos.
Si uno fuera supersticioso no hubiera subido ese día al Tozal: por la noche nos calló una tormentilla que nos obligó a mal dormir en el coche y por la mañana, durante la aproximación, volví a sentir los retazos de la tortícolis que me impidió escalar en Cavallers hace unas semanas. Los malos augurios se despejaron al mismo tiempo que la niebla que cubría el valle y no me volví a acordar de ellos el resto del día.
La lluvia volvió a aparecer al terminar la vía, la muy ... no quería perder protagonismo, mientras la primera cordada esperábamos en la cima. Al pobre Álex le tocó terminar la última chimenea con la roca mojada. Parecía como si el compromiso y la aventura no quisieran aflojar ni siquiera una vez terminada la vía. Afortunadamente duró poco y paró bastante antes de llegar a las clavijas.
(más)

Recorrido de la vía
Croquis de la vía con grados más actuales, sacado del blog de Juan

Fecha: 28 de agosto de 2012
Participantes: Juan, Beto y el agüelo en una cordada e Iker, Jorge y Álex en la otra.
Vía: Ravier al Tozal del Mallo, 380m, MD+ (V+ obligado)
Material: cintas largas, un juego, mínimo, de camalots y otro de aliens 
(y si es posible un bestia parda para que te abra los largos)
Aproximación: 2h (incluido el primer largo)
Vía: 7h
Descenso: 1h45'

Los asediadores de la Ravier con la cima del Tozal al fondo
en el momento que paró la lluvia

Valle de Tena


Esta vía la tenía ya en mente hace más de un mes desde que leí la entrada que Álex había colgado en su blog sobre ella. Pero entonces no conseguí convencer a los rasmias y nos fuimos a Ansó. Esta vez fueron ellos los que me lo propusieron nada más llegar de su megafestival de escalada en Kalymnos para apurar los últimos días de sus vacaciones.
La vía es un claro ejemplo del grupo de vías abiertas por Julio Benedé: asequibles, bien equipadas, de buena roca y con un recorrido lógico. Características que está claro que tienen tirón entre el numerosísimo grupo de escaladores que no tenemos nivel para los viotes, pero a los que nos gustan las sensaciones de estar escalando en montaña. Un ejemplo de esta demanda es la reciente publicación  "Escalada en el Pirineo Norte. Vías largas, fáciles y bien equipadas". ¿Para cuándo un libro similar para el lado español?
Esta vía cuenta además con el aliciente de un panorama increíble con vistas constantes sobre Sallent de Gállego, el embalse de la Lanuza y las sierras de Tendeñera y Telera. La única pega es que la vía no termina en cumbre. No se puede tener todo.
En el blog de Sendero límite se pueden encontrar tanto las indicaciones de la aproximación y descenso, como el croquis de la vía. Nosotros dimos un pequeño rodeo extra en la aproximación porque al llegar a un prado nos pasamos el inicio del sendero, apenas visible, y seguimos por la evidente pista que nace al final de Formigal. El único inconveniente fue unos minutos extra y unos fuertes repechos incómodos fuera de sendero. El resto del trayecto lo seguimos sin problemas hasta el pie de vía, bien marcado con las iniciales V.T.


Recorrido desde el sendero de subida: al fondo Formigal, se aprecia la pista que sale de ella 
y en rojo el lugar donde hay que abandonarla
Vistas de Peña Foratata desde el collado de Baladrías;
en rojo la vía de escalada, en verde la ruta de descenso 
y en azul el camino de aproximación y de bajada
 Croquis de la vía obtenida de Sendero límite

Fecha: 24 de agosto de 2012
Material: 15 cintas y algún friend (yo metí dos en el largo 6º)
Aproximación: 1h10'
Vía: 5h30'
Descenso: 1h10'

La vía tiene dos partes bien diferenciadas: la zona inferior, plaquera, por donde discurren los 3 primeros largos, y una parte media y superior, más vertical, con diedros y fisuras.
L1, V+, 35m: Tirada de pasos curiosos al principio y una placa final, corta y lisa, de pura adherencia, bien protegida, que nos deja en la primera reunión.
L2, IV+, 25m: El largo más disfrutón, una placa llena de cazos.
L3, V+, 15m. Tirada muy corta que empieza con un paso vertical, raro, y sigue por unos canalizos sin apenas agarres. 
L4, V+, 25m: Comienza por una placa similar a los anteriores largos y al cabo de 10m se incorpora a un vertical espolón mediante una panza con buena presa. Sigue vertical y con canto hasta la reunión.
L5, V, 35m: Empieza por un canalizo vertical, con un paso complicadete por un bloque empotrado, sigue a la izquierda subiendo por grandes bloques, el último de los cuales se rodea por la izquierda y comunica con un diedro vertical que termina en la reunión. En este largo se puede usar un par de friends, incluido el C3 para los últimos metros.
L6, V+, 30m: Fisura vertical que te obliga a empotrar pies, una vez superado un gran bloque el largo pierde verticalidad. La tirada termina en un pequeño collado.
L7, 6b/+ (V+/A1e), 30m: El largo más difícil de la vía, y el más incómodo: una fisura off-width, lo suficientemente ancha para meter el cuerpo, lo suficientemente estrecha para ser claustrofóbica, que termina en un techo. El largo está bien equipado, pero si no se tiene el grado para superarlo en libre, no se puede llegar de parabolt a parabolt sin usar estribos, especialmente en el tercio inferior, con lo cual ya no es un largo de A0. La mitad superior tiene numerosos cordinos en puentes de roca en el interior de la fisura que te facilitan la progresión.
L8, V, 25m: Termina en una chimena que se va estrechando a medida que subimos por ella.
L9, IV, 25m: Pasito al comienzo y luego trepada sencilla hasta el final.

El descenso se realiza destrepando hasta el collado, hacer una fácil travesía hasta el siguiente donde empieza una repisa herbosa que termina en una canal de fuerte pendiente, con un destrepe final vertical, de 4-6m, con buenos agarres. Hay un rápel opcional montado.

Vanesa liderando el primer largo
Impresionantes vistas del valle
Jorge en la corta sección de adherencia pura del L1
Vanesa en el inicio del L2
Jorge disfrutando del cacho del L2
Vanesa en la salidita tonta del L3
Los canalizos del L3
Los rasmias en la sección más lisa del L3
La cordada al completo en la R3
Los rasmias en las placas iniciales del L4
Vanesa pasando la panza del L4
Los rasmias en la sección vertical del mismo largo
Inicio del L5, primero por ese caos de bloques y luego por la canal
El diedro vertical del L5 que te lleva hasta la reunión
Jorge liderando el potente inicio del L6
La misma sección vista desde arriba acojona más, jjj
Jorge atacando valientemente la fisura del L7


Vanesa sufriendo lo justo y necesario en el mismo largo
Jorge en la R7, justo encima del techo final,
por encima se ve la chimenea del L8
Jorge al inicio de esa chimenea
a punto de salir
 Vanesa esforzándose por salir de la claustrofóbica chimenea
Último largo
Fotocima
El burka llega a todas partes
 Repisa herbosa para descender...
 ... que termina en una canal empinada, que presenta un corto, pero vertical destrepe
 con muchos agarres (III) o una instalación de rápel al comienzo a mano derecha 
(sentido de bajada)