martes, 29 de junio de 2010

Intento a la Silvia, V+/A2 (Masmut)

Roques del Masmut vistas desde el parkin
Después de un mes de parón debido a mi vieja lesión muscular en el gemelo, compañera de tantos descansos obligados, estaba dispuesto a aceptar cualquier plan para salir este finde pasado. Abel fue el primero, y único, en ofrecerme ir a escalar, a Masmut. Tanto Abel como yo teníamos cuentas pendientes en Masmut. Yo había estado una única vez con Rubén y no nos fue muy bien, nos equivocamos de vía y nos metimos en una demasiado fuerte para nosotros y nos retiramos (ver piada) y Abel había intentado 2 veces sin éxito escalar una vía llamada Silvia. Las dos veces se tuvo que retirar debido al mal tiempo. Y la 3ª también: había riesgo de tormentas por la tarde en todas las zonas de montaña y Masmut no fue una excepción. Salimos el sábado por la mañana, sin madrugar, y empezamos a escalar tarde, sobre las 12 del mediodía, pronto se empezó a cubrir todo el cielo de nubes y cuando Abel estaba escalando el 3er largo empezó a tronar y cuando llegué a su reunión cayeron las primeras gotas. Estábamos a mitad de pared, aun nos quedaban 2 o 3 h más, si caía una buena tormenta por muy corta que fuera nos meteríamos en problemas. Así que la sensatez, o la cobardía, vete a saber, se impuso y nos dimos la media vuelta, siguiendo un camino tan transitado por Abel que dice que ya no vuelve a intentarlo. Apenas cayeron 4 gotas más mientras subíamos el empinado sendero que nos llevaba de vuelta al coche y donde noté las semanas que llevaba sin hacer otro ejercicio que ir a trabajar: sólo media hora de fuerte subida y acabé chorreando de sudor y con la lengua fuera, deseando que cada paso fuera el último.
Terminamos en el bar de Peñarroya de Tastavins rellenando el estómago con un buen bocata y una jarra de cerveza. Por la noche en Zaragoza cayó por fin la tormenta que estuvo toda la tarde amenazando con caer.

Vista del mallo donde se encuentra la vía
(el círculo rojo indica la última reunión que hicimos)

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Vía: Silvia V+,A2
Lugar: Masmut
Calidad de la roca: pasable (en el último rápel Abel lanzó una lluvia de piedras de la que me salvó la enorme encina en la que me cobijé)
Extensión: 215 m repartidos en 7 largos (nosotros sólo hicimos 3)
Material: estribos, más de 20 cintas exprés, juego de friends y fisureros
Duración: nosotros tardamos 4 h en hacer los 3 primeros largos
Fecha: sábado 26 de junio de 2010
Cordada: Abel y agüelo
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Croquis de la vía obtenido del blog La noche del loro

La vía se encuentra en el penúltimo mallo del lado sur de Masmut, así que nos tocó bajar prácticamente todo ese camino de cabras (y lo que es peor, subirlo de retirada). El comienzo se localiza debajo de una encina y está gabrado el nombre en la roca.

El 1er largo lo marcan de IV+ y discurre por una fisura tumbada con un par de pasos verticales como en la entrada. Está prácticamente desequipado. La reunión está montada en una cómoda repisa con 5 buriles.
Abel en el primer paso vertical, incómodo porque te echa
un poco hacia afuera y no hay muchas presas


El 2º largo comienza con una pequeña panza a la izquierda con buen cazo, pero que me hizo pensarme el paso una y otra vez, continua unos metros por roca mediocre hasta un agujero en el suelo que empalma con un extraplomo donde comienza una larga serie de buriles, más de 20 (perdí la cuenta y tuve que ir recuperando alguna cinta a medida que avanzaba porque me quedaba sin ninguna), algunos muy cerca otros no tanto (especialmente el 2º que no se llega desde el estribo y hay que escalar un par de pasos, ¡¡¡hay que joderse!!!). Recomendable dos estribos, aunque como demostró Abel no son imprescindibles. La burilada esquiva un techo por la derecha y a falta de 3 m para llegar a la reunión te abandona al lado de una vertical chimenea con muy buena presa. Llegué a la reunión con la boca reseca por el miedo vergonzoso que pasé en esos escasos metros que me tocó escalar.
Abel colgado del último buril del L2

El 3er largo comienza por una chimenea vertical pero mucho más larga y con una única protección, un buril a dos metros de la reunión. La calidad de la roca era mediocre y Abel pasó un poco de tensión. Rebasados los primeros 8-10 metros la pared tumba un poco, la fisura gira un poco hacia la izquierda y se avanza fácilmente hasta la reunión.

Abel dejando atrás la única protección que pudo colocar en 6-7 metros
hasta que pudo colocar otro y respirar

De esta reunión nos bajamos temiendo que nos pillara el negro. Tuvimos que abandonar en cada reunión un cordino y un mallón. Abel no se fió de mis cintajos blancos y el último rápel lo reforzamos a saco.


La próxima salida a Masmut eligiré un día con una meteo estupenda y una vía facilita, a ver si consigo de una vez terminar una vía en esta solitaria y reducida versión de Riglos.