martes, 12 de octubre de 2010

Pedaleando bajo la lluvia



Dos locos muy locos

Miro hacia fuera de la cueva mientros aseguro a Juan y tengo la sensación de que no pasa el tiempo. La misma niebla, la misma humedad y el mismo frío que hace un año y medio. Es como si no me hubiera movido de este lugar en todos estos meses. Tengo que venir algún día con solecito para despejar de mi mente estas sensaciones. Pero va a ser difícil, porque al igual que me ocurre con Masmut, sólo voy a este sector como último recurso frente al mal tiempo. Esta vez la idea no partió de mí, sino de alguien mucho más sorprendente: la salida a Montrebei del Grupo de Tecnificación de Alpinismo de Aragón se había suspendido por mal tiempo y Juan se había quedado, como casi todo el mundo, sin planes y teniendo aún fresca la resaca artificiera (Luke, ten cuidado con el lado oscuro de la fuerza) vivida con el Pelut no se le ocurrió otra cosa que proponerme unos días de artificial a resguardo de la lluvia.
Salimos el sábado al mediodía, me pasó a recoger con su súper furgo y después de dar 3 o 4 vueltas alrededor de Balaguer conseguimos llegar a Vilanova de Meiá.
A pesar de que era ya tarde, pasadas las 6, y de que quedaban pocas horas para que anocheciera nos acercamos al sector del Pilar del Segre para observar el comienzo de la vía Ferrán Olivé a la que Juan tenía muchas ganas. Nada más aparcar la furgo Juan se encontró con amigas que iban a apurar las últimas horas de luz escalando en el sector del Contrafuerte y nos invitaron a unirnos. Pensando que iba a ser quizás la única oportunidad de escalar en todo el finde nos fuimos con ellas. Se suponía que íbamos a hacer sólo quintillos, y las primeras chapas de la vía que elegimos incluso parecía más fácil, pero en el único paso vertical y de agarres sobados me atasqué y al final tuve que acerar dos cintas como un vellaco para llegar a la reunión. Mi honor mancillado quedó ligeramente repuesto cuando Juan tuvo que mangar magnesio para superar también ese pasito. La otra vía que hicimos no tenía ningún paso tan durillo, pero era un poco más mantenida en el grado que la anterior. Recogimos todo con las frontales y nos fuimos a cenar. Juan va bien preparado y cenamos como señores con mesa, sillas y buen vinito. La cena se animó y a la mañana siguiente tenía una señora resaca que no me dejaba levantar de la silla. Nada que un gelocatil no pudiera resolver.
Ni la lluvia ni el dolor de cabeza nos desanimó tanto como para impedirnos acercarnos a la Cueva de los Monjes y atacar el primer largo de la Naranja Mecánica.

Plano general de los sectores de escalada de Vilanova de Meiá
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Actividad: La naranja mecánica
Lugar: Vilanova de Meiá (Lérida), sector La cueva de los monjes
Participantes: Juan "rastas" y el "agüelo"
Fecha: Sábado 9-Lunes 11 de octubre de 2010
Dificultad: A3
Tiempo: más de 4 h (al menos para gente poco habituada como nosotros) para equipar y otras tantas para recuperar el material.
Equipación: semiequipado (varios puentes de roca, algunos con cordón de zapatos, un par de clavos, un roñoso bong, un par de parabolts y varios buriles en buen estado).
Material: 30 cintas exprés, juego completo de friends y fisureros, una docena larga de clavos (uves, universales y planos sobre todo), falcas y el equipo normal de artificial: estribos, daisys, rodilleras, arnés de pecho, maza, casco, cuerda auxiliar, etc.
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Para llegar al sector hay que desviarse a la derecha y coger una pista unos metros más allá del depósito de agua para los helicópteros anti-incendio. Se sigue la pista durante un par de kilómetros y se deja el coche en una curva a la derecha, pegado a una caseta de piedra. Allí nace un perdedor camino que en media hora nos deja en la boca de la cueva.
La súper furgo de Juan y al fondo la Cueva de los Monjes

La vía empieza al fondo de la cueva, encima de un viejo muro. La primera mitad discurre en diagonal ascendente de derecha a izquierda por terreno fuertemente extraplomado., superando goteantes chorreras y placas. La vía no tiene descansos y los riñones acaban machacados después de estar tanto tiempo colgado del arnés. A mitad de vía hay que tener cuidado de no girar hacia la derecha, hacia un cordino y unos atrayentes parabolts porque ese material es de otra vía. Se sigue subiendo en diagonal hacia la izquierda, ahora por una fisura rota, y tras superar un parabolt nos encaramamos verticalmente siguiendo la fisura hasta llegar a la reunión, también colgada e incómoda bien equipada con 3 parabolts.
Como no teníamos guíndola, Juan unió la cuerda auxiliar con la cuerda que le aseguraba y rapeló hasta el suelo. Recuperó el resto de la cuerda con gran esfuerzo debido al enorme rozamiento que hacía la cuerda con tanta travesía y me aseguró a mí desde el suelo, en la entrada de la cueva. Empecé bien a desmontar el largo, pero pasada la mitad me tropecé con una uve que no quería salir de ninguna manera y la noche se echaba encima. Así que me descolgó Juan, dejamos el material allí y volvimos al día siguiente a terminar la faena. El lunes me tocó "jumarear" 3o m hasta el último punto y vuelta a darle martillazos a la uve. Después de casi una hora, y con los brazos echos fosfatina, por fin el clavo salió. Sin más complicaciones llegué a la reunión, la desmonté y después de unir las dos cuerdas, rapelé. Ya era muy tarde para atacar a la Mandarina Manual, así que después de que Juan me enseñara a hacer un doble pescador bien hecho y de ordenar el material nos bajamos al coche y paramos en el merendero de la Font de la Figuera a comer antes de coger carretera de vuelta a casita. El mal tiempo de todo el puente volvió a hacer acto de presencia amargándonos la comida. La lluvia y las nubes no nos abandonaron hasta llegar a las proximidades de Lérida y el resto del camino hasta Zaragoza lo hicimos bajo un extraño y añorado sol.

Juan preparándose para adentrarse en el lado oscuro
Colocando el primer clavito
Comienza la diversión y el extraplomo
Ji ji ji, qué bien me lo estoy pasandoooooo...
Piazo de extraplomo...
... que se convierte en techo
Por fin, reunión!!!!
Juan "vibrando" mientras rapelaba de su vieja cuerda de 8,5 mm
Mi turno
Haciendo de murciélago espatarrao
Disfrutando del solecito
Ainxxx, ¡qué duro es esto de "jumarear"!
Rapelando sin manos
El mejor rápel volado que hecho hasta ahora
El merendero antes del diluvio con el impresionante paredón de Roca dels Arcs justo encima

5 comentarios:

Juan korkuerika dijo...

qué reportaje Agüeloooo!!! Por cierto la cuerda aux era de 8,1 y te dire que el gayumbel ha sido para tirar pues estaba acortonadico de palomino jijijijiji
Un abrazo y hasta la vista alpinistaaaa

Anónimo dijo...

que craks,, me alegro de que fuera bien.. nos vemos

Alex

pincho dijo...

Diosss!!

Escalar con guantes, maza, clavos, escaleras...

Con lo que me van a mi las "chapuzas" si me insistes un poco me paso al lado oscuro.

Enhorabuena por la actividad!

Vane dijo...

Agüelo vaya nivelon!!
Yo he ido a escalar con resaca y he hecho la risa, pero lo tuyo tiene mérito con un gelocatil! Ya me darás uno de esos..

Iñaki dijo...

Vanesa la clave está en la fecha de caducidad del gelocatil!!
Juan, voy a tener q reconocer q perdí la apuesta: mi compi asegura tb q los edulis tienen la esponja mayoritariam blanca... en fin.