domingo, 30 de mayo de 2010

Vía José Antonio Sanz (6a+) Riglos

La pereza a coger de nuevo los esquís y ponerme a foquear con el calor que había hecho durante toda la semana en Zaragoza me impedía aceptar el plan de Álex de ir al Aneto. Y en plena parálisis de decisión me llamó el viernes Abel para ponerme el caramelo en la boca: Riglos. No dudé en aceptar. Todo encajaba: levantarse tarde, calor, roca, Riglos... Volver a Riglos siempre es un privilegio y si es a hacer una ruta nueva, mejor que mejor. Pocas vías de mi nivel (umm, nivel, ¿qué nivel? Pero, ¿tú tienes nivel, agüelo?) me quedan por tachar ya en Riglos. Esta vez, además, Abel quería hacer la vía de un amiguete, Carmelo, así que cabían pocas dudas. La vía en cuestión es la Torrijos al mallo Visera. Fue la primera ruta que se abrió en este mallo en 1971 y no sube a cima. Empieza a la derecha de la Mosquitos, por una evidente fisura que tiende a ir hacia la derecha. La vía ha sido reequipada hace poco el autor y por eso nos animamos a intentarla. De todas maneras se nota que la vía la hacen pocos escaladores porque hay que hacer un poco el jabalí en los últimos metros del camino para llegar a ella.
La vía empieza con un fuerte extraplomo y después de unos breves intentos Abel saca el estribo y empieza el festival de aceros a lo largo de toda la primera tirada. Acaba tan aburrido de no poder escalar en libre en ningún momento debido a la mala calidad de la roca que decidimos bajar en cuanto llego a la reunión. De hecho yo subí sin apearme en ningún momento de mis estribos y el único paso con un pelín de estrés es la llegada a la reunión, cómo no. Menos mal que Abel me lanzó una buena cinta larga y lo evité también.

Estética cigüeña, se nota que tiene buena base en artifo
Alguno de los intentos de ir en libre
El agüelo subiendo silvando de estribo a estribo, así no hay estrés

Para no perder mucho tiempo Abel propuso ir al cercano Mallo Melchor Frenchín (o Punta Sin Nombre). Allí hay dos vías, ambas de parecida dificultad: 6a+, que han reequipado, no sin polémica, hace unos años con gran cantidad de parabolts, especialmente en los pasos duros donde las chapas es cierto que están literalmente a metro, quedándose ahora el grado obligado en V+/A0. Ya hice con Abel hace unos años la Currucuclillo, que discurre por la izquierda del Mallo, y por eso nos fuimos a hacer la vía de al lado, la José Antonio Sanz.
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Vía: José Antonio Sanz
Mallo Melchor Frenchín (Riglos)
Dificultad máxima: 6a+
Grado obligado: V+/A0
Calidad de la roca: buena
Extensión: 220 m divididos en 8 largos (se pueden empalmar varios largos si se tiene mucho cuidado de evitar zetas con la cuerda)
Material: 15-17 cintas exprés
Duración: 5h para paquetes, para el resto 4 o menos
Cordada: Abel y agüelo
Fecha: sábado 29 de mayo de 2010
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La ruta actual no coincide mucho con la original ni en el trazado ni en el carácter de la vía, ahora mucho menos expuesta y muy repetida y antes prácticamente olvidada. A pesar del enderazamiento que sufrió por parte de los reequipadores, el trazado aún sigue siendo sinuoso a través del mar de panzas que es esta pared y nuestra idea original de intentar empalmar largos para ahorrar tiempo se vio rápidamente truncada al ver el rozamiento que hacían los numerosos seguros sobre la cuerda. Terminamos haciendo finalmente 8 largos hasta la cima en 5 h (sin mi en la cordada seguro que se puede quitar al menos una hora). Como hay tanto parabolt hacen falta muchas cintas o saltarse algún seguro, a elegir. Nosotros llevamos 17 cintas y apenas nos sobraron en ningún largo.
De la vía original sólo quedan ya algunas reuniones con los súper seguros
de entonces. Foto tomada del siguiente blog

Independientemente del cambio sufrido por la vía, ésta sigue presentando unas impresionantes vistas sobre el vecino y terrorífico mallo Visera que disfrutamos a lo largo de todo el recorrido. Le dejé a Abel la tarea de abrir todos los largos, excepto el penúltimo. Miré hacia arriba, me pareció asequible y en un arrebato de locura le dije a Abel que iba a darle yo hasta donde pudiera. Sin darme tiempo a arrepentirme cogí el material y tiré para arriba. Iba acerando todos los pasos difíciles hasta que llegué al único paso duro que no pude acerar y allí me quedé colgado estudiando el paso, mirando al siguiente parabolt a ver si lo convencía para que bajara un poco: pruebo por la izquierda, nada suficientemente bueno; por la derecha, tampoco; saco el estribo, sigo sin subir mucho. Se me cruza por la mente montar allí reunión, colgado de un parabolt, y dejar que Abel me saque de este atolladero. Pienso en otras situaciones parecidas y decido intentarlo, por lo menos intentarlo una vez de verdad. Me suelto del parabolt, me agarro a los mismos agarres que había probado varias veces en los últimos 20 minutos, subo pies, estiro la mano izquierda y... bingo, algo bueno. Chapo rápidamente y sigo subiendo maldiciéndome a gritos por ser tan cagueta. Media hora paralizado, atascado, y apenas una apretada y salgo sin más problemas.
La bajada se realiza andando. Primero hay un corto destrepe hasta el collado y luego una trepadilla hacia el norte hasta llegar a la loma que nos conduce a la cima de la Visera. Desde allí hay que seguir un marcado sendero a través de una empinada loma que nos conduce al bosque de bojs y ya sin pérdida otro sendero recorre a media ladera el mallo hasta un collado donde enlaza con el camino que recorre los mallos y que nos deja al pie de la pared.
En el párkin nos encontramos con Quique Gracia y su pareja, habían venido a disfrutar de las fiestas. Nos ofrecieron comida y pudimos recuperar energías después de una agradable pero larga jornada riglera. Desgraciadamente el tentempié no sirvió para aliviarme el tirón en el gemelo izquierdo que sufrí de tanto apretar, je je. Una lesión que ya arrastro desde hace un año y que parece dispuesta a queres convivir conmigo un poco más.

Abel en el L1, al fondo las numerosas cordadas por todas las vías de la Visera
El agüelo llegando a la R1, espachurrando bolos
Dos épocas, dos estilos: Armand Ballart trepeteando por la misma vía
hace unos años en ZAPATILLAS, foto tomada del siguiente
blog
Disfrutando de los bolos, cuando los hay
El agüelo liderando la cordada: ¿estamos todos locos?
Cima
La cima del Mallo Melchor Frenchín, visto desde el collado.
A la izquierda el lado oeste de la Visera

4 comentarios:

Vane dijo...

Vaya nivel agüelo!! La próxima de primero y sin acerar que luego se hace dificil el volver a escalar

Iñaki dijo...

6a+ sin acerar??? estamos locos, u qué???? anda q no tengo q escalar aún para no liberar esas cosas!!!!

pincho dijo...

Me me ha comentado un pajarico que no hay quien te pare con los estribos!!

Enhorabuena por la via.

Ya te pediremos consejo de si ir o no.

Iñaki dijo...

je je, una cosa es pedalear y otra escalar, je je. en esta vía no utilicé el estribo, lo intenté xo no me sirvió para nada. en la otra, bueno, eso fue una pedaleta continua, je je