"Fe ciega en la meteo": Vistas, por decir algo,
hacia el valle desde poco más arriba del collado entre los dos Chipetas
hacia el valle desde poco más arriba del collado entre los dos Chipetas
Dos días con condiciones totalmente distintas se han saldado con idéntico resultado: media vuelta sin llegar a cima. Hace dos semanas un día espléndido, soleado y sin viento se juntó con un bajón físico; ayer el cuerpo aguantó, pero, a pesar de esas predicciones tan optimistas tuvimos ración extra de niebla, viento y frío (vamos, que si nos lo llegan a decir antes, nos quedamos en la camita). Tanta niebla que dejamos de distinguir qué era cielo y qué era suelo, todo era del mismo tono blanco mortecino. Tanto hacia arriba, hacia la cima, como hacia abajo, de donde veníamos. Lo cual terminó por decidirnos: si seguíamos adelante llegaríamos seguro a la cima (estábamos a menos de media hora quizás), el problema iba a ser encontrar el camino de bajada en esa loma tan rechoncha y monótona en la que nos hallábamos, a caballo entre los dos Chipetas, sin ningún relieve que nos sirviera de referencia. Tanto viento que mis manos se enfriaron demasiado, a pesar de llevar guantes finos, y mi mano izquierda me estuvo doliendo buena parte de la bajada a medida que iba entrando en calor. Un dolor insoportable que casi me impedía cerrar la mano en la empuñadura del bastón. Un error mío, el calor del esfuerzo de subir me engañó. Tenía un par de guantes más gruesos en la mochila, pero no los usé. No tenía frío en las manos. Para cuando sentí el frío ya era demasiado tarde. Ese mismo viento estuvo a punto de amargarme de nuevo el estómago, pero una tacita de té caliente por gentileza de Javi calmaron los primeros síntomas.
Salida: Chipeta Alto (2189 m) desde Zuriza
Fecha: sábado 20 de febrero de 2010
Participantes: Javi e Iñaki "agüelo"
Altitud de salida: 1270 m
Altitud máxima: 1950 m
Desnivel: 720 m
Tiempo subida: 2 h 40 minutos
Tiempo bajada: 2 h
Tiempo total actividad: 4h 45 minutos
Dificultad: fácil (a pesar de que salimos desde el coche con los esquís hay que "descalzarse" un par de veces: un poco antes de llegar al collado de Tacheras y un poco después de pasarlo, al cruzar el río)
Iba a ir solo a esta salida, pero Javi me llamó el viernes. Quería escalar hielo, como todos, pero el riesgo de aludes era alto en todo el Pirineo aragonés y mejor no arriesgarse. Así que al final se avino a mi plan. Quedé con él en Puente la Reina y de ahí nos dirigimos por la pésima carretera del valle de Ansó hasta Zuriza. Dejamos el coche en el comienzo mismo de la pista que se dirige a los llanos de Tachera. El tiempo era horroroso, nada parecido a lo que nos esperábamos. Hasta se puso a nevar ligeramente. Casi nos dimos la media vuelta nada más llegar. El único aspecto positivo era que no hacía viento y ya que habíamos llegado hasta allí... nos pusimos todo el equipo y salimos hacia el Chipeta Alto.
En media hora recorrimos los 3 km de pista y apenas 40 m de desnivel y empezamos realmente a subir, sin grandes esperanzas vista la niebla que lo cubría todo. No sabíamos muy bien el camino, pero seguimos las claras huellas todo el tiempo. Nada más pasar la cabaña del collado bajamos hacia el río, lo atravesamos y empezamos a subir en diagonal hacia la izquierda hasta llegar al collado de los Chipetas. Al no tener que descalzarnos ni atravesar riachuelos o esquivar piedras ascendimos fácilmente el gran desnivel alcanzado. El viento que no había hecho acto de presencia en todo el día nos azotó sin clemencia. Los escasos minutos que tardamos en tomar la decisión de darnos la vuelta y hacernos una foto fueron suficientes para congelar mis manos, como más tarde tuve la dolorosa ocasión de comprobar.
Alcanzamos el collado casi a tientas e iniciamos la bajada por el mismo camino que de subida, sobre nieve de distinta calidad: zonas venteadas duras junto a fuertes acúmulos de nieve polvo. Cada vez que llegaba a la nieve polvo me quedaba clavado y me caía, mientras veía cómo Javi seguía esquiando sin mayores contratiempos. Frustrante. A los pocos metros de dejar atrás el collado la nieve cambió y pude disfrutar de la bajada hasta el río. Allí hicimos una pequeña parada para comer algo y calentarme con el estupendo té caliente que llevaba Javi. Para bajar del collado nos desviamos del itinerario seguido en la subida y decidimos seguir directos hasta el barranco, donde nos tocó descalzarnos y atravesar el río un par de veces hasta llegar a los llanos de Tachera de nuevo, donde nos esperaba la suave pista, tan suave que tuvimos que "remar" buena parte del recorrido.
Las cervezas de rigor y un estupendo bocadillo de longaniza, en el Mesón de la Reina, en Puente la Reina.
La salida no fue de las de guardar en el recuerdo, pero me permitió compartir actividad con Javi después de tanto tiempo y volver a este valle por primera vez en 14 años. Después de años de actividades en el Pirineo Central, en apenas un mes he visitado los 3 valles más occidentales del Pirineo aragonés, los más olvidados por mí: Lizara, Hecho y Ansó.
Salida: Chipeta Alto (2189 m) desde Zuriza
Fecha: sábado 20 de febrero de 2010
Participantes: Javi e Iñaki "agüelo"
Altitud de salida: 1270 m
Altitud máxima: 1950 m
Desnivel: 720 m
Tiempo subida: 2 h 40 minutos
Tiempo bajada: 2 h
Tiempo total actividad: 4h 45 minutos
Dificultad: fácil (a pesar de que salimos desde el coche con los esquís hay que "descalzarse" un par de veces: un poco antes de llegar al collado de Tacheras y un poco después de pasarlo, al cruzar el río)
Iba a ir solo a esta salida, pero Javi me llamó el viernes. Quería escalar hielo, como todos, pero el riesgo de aludes era alto en todo el Pirineo aragonés y mejor no arriesgarse. Así que al final se avino a mi plan. Quedé con él en Puente la Reina y de ahí nos dirigimos por la pésima carretera del valle de Ansó hasta Zuriza. Dejamos el coche en el comienzo mismo de la pista que se dirige a los llanos de Tachera. El tiempo era horroroso, nada parecido a lo que nos esperábamos. Hasta se puso a nevar ligeramente. Casi nos dimos la media vuelta nada más llegar. El único aspecto positivo era que no hacía viento y ya que habíamos llegado hasta allí... nos pusimos todo el equipo y salimos hacia el Chipeta Alto.
En media hora recorrimos los 3 km de pista y apenas 40 m de desnivel y empezamos realmente a subir, sin grandes esperanzas vista la niebla que lo cubría todo. No sabíamos muy bien el camino, pero seguimos las claras huellas todo el tiempo. Nada más pasar la cabaña del collado bajamos hacia el río, lo atravesamos y empezamos a subir en diagonal hacia la izquierda hasta llegar al collado de los Chipetas. Al no tener que descalzarnos ni atravesar riachuelos o esquivar piedras ascendimos fácilmente el gran desnivel alcanzado. El viento que no había hecho acto de presencia en todo el día nos azotó sin clemencia. Los escasos minutos que tardamos en tomar la decisión de darnos la vuelta y hacernos una foto fueron suficientes para congelar mis manos, como más tarde tuve la dolorosa ocasión de comprobar.
Alcanzamos el collado casi a tientas e iniciamos la bajada por el mismo camino que de subida, sobre nieve de distinta calidad: zonas venteadas duras junto a fuertes acúmulos de nieve polvo. Cada vez que llegaba a la nieve polvo me quedaba clavado y me caía, mientras veía cómo Javi seguía esquiando sin mayores contratiempos. Frustrante. A los pocos metros de dejar atrás el collado la nieve cambió y pude disfrutar de la bajada hasta el río. Allí hicimos una pequeña parada para comer algo y calentarme con el estupendo té caliente que llevaba Javi. Para bajar del collado nos desviamos del itinerario seguido en la subida y decidimos seguir directos hasta el barranco, donde nos tocó descalzarnos y atravesar el río un par de veces hasta llegar a los llanos de Tachera de nuevo, donde nos esperaba la suave pista, tan suave que tuvimos que "remar" buena parte del recorrido.
Las cervezas de rigor y un estupendo bocadillo de longaniza, en el Mesón de la Reina, en Puente la Reina.
La salida no fue de las de guardar en el recuerdo, pero me permitió compartir actividad con Javi después de tanto tiempo y volver a este valle por primera vez en 14 años. Después de años de actividades en el Pirineo Central, en apenas un mes he visitado los 3 valles más occidentales del Pirineo aragonés, los más olvidados por mí: Lizara, Hecho y Ansó.
por dónde seguir: fácil, siguiendo las huellas
1 comentario:
Joder! Vaya odisea! Si es que no os puedo dejar solos!! je je..
Vaya mala pata! Lástima de dia, porque es una actividad para disfrutar. Me extrañó lo de descalzaros, nosotros no tuvimos que descalzarnos el otro dia en ningun punto?
Y palmasteis con la carretera, creo! Subisteis por la Foz de Binies? Es mejor subir a Hecho, y luego cruzar por el Puerto a Anso.
a ver este finde si te puedes desquitar de dos salidas gafes!!
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