Nueva sesión de entrenamiento en Formigal, pero esta vez con Abel. Sí, Abel forzado por las lesiones ha estrenado por fin sus tablas de esquí. Dejamos los madrugones para jornadas más interesantes y como el valle de Espelunciecha me lo tenía ya muy visto, nos cambiamos al de Sarrios para no repetirnos demasiado. Iniciamos la subida hacia el collado de Izas siguiendo la pista azul de Sarrios. El foqueo era sencillo porque el piso era regular y la nieve estaba dura,
pero en seguida nos desviamos por la ladera derecha fuera de pista y entonces salieron a relucir todas nuestras limitaciones: cualquier vaguada o pendiente un poco más pronunciada se convertía en una dificultad que nos exigía toda nuestra atención. En cuanto nos cruzamos con la pista Pico Royo nos dejamos de aventuras y volvimos a la trillada y facilona pista hasta el collado al que llegamos después de 1:30 h y poco más de 400 m de subida (je je, aproximadamente el doble de tiempo que tardó David el domingo pasado).
Descansamos un poco mientras hacíamos fotos a las preciosas vistas del valle de Izas
y realizamos la transición para bajar (quitar y doblar las focas, apretar las botas y cambiar las posiciones de las fijaciones) con muuucha tranquilidad. El descenso fue un poco complicado para Abel después de varios años sin deslizarse por la nieve y terminó un poco desilusionado.
Tanto que una vez de vuelta al párkin ya no quiso volver a calzarse los esquís con la misma escusa que yo le puse a David hace unas semanas, que ya era suficiente para la jornada de estreno de temporada (yo le entendí perfectamente) y se dedicó a tomar el sol al resguardo del frío viento mientras esperaba a que yo subiera foqueando hasta la zona Cantal en 20' y bajara en sólo 3 (una ruina caracolera esto del esquí de travesía, je je).
pero en seguida nos desviamos por la ladera derecha fuera de pista y entonces salieron a relucir todas nuestras limitaciones: cualquier vaguada o pendiente un poco más pronunciada se convertía en una dificultad que nos exigía toda nuestra atención. En cuanto nos cruzamos con la pista Pico Royo nos dejamos de aventuras y volvimos a la trillada y facilona pista hasta el collado al que llegamos después de 1:30 h y poco más de 400 m de subida (je je, aproximadamente el doble de tiempo que tardó David el domingo pasado).
Descansamos un poco mientras hacíamos fotos a las preciosas vistas del valle de Izas
y realizamos la transición para bajar (quitar y doblar las focas, apretar las botas y cambiar las posiciones de las fijaciones) con muuucha tranquilidad. El descenso fue un poco complicado para Abel después de varios años sin deslizarse por la nieve y terminó un poco desilusionado.
Tanto que una vez de vuelta al párkin ya no quiso volver a calzarse los esquís con la misma escusa que yo le puse a David hace unas semanas, que ya era suficiente para la jornada de estreno de temporada (yo le entendí perfectamente) y se dedicó a tomar el sol al resguardo del frío viento mientras esperaba a que yo subiera foqueando hasta la zona Cantal en 20' y bajara en sólo 3 (una ruina caracolera esto del esquí de travesía, je je).
Va a ser difícil volver a ver de nuevo a Abel sobre unos esquís porque esquiar le motiva tanto como a Chema la deportiva.
P.D. David, ¡ya tengo solucionado el problema de la rozadura en mi espinilla!
2 comentarios:
Bueno, que buen dia tuvisteis, no?
Abel,si te cojo... no podemos permitirnos perder una joya del alpinismo burgales sobre tablas, a practicar, ya veras como le coges el gusto...a caer, rodar, doblar los bastones,...
que si hombre, que no todo va a ser apretar!
Que gracia, Iñaki de maestro de ceremonias, eso esta bien, a entrenar, que solo os doy un finde mas de ventaja, al siguiente directos a Gavarnie! a por hielo y nieve!
Te hubieras partido viéndome dar consejos a Abel: flexión, extensión, echa el peso hacia adelante... je je
Fue una sensación extraña ver a Abel todo el rato detrás de mí, tanto en la subida!!! como en la bajada.
Necesitamos más entrenamiento, Davidddd
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