domingo, 7 de septiembre de 2008

Un holandés en el Moncayo

Después del día de nubes y algo de lluvia de ayer, que aprovechamos para hacer una visita a la colegiata de Alquézar y a su casa Gervasio (menuda comida pantagruélica), hoy por fin pudo mi amigo Victor realizar una excursión por el monte (y de paso rebajar las lentejas y garbanzos de ayer). Para entrenar un poquito y poder comprobar su estado de forma antes de ir a Pirineos nos fuimos al Moncayo. El Moncayo es la cima más alta del Sistema Ibérico y se divisa prácticamente desde todo el valle.
"Montaña mágica, en la confluencia de los reinos Navarro, Aragonés y Castellano, fueron los romanos los que observando sus nieves que se perpetuan durante casi la totalidad del año le dieron el nombre de "Mons Caunus" ( El Monte Cano, Blanco ). Los glaciares del cuaternario han dejado huella en la montaña en forma de tres circos glaciares a modo de hoyas: Hoya San Miguel, San Gaudioso y Morca. Todo este espacio de alta montaña precedido por bosques en las alderas configura el Prque Natural de la Dehesa del Moncayo."
Elegimos la subida más corta, la que parte en su lado norte desde el Santuario. (1621 m). Un Santuario que ahora es un bar-restaurante-hostal. Hasta tiene una pequeña terraza. A lo mejor habría que cambiarle el nombre en las guías y mapas.
El camino atraviesa primero un bonito bosque que termina en la entrada de la Hoya de San Miguel, también llamado el Cucharón. A partir de ahí el camino sigue por la izquierda, subiendo por una fuerte pendiente gracias a varias pronunciadas zetas que nos dejan en la arista cimera. Una arista rechoncha que nos lleva a un collado amplio, y tras una pequeña subida, a la cima, a la que llegamos en menos de 2 h. Había una gran cantidad de gente, niños, madres, abuelos, a pesar de la ligera niebla y del viento helador, aunque esto último es inevitable en este monte. Menos mal que a mi, después de casi quedarme congelado un soleado día de primavera de hace años, ya no me pilla desprevenido y me he subido el forro polar y la chaqueta de gore, como en invierno. Eso sí, a pesar de tanta ropa hemos tenido que comer el almuerzo de la cima bien a resguardo del viento en los numerosos abrigos que allí hay.
Victor en El Cucharón; al fondo, la cima: 2316 m

Victor y yo en la cima
Hemos aprovechado la tarde haciendo una visita turística a Tarazona: catedral, plaza de toros, palacio episcopal, ayuntamiento... Y una buena cerveza entre medio para celebrarlo.
Vista de Tarazona desde uno de sus miradores en el casco viejo
Fachada del Ayuntamiento
La antigua plaza de toros octogonal
Una buena combinación: monte por la mañana y turismo por la tarde.
Lástima que Nadal no haya podido remontar el partido. No se puede tener todo. Y aún peor, mañana a trabajar.

No hay comentarios: