sábado, 24 de mayo de 2008

La Sierra de Algairén

Este finde toca acabar ya la programación, toca quedarse en casita. Las opos están ya a la vuelta de la esquina y no puedo retrasarme más. Entre semana apenas encuentro tiempo para dedicarle a las opos, así que no me queda más remedio que hacerlo los findes.
Por ejemplo, este miércoles pasado, 22 de mayo, me fui a la Sierra de Algairén a preparar una excursión que haré, por el mismo sitio, dentro de una semana con los alumnos de 4º de la ESO y 1º de bachillerato. El objetivo de la salida es que aprecien el entorno natural más cercano a ellos y que sepan reconocer unas pocas plantas medicinales. Como yo de eso no tengo ni idea, solicité la ayuda de un compañero, Paco Bernal, del instituto de La Almunia donde estuve trabajando el curso pasado. Es profesor de educación física, pero todo un experto en botánica, especialmente en plantas medicinales. Quedamos en la puerta del instituto a las 14:30, nada más acabar sus clases. Allí nos esperaba también un vecino de su pueblo, Miguel, que quiso acompañarnos.
La ruta empieza en Alpartir y acaba en Almonacid de la Sierra. Así que llegamos en dos coches hasta Almonacid, allí dejamos el mío (con los intermitentes puestos toda la tarde) y nos fuimos con el de Paco hasta Alpartir. Paco se cambió de calzado antes de empezar a andar y se puso unas botas de trekin, cosa que me extrañó, porque ya llevaba zapatillas de trekin, que es lo que teníamos también Miguel y yo. Más tarde averigué el por qué de este cambio.
La ruta sale del pueblo por una pista ancha, apta para vehículos, hasta un lugar llamado la explanada, donde la pista se convierte en senda, en algunos tramos bastante cerrada por la abundante vegetación crecida gracias a las abundantes lluvias de estos días. El que también estaba crecido era el río Tiermas, cuyo valle seguimos durante 3 horas, y que tuvimos que vadear nada menos que 14 veces. En la primera Miguel y yo intentamos mojarnos lo menos posible mientras Paco lo atravesaba muy ufano con sus botas. Pero pronto estuvimos todos igualados porque el agua nos llegaba, en ocasiones, hasta la pantorrilla. Antes de dejar el bosque, pasamos por delante de una edificación que estuvo ocupada en tiempos por una comuna de hippies, alejada del pueblo, sin agua corriente ni electricidad, se autoabastecían, al parecer, con un pequeño huerto.
Una vez salimos a un descampado se llega a una bifurcación, la senda de la derecha sube hasta la fuente de la teja (casi seca) y la de la izquierda nos lleva a atravesar por última vez las limpias aguas del Tiermas.
A partir de aquí empieza una subida, no muy fuerte pero sí mantenida, que nos lleva hasta un collado, donde se coge un camino a mano derecha que en diez minutos nos deja en un estupendo mirador natural desde donde se divisa toda la explanada del valle del Ebro.
Almonacid de la Sierra
Durante toda la subida no pude en ningún momento ponerme en la cabeza del grupo a pesar de que mi dos acompañantes me sacan entre 15 y 20 años.
La bajada hasta Almonacid es muy sencilla, al principio discurre por una senda empinada que al llegar a un collado y girar a la izquierda se convierte en una ancha y cómoda pista.
Mis dos guías: Paco y Miguel
En una curva muy cerrada se encuentra una estupenda fuente donde descansamos, al fin, nos refrescamos y comimos un breve tentenpié antes de continuar hasta el pueblo atravesando viñedos y almendros.
Al fondo, la Sierra de Algairén
En total, 5 h y cuarto de caminata por unos parajes estupendos. No está mal para pasar la tarde de un miércoles. Como recompensa final nos sentamos en la terraza de un bar en la plaza de Almonacid a dar cuenta de unas merecidas cervezas.
Os dejo sólo un par de "piezas" del preciado botín que obtuve durante el recorrido:
MadreselvaOrquídea

4 comentarios:

Juan korkuerika dijo...

No paras Iñaki... para que luego te digan agüelo jejejejeeje
Hasta la vista alpinista

Anónimo dijo...

Pero si iba detrás de mis 2 "guías" todo el tiempo sin poder adelantarles en ningún momento!!!!
Qué fieras!!! jjjj

Anónimo dijo...

Esto de las plantas es muy importante. No hay que olvidar que como gente que le gusta la montaña no sólo tenemos que disfrutar de la actividad física sino que la naturaleza nos ofrece un montón de ocio adicional. Y cuanto más la respetemos más disfrutaremos del montañismo, escalda...

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, reyjah: hay muchas actividades que se pueden realizar en la montaña. No tiene por qué ser todo escalada (aunque sea lo que más nos gusta).