viernes, 12 de diciembre de 2008

Escalando en Morata: Paredes Negras


Domingo 7 de diciembre 2008
Estaba claro que hoy iba a ser el día de los escaqueos. En primer lugar el plan original no era ir a escalar a Morata, sino ir a escalar hielo a Bielsa, pero Carlo se me rajó. Me dijo que estaba muy perezoso y que no le apetecía pegarse una madrugada de espanto, pasar frío, etc. Así que sintiéndolo mucho, tenía muchas ganas de estrenar la temporada de hielo, cambiamos de objetivo. Pero tal y como empezaba el finde ni siquiera las tenía todas conmigo de al final hiciéramos nada. Especialmente después de que Carlos me llamara el sábado desde Morata: se había quedado a dormir ahí. Según él para no tener tentaciones de irse de juerga. Pero, estaba de cervezas con unos escaladores vascos que había conocido ese mismo día!!!! Esto no pintaba nada bien. Me levanté el domingo sin mucha convicción, pero cuando llegué al párking de Morata estaban todos despiertos. La segunda sorpresa fue ver el párking a tope!!! Después de las presentaciones de rigor (los dos vascos habían venido a pasar todo el puete en Morata!!!, huyendo de la lluvía, nos dijeron), nos dirigimos a las Paredes Negras: el sector más alejado de Morata y el mejor para practicar vías de varios largos. Para llegar hasta ella el camino más corto es seguir la vía del tren a través de un túnel y un puente. 


Se tarda sólo 10 minutos en llegar hasta ellas. 

Las Paredes Negras al fondo, nuestras vías están a la izquierda
Los 2 vascos, Koldo y Julen, iban a formar cordada en una vía desequipada llamada Hilaria, y nosotros íbamos a intentar una vía justo a su izquierda llamada Zapatocrack. 

De izda a dcha: Julen, Koldo y Carlos a pie de vía
Es una vía de 3 largos. El primero discurre por una placa sin muchos agarres para las manos y que se va poniendo vertical a medida que subimos. Carlos decidió abrir este largo. Empezó bien, a él se le da muy bien este tipo de escalada: de equilibrio, de coco, de saber moverse..., 

pero a partir de la 4ª chapa empezó a agarrar las cintas, a mostrarse inseguro, a tardar un rato en encontrar el paso adecuado. 

Carlos oteando el paso. A la izquierda Koldo metido en una fisura de su vía
En fin, que algo no iba bien. Y aún empeoró, justo del paso más difícil se paró durante un largo rato y al final decidió salirse de la vía aprovechando una pequeña repisa que llevaba a una roñosa reunión utilizada para rapelar. Fue el segundo escaqueo, pero este en toda regla. La cuerda hizo tal zeta que rozaba la leche. 

Cuando subí y llegué a la 1ª reunión estaba ya la mar de relajado y tenía totalmente asumido que éste no era su día (después me confesó que no había dormido nada, normal tras pasar la noche al raso con una mala sábana-saco y una funda de vivac). Yo hice el 2º largo, muy fácil, con un pequeño resalte cuyo único peligro fue encontrarme una pequeña serpiente escondida en una grieta. El 3er largo era mucho más vertical y Carlos para mi asombro me "dejó" tirarlo a mí también de primero. Glub, eso no estaba en el guión. En fin, con más miedo que vergüenza empecé a escalar. Lento, muy lento, pensándome cada paso que daba. La roca era muy buena y había bastantes agarres, pero era muy vertical. Los brazos se empezaron a "petar" y enseguida se me acabó el "power". Descansé en una chapa, mirando hacia arriba, desesperado ante lo que me quedaba todavía. Un grito de Carlos me hizo ver que había chapas a mi izquierda. Eran de otra vía que iba por un sitio bastante más asequible. Sin dudarlo, me lancé al 3er escaqueo del día. Ya puestos... 

Carlos en el último largo
Al final de la vía nos juntamos con los vascos, foto y a rapelar. 

Preciosas vistas de la zona

En el punto de rápel está la placa que da título a este blog
Después nos fuimos al sector del Alí. Allí mientras Carlos dormía y empezaba a convertirse en el oráculo, intentamos los dos largos de la vía Coquita. El primer largo es de V+, pero si se hace entera, los dos largos seguidos, sale de 6a+. El segundo largo tiene un pequeño sector extraplomado y un final bastante vertical. Los dos vascos la sacaron sin problema y yo a mitad de extraplomo me quedé de nuevo sin fuerza. Ale, a descansar de nuevo. Pero a partir de ahí ya no conseguí recuperarme: era demasiado para mí. Tuve que parar en cada una de las chapas hasta llegar a la reunión. Aún así acaba muy contento: una vía de 35-37m de 6a+!!!! y sin agarrarme a ninguna cinta!!!! En fin, fue la vía-deportiva-que-no-he-escalado que más contento he acabado. Je je.
Mientras el oráculo seguía "hablando" los dos vascos se metieron en la vía "El hombre rata", fiados por la recomendación del oráculo. Koldo abandona en la primera chapa, en una fisura roma que Julen consigue superar como un titán. Resoplando chapa tras chapa consigue terminar la vía con un grito de alegría inmenso. 

Julen en mitad de la vía
Koldo, picado en su amor propio, se mete en la vía anocheciendo y consigue esta vez encadenarla. 
Nosotros, el oráculo y yo, nos fuimos al bar La Plaza para reponer fuerzas y sales minerales y dejamos en el párking a Koldo y Julen descansando (al día siguiente querían meterse en una vía durilla de nuevo en las Paredes Negras: Think Pink, 6a+, plaquera, muchos metros... Uf, no sé cómo les fue.