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sábado, 14 de octubre de 2017

Sextea que algo queda

Las paredes de Devotas impresionan de verdad

La flojera se ha apoderado de mí en los meses de verano, mi excusa más repetida es el calor, así que ni acercarme a nada parecido a un séptimo. ¿Para qué? Toca resignarse y esforzarse por volver a estar en forma y mientras tanto a sufrir y pelear para encadenar sextos. Y nada de hacer 6 o 7 en el día, 4 pegues y fundido. 3 pegues para sacar un 6b, Barman, en Foz, y ale me vengo abajo. 6b a vista en Devotas (¡qué maravilla de muro!, ¡quién estuviera fuerte para escalar allí!), y me digo pues no estoy tan mal. A tope de ánimo de nuevo vamos a Rodellar y 4 pegues para sacar de chiripa un 6b+, snif, vuelta a la realidad. Hoy de nuevo a Foz y otro 6b y nada más. 
Así que, ¡a seguir sexteando!, me dije.

A finales de agosto fui a donar sangre y no pude porque tenía bajos los niveles de hemoglobina. Dieta rica en carne roja, me recomendó la enfermera. Ni el calor, ni la falta de entreno: falta de carne roja. Después de dedicarme unas semanas a seguir estrictamente la prescripción facultativa no sé si mis niveles de hemoglobina han vuelto a la normalidad, pero la fuerza sí. Vuelvo a correr sin jadear y vuelvo a acercarme al esforzado reino de los séptimos. Titán, 7a+, en la Pared de la Cantera de Foz ha sido el primero en caer. Bendita carne roja.

 Sector Jardín flotante en Foz

 Devotaaaas


Semejante visita merecía una cenorra
Los verdaderos titanes que me acompañaron en Foz:
Cristian, David, Jack y Andrés
 Titán en Foz de Zafrané
Probando de segun la vía el primer día

 Cristian en Manolísima
 David en Ponzoñarte

domingo, 2 de julio de 2017

Quedada del Coliseo en Rodellar

Vistas desde Pince sans rire, al fondo el Camino

Introducción:

David "el largo" (como van aparecer varios Davides a lo largo de esta entrada, no me ha quedado otra opción que añadir algo que los distinga, un mote) abrió hace un par de años un tablón de entrenamiento de escalada al que llamó El Coliseo. Desde el comienzo David ha animado a todos los que nos reunimos allí a que salgamos a roca todo lo posible. Por eso ha organizado diversas quedadas en Foz, Calcena y este finde en Rodellar. Y a ésta no podía faltar el agüelo.
Fiel al espíritu del tablón la organización fue sustituida por la variedad: hubo gente que fue el viernes, otros que fueron de sábado a domingo y otros que fueron el sábado en el día; hubo quien durmió en el campin, quien durmió en el Kalandraka, en su furgo o en el parquin; hubo fresquito el sábado y hubo calorcito el domingo. Comida, cena y desayuno cada uno a su bola.

Presentaciones:

 David "el rubio" y su amigo Carlos
 Edu, David "el largo", Goyo y su amigo José Manuel
 Pedro y "Toto"
 Santi, Marta y David "el loco"
Valentín y Héctor
... y por supuesto Jack

Escalada:

Sábado Pince sans rire

Toto en La alimaña de Ocaña, 6b
José Manuel en No hay pico con lagunas, 6b+
David "el loco" en el final de Los hermanos peruanos, 6b+
Santi en la misma vía y David "el largo" en Dimes y diretes, 6c
Pedro en No hay pico con lagunas, 6b+ y Marta en Cia bambino, 6b
Edu, a la izquierda, en Pire en el fire, 7a
David "el largo" en La Pitón, 7c
Marta en el techazo de Esclava laboral, 6c+
Goyo en el comienzo de Pire en el fire...
... y Pedro en los atléticos metros finales de la misma vía
David "el loco" al principio de Esclava laboral
Andrés también se pasó a saludar y a escalar, Cia bambino

Domingo: Callejón
 
Marta en las placas, sí, placas y muy placas, de La más fea de Sevilla, 6c
David "el rubio" en las estéticas chorreras de Pasaba por aquí, 7a

lunes, 8 de mayo de 2017

Rodellar sin gente... y sin calor


El camino solitario

... y sin encadenes, snif, pero en Rodellar estos bajones los llevo mucho mejor.
La salida tuvo lugar el fin de semana anterior a Semana Santa con un tiempo estupendo. No es fácil encontrar últimamente compañeros para escalar aquí así que cualquier oportunidad es bienvenida. Por eso cuando se lo propuse a Júnior y respondió enseguida que sí, me llevé un alegrón tremendo. Invitó a otro compi de entrenos, Javi, y los 3 compartimos coche, viaje y charla hasta Rodellar. Javi no fue el único invitado a la fiesta, porque en Rodellar nos esperaban también Fran y Ricardo, que después de unas cuantas dudas, decidieron quedarse y hacernos compañía.
El plan fue el mismo los dos días: empezamos en El camino y luego visitamos otros sectores a la tarde para los que les quedara aún algún gramo de energía en sus antebrazos: Rigole, Nuit de temps o Aquest any sí
Júnior y yo probamos Toma castañazo. Júnior se la llevó al segundo pegue del primer día y fue lo suficientemente generoso como para dejarme volver a el Camino el domingo para que yo pudiera intentarla de nuevo, sin ningún éxito. En todos los casos me caí, de maduro, al poco de chapar el último parabolt: todo un clásico de Rodellar.
Cazos, desplomes, brazos petados... nada más irme ya los hecho de menos.

Júnior en el apretón inicial de Toma castañazo
El abuelo a mitad de la misma vía intentando ahorra pila
Ricardo en Billy el rápido
Fran en La mano que mece el taladro, 6a+, Rigole
 Javi terminó encadenando su vía, Bonnie, 6b+ y le tocó pagar cerves
La alegría del encadenador
L'ombre de la barca, 6b+/c en Aquest any sí
Objetivo M, 6b+ en Nuit de temps
Fran, Javi, Júnior, Ricardo y el agüelo cenando en el Kalandraka

sábado, 10 de diciembre de 2016

Los delirios de un pobre viejo

Atauri en la niebla

Atauri es una de esas zonas de escalada de las que me enamoré a primera vista y a las que no me puedo resistir por muy loco que sea el plan, y el del sábado pasado lo era. Ida y vuelta en un día donde las nieblas amanzaban todo el valle del Ebro. Las amenazas se cumplieron y estuvimos todo el día bajo el gris manto helador de la niebla: durante el viaje, a la llegada al pueblo, durante la aproximación (vimos a un par de vascos que subían y nosotros no íbamos a ser menos), a pie de vía... Pero durante unos pocos minutos estuvimos a punto de triunfar. La niebla dejó paso al sol mientras calentábamos y enseguida cantamos victoria. Desgraciadamente, empezamos a chuparnos las pollas demasiado pronto porque enseguida subió la niebla y se pegó como una lapa a las paredes y no nos abandonó ya. Mala suerte porque en las colinas vecinas la niebla desapareció.
En semejantes condiciones mis compis se empezaron a quejar de las manos, de lo fría que estaba la roca, etc. y pronto nos bajamos al bar a reponer ánimos.

Tono encadenando al sol Delicatessen, 6b
El grupo aterido por el frío

Al día siguiente había quedado para ir a Rodellar con David. Después de sus encadenes quería darme la oportunidad de llevarme Pequeño Pablo y el plan era quedarnos en Egocentrismo, aunque él tuviera poco que hacer allí. Al plan se nos unieron Fran y Toto, ambos del tablón de David, el Coliseo.
Debe ser que me hago más viejo de lo que yo creo, porque enseguida me hice ilusiones de que podía terminar este estupendo año encadenando un segundo 7b. Pero la realidad no entiende de ilusiones y la vía me dejó de nuevo cerca y lejos. Necesitaría visitarla con más asiduidad, como hice con el resto de vías que voy encadenando, para poder tener opciones. Intentándola una vez al año va a ser difícil.
Rodellar, por otro lado, nos regaló una solitaria jornada otoñal, totalmente alejada del bullicio veraniego. Un lujo. Una razón más para volver.

Toto y Fran alucinando en su primera visita a Rodellar
David calentando en De 8 a 14, 7a
Fran probando por primera vez los desplomes rodellarienses
Toto en acción en la misma vía
Nada como acabar el día con risas