domingo, 26 de abril de 2009

Sierra de Guara. Barranco de los Lumos

Jueves 23 de abril de 2009
San Jorge, patrono de Aragón y comienzo de puente. El día anterior me llamó David Malabares para ir a hacer descenso de cañones y me apunté sin dudarlo, sin siquiera preguntar qué barranco quería hacer, me daba igual. Hacía muchos años ya que no disfrutaba de esta actividad y me importaba poco el lugar concreto donde volver a realizarla. Me pasó a recoger pasadas las 9:20 de la mañana, sin madrugar, otro puntazo de estas cosas. Paramos en uno de los cámpings de Alquézar para alquilar el neopreno que yo usaría (12€) y nos dirigimos después de sopesar pros y contras al Barranco de los Lumos, un semi desconocido dentro de la sierra de Guara.
para acceder a él hay que pasar Colungo, el puente de la Garganta y el desvío a Asque y dejar el coche en un párkin situado a la izquierda de la carretera entre el km 8 y el 9. De ahí nacen dos pistas que nos llevan a dos entradas distintas del cañón. Como ninguno de los dos había hecho antes este barranco no supimos muy bien por cuál entrar y cogimos la pista que nos pareció más evidente: la que sale paralela a la carretera pero en dirección al collado de San Capracio.
Párking de entrada. A la izquierda la pista que cogimos
David me enseñó a hacer una "mochila" con el peto y allí metí la chaqueta, el casco y el arnés. El resto de las cosas: algo de comida y las cuerdas iban en la mochila de verdad que llevaba David. Así, con el peto anudado a la espalda y en calzoncillos empezamos la aproximación.
Al fondo Alquézar
El camino enseguida gira hacia la izquierda y comienza a descender haciendo zig-zags por un sendero entre el sotobosque que cuesta seguir a veces. En una canalera evidente tiramos recto hacia abajo hasta llegar al primer rápel que nos encontramos: una cuerda amarilla atada a un árbol y con un par de trozos de cadena. Allí me puse ya el peto y el arnés. A pesar de ser el rápel más largo que tuvimos que hacer llegó con una sola cuerda. Fue un rápel un poco cabroncete porque resbalaba bastante y porque la segunda parte era volado por lo que había que tener cuidado en no pillarte las manos en el borde.
Primer rápel
Seguimos andando tranquilamente por el riachuelillo hasta el punto donde empezaba lo divertido: los estrechos. David me aconsejó ponernos la chaqueta también a pesar del calor para evitar las rozaduras en los brazos. ¡Y qué razón tenía! El cañón se estrechaba tanto en muchos puntos que teníamos que pasar de perfil y descender empotrando nuestro cuerpo. Este tramo duró unos centenares de metros, los suficientes para entretenernos un rato y no demasiados como para agobiarnos.
Último rápel antes del ensanchamiento
Termina en un ensanchamiento que nosostros interpretamos como el final del cañón y enseguida empezamos a trepetear por el lado derecho buscando indicios de sendero. En cuanto cogimos un poco de altura nos dimos cuenta que el cañón seguía aún más, así que dimos media vuelta y destrepamos con cuidado lo subido. Esta segunda parte del cañón fue mucho más acuática, con pozas profundas aunque sin grandes saltos y con estrechamientos continuos aunque no tan claustrofóbicos como los anteriores.

En una de las pocas pozas que permitían un bañito
Un mini salto
Los últimos metros son un incómodo paseo por un caos de vegetación, piedras y arena hasta llegar tras poco más de 3 h y media a un claro donde un hito a la derecha nos indica el sendero que sube a la loma de la derecha y que nos llevó de vuelta al coche en poco más de una hora.
David tenía ganas de hacer otro cañón más, pero la hora, el calor y mi pereza le convencieron para dejarlo para otra ocasión. Devolvimos el neopreno, tomamos una cerveza en Alquézar con vistas a la colegiata y volvimos a una hora razonable a Zaragoza, sin apenas cansarnos y plenamente satisfechos. Todo un cambio. ¿Por qué no dejo mis intentos de alpinismo y me dedico sólo a esto?

2 comentarios:

elales dijo...

Hay un escape que creo que han equipado recientemente al salir de la zona estrecha.
Normalmente, si coges ese escape, puedes hacer Lumos y repetirlo por la entrada alternativa o combinarlo con Alpán.
Salud!

Iñaki dijo...

Nosotros sólo vimos trazas de sendero y un posible punto débil donde superar trepando la muralla de la derecha (según se baja), pero no vimos ni hitos ni nada más.
Mi compañero David se quedó con ganas de repetir por la entrada original del Lumos porque sospechamos que cogimos la entrada alternativa ya que la reseña indica cuerda de 45 m y nosotros hicimos todos los rápeles con una cuerda de 30.
Saludos!!!!