sábado, 22 de agosto de 2015

Benasque-Benasque: vuelta al Posets

Vistas del Posets desde el Val d'Añes Cruzes

En cuanto publiqué en este blog la reseña de la vuelta al Vignemale que hice con Víctor, otros dos amigos, Beto y David, debieron pensar que el agüelo por fin estaba en forma, inocentes, y me guasapearon para tentarme con distintos planes. Esta vez me convenció más el plan de Beto de ir a visitarle a su retiro estival en el valle de Benasque y acompañarle a dar un paseo para hacer apetito. Hay gente que va a pasear al parque, a la ribera del Ebro... Beto quería dar una vuelta al Posets. La meteo y una serie de fechas tope hicieron que al final fuera todo muy apretado. El miércoles iba a comer con la familia de Mariví a la ermita de Herrera de los Navarros, un mirador excepcional de la cordillera Ibérica además de asador donde pudimos disfrutar de una generosa parrillada. Nada más llegar a casa esa misma tarde cogí los bártulos y el carro y llegué a Benasque de noche. Madrugón al día siguiente y calcetinada. Menos mal que en casa de Beto me acogieron estupendamente.
Las sensaciones esta vez fueron mejores y el recorrido me pareció ligeramente menos exigente. El primer arreón de 1800 m lo hicimos sin parar de hablar (el segundo ya me tocó jadear) y al día siguiente no tuve agujetas, pero sí un agarrotamiento superior en las caderas que ya se va pasando. Pero estos bestias del monte no me han dejado ni siquiera recuperarme del todo y ya están proponiendo nuevas salvajadas para el verano que viene, por supuesto más exigentes. Ellos no paran, yo ya veré.

Fecha: jueves 20 de agosto de 2015
Participantes: Beto y el agüelo
Ruta: Benasque-Eriste-ref Ángel Orús-collado de Eriste-Biadós-collado de Chistau-Estós-Benasque. Este sentido nos pareció mucho más ligero, ya que la subida de Biadós al collado de Eriste es mucho más exigente y la vuelta por el valle de Estós mucho más tendida. De los casi 50 km del recorrido unos 5 son de carretera, pero la esquivamos todo lo que pudimos. Para llegar a Eriste hay una senda que va por detrás de las urbanizaciones del exterior de Benasque y te deja casi casi en el comienzo de la pista al refugio Ángel Orús, que nosotros no cogimos, sino que seguimos un poco más hasta el comienzo del pueblo, para cruzar el torrente y coger un camino que lleva hasta el puente Tramarrius, donde enlazamos con la pista. A la vuelta desde el parquin cogimos un atajo a la derecha que lleva al nuevo campin Aneto, desde allí un camino por la ribera del río hasta el parquin de la zona de escalada de Sacs donde salimos a la carretera y seguimos ya por su arcén, sin tocar asfalto, hasta Benasque.
Longitud: aproximadamente 48 km (se me acabó la batería del móvil y he recopilado datos de otras rutas y he sumado las distancias y altitudes)
Desnivel acumulado: 2900 m
Tiempo: 13h20' (salida: 5:27-llegada 18:47) con menos de 1h en total de descansos.


Benasque: 5:27
Puente Tramarrius 6:35
Parquin 7:02
Ref Orús 8:25
Ibon llardaneta: 9:50
Coll Eriste: 10:20-10:27
Cruce viadós 12:27
Pletá: 13:33
Coll Viadós: 14:35-14:49
Ref estós: 16:04
Parquin Estós: 17:58
Benasque: 18:47

Recorrido realizado
5:30 a.m. en el portal de Beto;
para quitarnos las legañas he tenido que recurrir al photoshop
Refugio Angel Orús, 2150 m, al que llegamos en 3h 
Camino al Posets a la derecha, camino al ibon de Llardaneta y collado de Eriste de frente 
Ibón de Llardaneta,  2676 m
Al fondo las Forquetas y a su derecha el collado de Eriste, al que nos queda aún media hora
Collado de Eriste, 2860 m. El punto más alto del recorrido y al que llegamos en 5 h
Vistas hacia el oeste: Vignemale, la Munia...
Vistas hacia el este: agujas de Forcau y al fondo el macizo del Aneto
Descenso por pedreras y fuertes pendientes que yo recordaba de otra manera: senderito cómodo
Culfredas y Bachimala desde el val de la Ribereta 
Refugio de Biadós y el Montó y al fondo a la izquierda Punta Suelza, 
A pesar de tener el refugio a vista no se puede llegar de frente, hay que girar a la derecha, 
subir un repecho y bajar a buscar el único puente que cruza el barranco y subir de nuevo al camino
Desde el cruce con el GR11, 7h, mirando hacia atrás los Eristes al fondo
Idílicas praderas por el val d'Añes Cruzes
al fondo nuestro siguiente destino, el collado de Chistau
Fin del valle, 8h, y comienzo de la subida al puerto de Chistau
Señal de Biadós, cuello de la Señal de Biadós, Punta Sabre y Bachimala
Último esfuerzo antes del collado 
 Puerto de Chistau, 2540 m, 9h: vistas hacia el oeste...
 ... y hacia el este: Seil de la Baque, Perdiguero, valle de Estós, Aneto y agujas de Paul 
Última chuminada: un poste para marcar el paso de los senderistas que se apuntan 
a la vuelta de los tres refugios, hay otro en el collado de Eriste
Pedregal de bajada del collado 
Refugio de Estós, 1890 m, 10:30h, y la aguja de Paul (16:00)
Vistas desde la famosa cabaña del Turmo: Gías y Gourgs Blancs
Seil de la Baque, Portillon de Oo y Perdiguero al fondo
Parquin de Estós, 12:30h
Atajo desde el parquin al nuevo campin Aneto que nos evita un buen trozo de carretera
Fin de la actividad, como tontería no ha estado mal

lunes, 17 de agosto de 2015

Cuevas y carreras

Un poco de fresquito en el calentamiento

Primer año que puedo completar el trío de carreras, Osán, Boca del Infierno y subida a Peña Oroel, que me propusieron hace 3 años los rasmias. La explicación es que este verano me he liberado, de momento, de las lesiones. Sin embargo, esta deseada continuidad no se ha traducido, como esperaba, en una gran mejora, ni escalando ni corriendo. Snif, snif. Este año como novedad hemos contado además con la presencia de Enfedaque, al que casi casi convencimos para participar en la carrera.
El sábado para mantener la tradición hicimos planes para una escalada de tapia disfrutona en Agüero, planes que la lluvia deshizo sin piedad y que dejó al grupo en manos de las locas ideas del agüelo que nos llevaron a la cueva de Os Chitanos a intentar de nuevo ese viote llamado Gorilas en la niebla. Sin embargo, dos años después los brazos petaron en el mismo sitio, no avancé ni un sólo centímetro más. Tono y Enfedaque pronto se arrepientieron de seguir al agüelo y Tono se dedicó a petar la travesía de calentamiento a series.

El agüelo en el divertido comienzo de la vía...
... y en el comienzo del techo, donde se acaban las tonterías y los brazos 

Tres pegues y cero avances después abandonamos la cuevaca rumbo a Jaca donde quedamos con los rasmias y donde recogimos los dorsales para la carrera. Esta vez compartimos CasaTono con su familia y la cena siguió el guión de tantas otras cenas: pasta y panceta a la brasa. Después de una movida noche de la que no me enteré de nada, nos levantamos para un frugal desayuno, para disfrazarnos y para encaminarnos hacia la salida. Vanesa y Enfedaque habían salido antes rumbo al parador, donde dejaron el coche y donde empezaron a subir para poder pillarnos antes de que llegáramos a la cima-meta. Para pillarme a mí no tenían que haber madrugado ni nada, pero Tono y Jorge son otro cantar.
Este año tenía serias dudas sobre mis piernas ya que sólo habían pasado un pocos días desde la alpargatada del Vignemale con Víctor. Aún así, mantuve mis planes para la carrera: ir a muerte hasta la fuente previa al parador y luego morir en las 34 curvas hasta cima. Y mis sensaciones parecían que iban acorde con el plan trazado. Pero está claro que las sensaciones no siempre tienen algo que ver con la realidad. Primero hubo una salida neutralizada por las calles del centro de Jaca, donde se dio una pequeña vuelta para volver a pasar una segunda vez por el arco de salida. La salida iba neutralizada sólo para los titanes, yo ni siquiera me enteré de la neutralización, fui a tope mientras los buenos iban al ralentí. Luego en los kilómetros de falso llano mis sensaciones eran que seguía a tope, al menos a tope de mis pulmones. Aguanté el tipo en las curvas e incluso casi pude completar el último kilómetro de falso llano corriendo. Llevado por mis sensaciones llegué a creer que había pulverizado mi tiempo de hace dos años. La realidad fue una escasa mejora de algo más de un minuto.
Ahora, ya se sabe, toca entrenar más para fracasar mejor la pŕoxima vez.

Concurrida salida en el centro de Jaca 
Metros finales para los tres 
Selfie desde la cima, abajo, allá al fondo, lejos, lejos... Jaca 
Más contento que un ocho por haber podido llegar a meta al menos, 
bajamos todos al merecido refrigerio en el parador,
a la ducha del camión de bomberos, calentita como pedía el día,
y a la sesión de telepizzas en CasaTono

miércoles, 5 de agosto de 2015

Vuelta al Vignemale desde Bujaruelo

Icónica panorámica del Pirineo: la cara norte del Vignemale
desde el refugio de Oulettes de Gaube

Distancia: 42 km
Desnivel acumulado: 2400 m
Horario: 12:30 h sin cima para el agüelo, 15:30 h con la cima del Vignemale para el titán de Víctor
Fecha: 3 de agosto de 2015
Integrantes: agüelo y Víctor

Un guasap de Víctor a mediados de junio me saca de mi comodidad deportivera y me deja en un estado de inquietud. Su propuesta no es para menos: dar la vuelta al Vignemale en el día y ¡hacer cima!!!! Con gran inconsciencia le digo que sí y me dedico a buscar información sobre la ruta en internet: tiempos, desniveles, longitud... ¿Asequible? La vuelta creo que sí, la cima... no creo. Aún así cargo los crampones en la mochila de ataque. Víctor no ha subido aún a esta gran cima del Pirineo francés y tiene mucha ilusión en hacerla, así que haré todo lo que pueda por no defraudarle. Los nervios y la incertidumbre se compensan con la alegría de volver a juntarme con este gran compi de mis primeros tiempos en Montañeros. 
El domingo recojo a Víctor en Huesca y ponemos rumbo a San Nicolás de Bujaruelo donde dormiremos al raso después de ponernos al día durante todo el viaje y toda la cena. Nos despertamos a las 4:00 a.m., para que luego digan que el agüelo no madruga, dejamos los bártulos de dormir en el coche, gargamos la mochililla y... a empezar. Snif.
El sentido de la marcha que elegimos fue atacar primero el puerto de Bernatuara y terminar bajando el larguísimo valle de Bujaruelo.
  • Los 1000 m de la subida al puerto de Bernatuara comparte los primeros y duros metros con la subida al puerto de Bujaruelo. Al cabo de 30' aproximadamente, se termina el bosque, se llega a un pilastra de alta tensión y a un hito con una inscripción nos indica el lugar donde hay que desviarse. El sendero nos deja en el barranco de Lapazosa, cruzamos por el casi derruido puente y tuvimos problemas para reencontrar el sendero al otro lado, de noche y en medio de un bosque. Después de unos minutos lo localizamos unos pocos metros más abajo del puente. Hay dos sendas y nosotros elegimos la de la derecha, que es la que le marcaba en el GPS a Víctor. Fue el único momento de indecisión en toda la jornada. En seguida dejamos el bosque, pasamos al lago de una cabaña y entonces la senda se puso exigente hasta llegar al ibon de Bernatuera, aún sin haber amanecido. Agradecimos haber hecho esta fuerte pendiente de noche porque nos evitamos el calentón al sol. Enfilamos el bonito valle de la Canal hasta llegar a la cabaña de Lourdes, donde cogimos el sendero de la izquierda que nos llevó hasta el embalse de Ossoue, 1834 m, donde se deja el coche para empezar la ruta normal al Vignemale, sólo que nosotros llevábamos ya un tute de un poco más de 3 horas y media.
  • La vía normal discurre por el empinado y precioso valle de Ossoue. Nosotros no cruzamos el embalse, sino que seguimos por su margen izquierda (sentido de subida). Las enormes montañas que lo rodean mantienen el sendero en una agradable sombra la mayor parte del recorrido, lo que permite la persistencia aún de varios neveros enormes que hay que atravesar sin ningún peligro. A las 10 a.m. llegamos al desvío entre la ruta al Vignemale y el sendero al refugio de Baysellance, a 2400 m, muy cerca de las cuevas de Bellevue, 3 de las 7 cuevas mandadas construir por Henry Russel a finales del siglo XIX. Víctor se acomodó, sin quejarse, desde el primer minuto de la actividad a mi cansino ritmo. Yo subía lento, pero sin parar, sin agotarme, pensando en ahorrar fuerzas por la segunda mitad del recorrido, pero a él se le veía sobrado de energía. La sensatez o el canguelo, quién sabe, me iluminó en ese momento, decidí seguir hacia el refu y convencí a Víctor para que continuara él solo hacía su meta de subir al Vignemale. Éste extra le supuso 900 m más de desnivel y 3h más de esfuerzo. Yo llegué al refugio de Baysellance, 2651 m, a las 10:30 de la mañana. Cuando volvió Víctor reanudamos la marcha sin que él descansara. Nos dirigimos al cercano collado de Hourquette d'Ossoue, 2734 m. Allí nos esperaba una preciosa vista de Oulettes y del Vignemale, además de una larga bajada hasta el refugio de Oulettes de Gaube que realicé de una manera cómoda con mis refrescadas piernas después del largo descanso en Baysellance. Tan cómoda que pensé que el siguiente y último esfuerzo iba a ser más liviano. ¡Ja!
  • Desde el refu hay que llanear un buen trozo hacia el imponente Vignemale hasta que después de una gran pedrera aparecen los primeros hitos hacia nuestro último gran esfuerzo: el collado de las Mulas. 500 m de subida que no regala nada, no hay ningún momento de descanso, ninguna ceta tendida y para guinda final, una pedrera hasta el collado. Aún así, china-chano vamos ganando metros, vamos reduciendo al jerez nuestras piernas y en un poco menos de una hora nos plantamos de nuevo en la frontera a las 15:55. Ya sólo nos queda lo peor: descender el empinado collado y dejarnos llevar a lo largo de 15 km de suave bajada, al principio por el lado derecho, pero enseguida buscamos el punto más sencillo para cruzar el Ara y meternos en el sendero-autopista que lentamente, muy muy lentamente nos acerca a Bujaruelo. Para no faltar de nada el cielo se cubre de negras nubes que amenazan lluvia y cumplen, pero poco. Más que para mojarnos, las nubes sólo sirven para tapar el sol y refrescar la tarde. Las ganas de terminar nos pueden y por 3 veces pensamos que estábamos a la altura del valle de Otal, y por lo tanto muy cerca del final. 3 ilusiones, 3 decepciones. Pero aunque incluso el valle de Bujaruelo parece alargarse más a cada paso que damos, aunque las praderas, los arroyos y los valles de Otal parecen multiplicarse a cada momento, vamos dejando atrás los hitos del camino, la cabaña del Cerbillona, la cabaña de Ordiso, la pista, el camino pegado al río... y por fin, el puente de San Nicolás de Bujaruelo, a las 19:55. Después de 15 h y media de dejarlo por la mañana, una mañana que parece ya de otro día, de otra semana.
Esta vez la buena planificación, comer y beber mucho (comimos un bocado cada hora, sin pararnos, y bebimos dos veces una botella de 1,5 L más la cantidad de veces que nos refrescamos en los innumerables arroyos), me permitió llegar cansado, pero no reventado. Víctor añadió a su cansancio una hermosa pareja de ampollas en sus talones fruto del fallido maridaje entre zapatillas de trekking y crampones por el glaciar. 
Como la tarde seguía amenazando y amenazando tormenta, cambiamos de planes y con todo los trastos al rebullo en el coche bajamos a nuestras casas, a descansar en nuestras camas.
Las agujetas del día siguiente son otra historia.

 Recorrido y datos obtenidos de la web de lameteoqueviene
 Guardando sacos y esterillas y preparándonos para marchar: 4:30 de la mañana
 Hito señalando el desvío hacia el ibón de Bernatuara
 Vistas hacia Bujaruelo muy cerca del ibón
 Víctor a punto de llegar al ibón
 Ibón de Bernatuara, al fondo el sendero que te lleva al puerto de Bernatuara
 Puerto de Bernatuara, 2342 m, 6:53 a.m., 2:20 h, vistas hacia España...
 ... autofoto...
 ... y vistas hacia Francia: el valle de la Canal
 Valle de la Canal
Cabaña de Lourdes, 1947 m, 7:38 a.m., 3:08 h: 
al fondo asoman algunos picos del macizo del Vignemale
 Embalse y valle de Ossoue, 1834 m, 8:03, 3.33 h, con el Vignemale al fondo
 Ruta normal de subida al Vignemale por el precioso valle de Ossoue
 Valle de Ossoue hacia abajo...
... hacia arriba: Monferrat a la izquierda 
y Espalda de Chausenque y Petit Vignemale a la derecha
Vistas del valle de Ossoue y de los picos de Ordesa al fondo: 
Monte Perdido, brecha de Rolando, Tallón...
Desvío de caminos: Víctor se dirige hacia el Vignemale y yo sigo hacia el refugio de Baysellance
 Lo que le quedaba aún a Víctor
Glaciar de Ossoue, a la derecha el Monferrat 
Vignemale
Víctor en la cima, 3298 m desde San Nicolás de Bujaruelo, 1342 m, ¡ahï es nada!
Llegando al refugio
Refugio de Baysellance, 2651 m, 10:26 a.m., 6h, para mí. 
Aquí descansé, comí y esperé  3 h a que volviera Víctor
Al fondo Petit Vignemale, Punta de Chausenque y Vignemale
Hourquette d'Ossoue, 2734 m, hacia el refugio...
... y hacia España
detrás de mí se ven la Gran Facha, Frondellas y el Balaitous
Lo que nos quedaba: bajar hasta el refugio de Oulettes de Gaube, 2148 m,
para después subir al collado de las Mulas, 2594 m
 Refugio-terraza-con-vistas de Oulettes, 14:50 p.m. (7:20 h)
 La última subida potente hacia el collado de las Mulas, con el incomparable Vignemale al fondo
 Collado de las Mulas, 15:55 p.m. (8:25 h) y cabecera del Ara:
Pico de las Neveras, Gramatuero, collado de Arratille y Punta Negra
Comienzo del valle de Bujaruelo, ya sólo nos queda... 15 km!!!
al fondo, el collado de las Mulas, el de la izquierda
Interminable el valle de Bujaruelo
Llegada al coche en Bujaruelo, 19:55 p.m. , (12:25 h)