miércoles, 3 de junio de 2009

Sierra de Guara. Barranco del Mascún

El sábado después de hidratarnos y alimentarnos convenientemente en el bar de Toño, pusimos rumbo a Rodellar, nuestra siguente etapa en este finde tan completito. Le propuse a Abel parar en el Eroski de Huesca para comprar algo de comida para la cena y el desayuno, ya que habíamos terminado de concretar los planes el viernes a la noche y no había tenido tiempo de pillar nada. Abel me aseguró que él tenía suficiente comida y no volví a insistir.
Entramos en el cámping El puente para alquilar los trajes de neopreno (toda una tortura probarse los trajes sudando por el calor) y nos dirigimos después al cámping Mascún, mucho más cercano al pueblo y donde iban a acudir esa misma noche Javi, Carla y Matilda. Dejamos el coche aparcado en la parcela el resto del finde y nos fuimos al bar del cámping a esperar y a proseguir con nuestra hidratación. Mientras, discutimos las opciones de cara al día siguiente. En el cámping El puente nos habían comentado que el Mascún no bajaba con mucha agua, unos chicos de la mesa de al lado nos informaron de que habían hecho el barranco ese mismo día y que habían encontrado a mucha gente y que había que madrugar mucho para evitar colas. Nos entraron las dudas y llamamos a David para ver si era conveniente cambiar de planes. David tenía muchas ganas de hacer el Mascún y no se hechó para atrás. Así que los planes se mantenían: David y Carlos llegarían sobre las 8 de la mañana a Rodellar y nos esperarían en el bar del cámping. Cenamos la estupenda tortilla de patatas que trajeron Javi y Carla, me duché y a la cama.
Nos despertamos a las 7, nos levantamos perezosos, como siempre. Desayunamos, preparamos las mochilas y fuimos al bar, donde nos encontramos con "Sueco" que estaba esperando a que abrieran para tomar un café y entrar un poco en calor después de una mala noche al descubierto y sin apenas ropa. Al poco llegó Carlos pero el bar seguía cerrado y nos bajamos a la carretera en busca de alguno que ya hubiera abierto. Al final nos pusimos en marcha a las 8:50, después de ver pasar a varios grupos que se dirigían también al Mascún.
El Mascún es uno de los grandes cañones de la Sierra de Guara. Grande en todos los sentidos: la aproximación es bastante larga (un "paseíto" de 2:30 a 3 h), tiene vertiginosos rápeles, abundantes saltos, una cueva gigantesca donde se sumerge el barranco, unos estrechos donde la luz se filtra inundando de tibios colores todos los rincones, y cuando por fin crees que ya está todo hecho, que ya solo queda volver paseando tranquilamente en busca del merecido bocadillo con cerveza, te espera una interminable zona de caos de bloques inmensos. Cuando por fin llegamos al pueblo de nuevo, después de 9h, hasta Abel tuvo que reconocer que este barranco no era de regalo.
La palabra aproximación no tiene mucho sentido para este barranco, porque lo que en realidad se hace es remontar todo el cañón hasta su comienzo siguiendo un sinuoso camino. Comienza bajando a la zona de escalada, se pasa por la surgencia y cuando se avista la famosa Cuca Bellosta, un espeluznante colmillo, un letrero nos indica el desvío donde comienza una fatigosa cuesta que nos dirige al abandonado pueblo de Otín, superando toda la profundidad del cañón.
NOTA: Todas las fotos de este post han sido cedidas por David,
el único del grupo que tiene una cámara a prueba de agua
David intentaba recuperar el tiempo perdido e impuso un fuerte ritmo que yo no pude ni intenté seguir. Me quedé a cola de pelotón, junto con Carla, contenta de tener a alguien con quien compartir el esfuerzo. Aunque a ella no se le notaba nada porque ni sudó ni jadeó en toda la cuesta. Vamos, igualito que yo. Al menos, conseguí terminar la cuestorra sin hacer ninguna parada para descansar. El cansancio no me impidió disfrutar de las preciosas formas que el agua ha ido esculpiendo en las verticales paredes calcáreas de este barranco.
Una vez pasado Otín seguimos por una ancha pista adelantando innumerables grupitos de barranquistas, muchos de ellos franceses. Se deja a la derecha una pista que lleva al barranco de Raisén, se atraviesa una verja y continuamos hasta unos hitos que marcan el desvío a la derecha que discurre a lo largo de un riachuelo que va a desembocar en el Mascún.
Tras 2h y media de pateo en el comienzo del cañón nos esperaba una desagradable sorpresa: la marabunta. Eso parecía la playa de Salou.
No nos quedó más remedio que hacer fila y esperar turno. El comienzo del Mascún es espectacular, se le llama el Saltador de las Lañas: una sucesión de marmitas que se rapelan o saltan hasta alcanzar una extensa playa rocosa 30m más abajo. Afortunadamente durante la tediosa espera David descubrió un punto de rápel alternativo que esquiva los primeros saltos y te deja en una poza a escasos metros de la playa (hace falta dos cuerdas de 30). Este atajo permitió adelantar a unos cuantos grupos y ahorrarnos un tiempo precioso.
Vista desde abajo de El Saltador
Después de cruzar la playa se accede a una nueva serie de pozas conocida como las Cascadas de Peña Guara. Allí un numeroso grupo con guía que estaba ya esperando a entrar, nos dejó pasar y nos quedamos a partir de entonces solos, entre dos grupos, delante y detrás, y pudimos disfrutar del descenso sin agobios ni mayores esperas.
el agüelo, Abel, David y Carla en el comienzo de las Cascadas de Peña Guara
Las Cascadas vistas desde arriba
el agüelo en el salto más alto de las Cascadas
hay que tener cuidado y saltar hacia adelante y la izquierda para no hacer pie

Carlos en el 2º salto de las Cascadas
Carla en el último rápel de las Cascadas, el único obligatorio
La enorme playa donde acaban las Cascadas continúa con una serie de pozas que terminan en la entrada de uno de los sitios más espectaculares de la Sierra de Guara: los Oscuros de Otín. Comienza con una inmensa cueva por donde se sumerge el curso del agua y que tras atravesarla continúa en un angosto tramo de enormes paredes donde apenas penetra la luz y la poca que llega dibuja todo tipo de reflejos en las paredes.
A la entrada de la cueva
En la cueva
En el rápel de salida de la cueva
el agüelo bajo la ducha
Abel y David en el rápel más estrecho del cañón
Los oscuros terminan con un salto (rapel opcional) en un estrechamiento. A partir de aquí el cañón se ensancha y parece que ha terminado ya el descenso, pero aún queda el caos del Onso.
El caos es un auténtico laberinto de enormes bloques de piedra en el que se pierden mucho tiempo buscando el sitio más cómodo para sortearlos: a veces destrepando, a veces saltando...
a veces buceando...
Javi examinando el paso más corto para sortear buceando este enorme bloque
Nos animamos a pasar buceando porque se veía la claridad proveniente del otro lado y dedujimos que no podía ser un paso muy largo. Engañaba. Si se intentaba recto había que bucear bastantes metros, pero si girábamos a la derecha nada más sumergirnos enseguida atravesábamos la barrera. Primero fue Javi, luego le pasamos las mochilas y después me animé yo, con bastantes recelos, le tengo auténtico pánico a bucear. Intenté coger el máximo de aire posible y recordar lo que tenía que hacer: sumergirme y girar a la derecha. El agua estaba turbia, me había quitado el casco para que no me molestara y ese fue mi gran error: en cuanto giré la cabeza para orientarme debajo del agua el pelo me tapó la cara y no pude ver nada. Me puse nervioso, buceé sin control, recto, el bloque no se acababa y no me dejaba salir a la superficie, poco a poco fui girando hacia la derecha hasta que conseguí salir. Respirar de nuevo, aunque sea sofocado por la ansiedad, ¡qué alegría! Los demás fueron pasando sin mayores complicaciones y en poco tiempo terminamos esta zona de caos y avistamos de nuevo la Cuca Bellostas. Ya sólo quedaba un corto paseo hasta el pueblo donde nos tomamos unas merecidas jarras de cerveza.
Mi fin de semana de descanso había terminado más cansado de lo esperado. Pero mereció la pena, ¡ya estoy echando de menos los rápeles, los saltos y las verticales paredes del Mascun!


4 comentarios:

chema dijo...

Jodo maxo no paras,siempre haces algo, que envidia.venga pues un saludo

Iñaki dijo...

no te creas, el q sale siempre es Abel: ése sí que no perdona un finde!!!!

Guias de barranco en Guara dijo...

Muy bueno reportaje sobre el Mascun, he visto poco así... Vaya cantidad de gente al principio!! Sin embargo habeis tenido condiciones buenas (al ver el cielo y la agua) y eso es lo que cuenta para disfrutar de este barranco increible de la Sierra... Suerte y a ver si un día nos crusamos.

Expediciones

Iñaki dijo...

Nos hizo un día estupendo, bajaba la suficiente cantidad de agua en todos los saltos y la pena fue la gente: el camino de aproximación parecía una romería y la playa... ya has visto. Está claro que a todos nos gustan los mismos barrancos y éste es de los mejores!!!
Un saludo