Carlos me ofreció un plan que no pude rechazar: ir a escalar al paraíso de la escalada deportiva, Rodellar. Esta escuela de escalada está situada en el cañón del Mascún, en el pueblo de Rodellar, en la Sierra de Guara. Las numerosas cuevas y oquedades erosionadas por el río son el lugar perfecto para los escaladores deportivos. La mayoría de sus vías son de desplome, con buenos agarres y de continuidad. Hay que tener mucha resistencia para poder terminarlas.
Tampoco madrugamos, ¿para qué? Con un par de horas de escalada nuestros antebrazos no podrán moverse. Había muy poca gente, de hecho pudimos aparcar en pleno pueblo, en la plaza de la fuente. Se me olvidó la guía de escalada así que nos fuimos a una zona conocida: el Pince Sans Rire.
Es una cueva a la que se accede después de cruzar el río y de subir una fuerte pendiente a través de una pedrera que te deja sin aliento.
El lado izquierdo está siempre en sombra, protegido del fuerte calor que hacía al sol. Después de refrescarnos y de secarnos el sudor atacamos directamente a la vía Chia Bambino, 6a+, 20m. Carlos empezó de primero, pero no estaba muy fino y tuvo que pararse varias veces. Yo aún estuve peor: en la 3ª chapa tenía ya los brazos como morcillas. Decidí bajarme para no reventarlos y poder hacer un segundo intento. Carlos la subió después de 2º y luego llegó mi turno.
Pero de nuevo me desinflé en un par de seguros. Claramente estoy en peor forma que hace 2 años cuando también le di un par de pegues. A partir de ahí tuve que descansar prácticamente en cada chapa.
Después de 1h llegué a la cadena y bajé por la vía de al lado, Dimes y diretes, 6c, poniendo las cintas para que Carlos le diera un pegue de 2º. Poner las cintas mientras bajas en una vía extraplomada no es una tarea sencilla, hay que balancearse y apuntar bien para colgar la cinta en el momento que te acercas a la pared, agarrarla y pasar la cuerda por ella. Mis pobres brazos apenas podían sujetarme el tiempo suficiente para pasar la cuerda así que me costó bastantes esfuerzos conseguirlo. Afortunadamente Carlos me perdonó las 3 últimas chapas. Él consiguió subirla descansando sólo en un par de ocasiones.
Y aquí dimos por terminada nuestra jornada de no-escalada: Carlos 3 pegues, yo sólo 2. Nos fuimos a dar un paseo por el río.
Bajaba tanta agua que teníamos que descalzarnos prácticamente en todos los vados. Nos paramos en un remanso del río bien alejado del último sector de escalada y a la vista de la estética aguja de Cuca Bellostas.
Comimos algo y nos tumbamos a ver pasar el tiempo. Pasadas unas horas, recogimos: llegó el turno de las jarras de cerveza en el primer bar que vimos abierto. Y de ahí, a casita. Esto es escalar, sí señor.
Tampoco madrugamos, ¿para qué? Con un par de horas de escalada nuestros antebrazos no podrán moverse. Había muy poca gente, de hecho pudimos aparcar en pleno pueblo, en la plaza de la fuente. Se me olvidó la guía de escalada así que nos fuimos a una zona conocida: el Pince Sans Rire.
Es una cueva a la que se accede después de cruzar el río y de subir una fuerte pendiente a través de una pedrera que te deja sin aliento.
El lado izquierdo está siempre en sombra, protegido del fuerte calor que hacía al sol. Después de refrescarnos y de secarnos el sudor atacamos directamente a la vía Chia Bambino, 6a+, 20m. Carlos empezó de primero, pero no estaba muy fino y tuvo que pararse varias veces. Yo aún estuve peor: en la 3ª chapa tenía ya los brazos como morcillas. Decidí bajarme para no reventarlos y poder hacer un segundo intento. Carlos la subió después de 2º y luego llegó mi turno.
Pero de nuevo me desinflé en un par de seguros. Claramente estoy en peor forma que hace 2 años cuando también le di un par de pegues. A partir de ahí tuve que descansar prácticamente en cada chapa.
Después de 1h llegué a la cadena y bajé por la vía de al lado, Dimes y diretes, 6c, poniendo las cintas para que Carlos le diera un pegue de 2º. Poner las cintas mientras bajas en una vía extraplomada no es una tarea sencilla, hay que balancearse y apuntar bien para colgar la cinta en el momento que te acercas a la pared, agarrarla y pasar la cuerda por ella. Mis pobres brazos apenas podían sujetarme el tiempo suficiente para pasar la cuerda así que me costó bastantes esfuerzos conseguirlo. Afortunadamente Carlos me perdonó las 3 últimas chapas. Él consiguió subirla descansando sólo en un par de ocasiones.
Y aquí dimos por terminada nuestra jornada de no-escalada: Carlos 3 pegues, yo sólo 2. Nos fuimos a dar un paseo por el río.
Bajaba tanta agua que teníamos que descalzarnos prácticamente en todos los vados. Nos paramos en un remanso del río bien alejado del último sector de escalada y a la vista de la estética aguja de Cuca Bellostas.
Comimos algo y nos tumbamos a ver pasar el tiempo. Pasadas unas horas, recogimos: llegó el turno de las jarras de cerveza en el primer bar que vimos abierto. Y de ahí, a casita. Esto es escalar, sí señor.
PD1: al pasar por Argües hicimos una paradita en la panadería Begoña para comprar un empanadico de manzana para cada uno: umm, tremendo.
PD2: no me quito la vía de la cabeza, no paro de pensar en sus pasos (poner bien los pies, estirar los brazos, equilibrar el cuerpo en la entrada de la fisura, buscar la oreja dentro de la fisura, pedazo canto nada más superar la fisura, la regleta final antes de llegar a la reunión...), y ya me he propuesto encadenarla antes de que acabe el verano. Veremos si lo consigo.
7 comentarios:
Hola! No quiero ser cenizo, pero aparcar en la plaza de la fuente está prohibido. Hay que ser respetuoso con las señales... si no, nos darán por el cucufate (a los escaladores)
Hola! Lo siento, pero ni siquiera me había fijado que hubiera una señal que lo prohibiera porque siempre he visto coches y furgonestas aparcados ahí.
Gracias por el aviso!!
Empieza la temporada rodellarensis...!!!!!!!! Yuhuuuuuuuu!!!!!!!!!! jajajajaj
hastq la vista alpinistaaa
me cagüen la mar si es que no paras agüeloooo!!! un saludo
bah, ya has visto lo q hago: cañones y un par de pegues a una vía. No es para tirar cohetes, pero al menos me lo paso bien!!!!!
eso es lo que cuenta
Estoy contigo Chema!!
Saludicos y hasta la vista alpinistaaaaassssss
Publicar un comentario