domingo, 10 de mayo de 2009

Mezalocha. Vía de los gregorianos

3 de mayo de 2009
El domingo pasado me fui solito a Mezalocha a practicar todo lo que había aprendido en las jornadas de artificial de Vilanova. Además quería probar a jumarear con mis dos puños. En las jornadas me enseñaron a hacerlo con un puño para los estribos y un croll para el arnés. El croll es bastante más pequeño que un puño, pero funciona exactamente igual. Así que quería comprobar que subir con dos puños no iba a ser demasiado estorbo antes de comprar un croll que quizás no iba a necesitar.
Mezalocha es una de las escuelas más antiguas que hay en Aragón, está relativamente cerca de Zaragoza y tiene enormes paredes en un paisaje estupendo: el pantano del río Huerva.
Panorámica del pantano de Mezalocha;
a la derecha al final de la pared se encuentra la cueva de la vía
¿Por qué entonces no va nunca nadie? Por la pésima roca: se cae toda. Hay sólo un par de vías que la gente repite con cierta frecuencia y el resto de las paredes están casi vacías. Hace unos meses se editó en formato digital una guía de escalada de Mezalocha en un intento por revitalizar un poco la zona entre los escaladores de hoy en día. A la vista de lo que me encontré el domingo pasado no parece haber alcanzado, de momento, su objetivo. Pero gracias a esa guía descubrí vías interesantes para hacer en artificial al otro lado del embalse, en su margen derecha.
La cueva donde se encuentra la Vía de los gregorianos
Entre esas vías está la Vía de los gregorianos, en una cueva al final de la pared. Ya la había hecho el año pasado y sabía que estaba totalmente equipada, así que era perfecta para gastar una mañana de domingo sin nada más que hacer.
Recorrido de la vía
En apenas 20 minutos de aproximación me planté sudando como un perro al pie de la vía. Como no tengo ningún asegurador para escalar en solitario utilicé el clásico sistema de los nudos, muy en consonancia con la zona. Afortunadamente los dos primeros seguros son parabolts y pude asegurar la cuerda con total garantía. En apenas 40 minutos ya había subido la mitad de la vía, aproximadamente. Eché un vistazo al reloj y los metros que aún me quedaban por superar. Quería llegar pronto a casa porque a las 16:00 empezaba la final del Masters 1000 de Roma entre Nadal y Jokovic y quería verlo, así que fijé la cuerda y rapelé hasta el suelo. Y empecé a preparar todo el material para jumarear: el contrapeso para mantener la cuerda tensa (un martillo y varios clavos), los puños, los estribos, etc. Probé un par de pasos y todo parecía correcto, subí hasta el seguro donde había fijado la cuerda y no noté ningún estorbo especial. Volvía a rapelar y comencé a subir de nuevo la vía para recuperar las cintas que había dejado. Puse un maillón y rapelé por última vez.
Autofoto desde el punto donde fijé cuerda
Satisfecho con la prueba me largué con viento fresco (ya me hubiera gustado: ¡menudo socarrina hacía!), y llegué por los pelos para ver el comienzo del partido.
Hoy pensaba haber ido a recuperar el maillón, pero me he levantado tarde y he decidido gozar de unos de los placeres que menos disfruto últimamente: un desayuno sentado y relajado. Sin prisas. Entre semana me levanto con el tiempo justo para ducharme y me toca desayunar a toda prisa y la mayoría de los fines de semana salgo a escalar o a esquiar o a cualquier otra actividad que me obliga a madrugar y desayunar también a la carrera. Hoy no.

3 comentarios:

chema dijo...

ya me tendras que enseñar a usar estas tecnicas que yo desto no controlo mucho.Un saludo

Iñaki dijo...

cuando quieras, q mezalocha está a un paso!!!

Guille dijo...

ola iñaki. Que buena la via, la verdad que llevo tiempo obserbandola, es mi pueblo jeje..algun dia me decidire a probarla me fije que se podia asegurar en tope rope, pero me gustaria saber como lo hiciste tu. 1 saludo te dejo mi email gnavazgz@hotmail.es