viernes, 27 de junio de 2008

El más agüelo entre los agüelos

¡Iba a ver a Bob Dylan! Esta era una de las emociones que sentía mientras viajaba por el 4º cinturón camino a la Feria de Muestras en uno de los autobuses que la organización había contratado para transportar al público desde el pabellón de deportes Príncipe Felipe. No siempre se tiene la ocasión de ver a uno de los grandes del rock en tu ciudad y menos por sólo 8€ (para los que teníamos pases permanentes para la expo y se sacaba con anticipación en los cajeros de Ibercaja). Pero era una emoción sin grandes excitaciones, sin palpitaciones ni sofocos. Tenía la desasogante inquietud de que iba a ser un concierto aburrido. ¡Qué equivocado estaba!
El bus nos dejó en el mismo recinto. Unas pequeñas colas de entrada y ya estaba dentro. En cuanto me acerqué al escenario vi a una pareja de amigos de Mariví, Marian y Lucho, con los que me quedé todo el concierto (no sé si les molestó). La hora de comienzo se pasó y se pasó y no salía el telonero, Pedro Javier Hermosilla. Cuando por fin lo hizo, ya estábamos cansados y no fue muy bien recibido por parte del público, especialmente porque muchos pensaron que estaba haciendo play-back. El tipo se vino sólo con su guitarra y un aparatejo con el que grababa un base rítmica bien con su guitarra bien con su voz y luego la reproducía mientras el actuaba en directo. Esto es al menos lo que entendí después de las esplicaciones del cantante y de Lucho. No estuvo mal, hizo cosas muy curiosas. Sólo interpretó 4 temas y se retiró para que disfrutáramos del concierto de Dylan, que no tardó en salir con su banda: todos de negro y con sombrero.
A pesar de que no permitían la entrada cámaras fotográficas al concierto, ni siquiera los periodistas, mucha gente consiguió colarlas (el registro de los bolsos y mochilas no fue muy exhaustivo). Yo me tuve que resignar con mi móvil.
La banda fue presentada por una voz en off y Dylan no dijo nada en todo el concierto, seco como él suele ser. No presentó ninguna de las canciones, ni siquiera la que donó para convertirla en el himno de la expo (A hard rain's a-gonna fall). La banda fue desgranando una a una las viejas canciones de Dylan, con un sonido estupendo y un ritmo rockero brutal. Sólo la interpretación de 2 o 3 baladas consiguió romper este ritmo. La mejor banda de rock que he visto en tiempos, apesar de que la voz de Dylan ya no es apenas voz. Casi no pude reconocer ningún tema porque siguiendo su costumbre Dylan los retoca y los renueva constantemente. Únicamente gracias a los estribillos pude identificar a un pequeño puñado de archiconocidas canciones.
Tuvo la deferencia de hacer un par de bises y Dylan se fue tal cual vino, casi sin darnos cuenta. Y ahora tocaba salir de ahí, en mitad del follón que se organizó. Marian y Lucho se ofrecieron a bajarme en coche, tardamos cerca de 15 minutos en salir del atasco.
Según el periódico que leyeras al día siguiente habíamos estado entre 5000 y 12000 personas, y no podía dejar de preguntarme: ¿y dónde estaban las otras 600000 que hay en Zargoza? ¿Cómo pudieron perderse un espectáculo semejante? ¿Cuántos de ellos irán a ver a los triunfitos?
País.
En esta web podéis encontrar el listado de temas que interpretaron a lo largo del concierto:
http://www.adn.es/politica/20080624/NWS-0064-concierto-Zaragoza-expo.html
Y en este vídeo casero grabado con el móvil, la última canción: Like a rolling stone.

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