sábado, 30 de abril de 2011

Morata 2011 (VI)

Vista general del sector
Otro día más morateando (y van... uf, unos cuantos ya). Esta vez el acompañante ha sido César, un ex-alumno de cuando trabajé en el Pablo Gargallo. La meteo era mala para hoy y para todo el puente, pero César tenía muchas ganas de salir a roca y sin madrugar, nos hemos aventurado a salir. A pesar de todas las nubes que han ido y venido todo el día, nos hemos librado de la lluvia hasta estar de vuelta en la autovía. Para variar un poco y para evitar aglomeraciones de gente hemos ido a conocer un sector nuevo, El Jardín del Edén. Para nuestra sorpresa nos hemos encontrado con un grupillo que también ha pensado lo mismo. El sector no es muy grande, pero más que suficiente para un día tan impredecible como el de hoy, y de buena roca.
Hemos escalado Noroeste clásica, V, Robert Long´s Crack, V+ (con un paso fino en el diedro), Marea Roja, 6a+ (un precioso diedro rojo muy disfrutón) y por último Original, IV+ en la Aguja del Paraíso donde no hemos disfrutado de la vía, pero sí de las vistas desde su cima.
Sólo 4 vías de nuevo, pero que nos han dejado muy buen sabor de boca: a César porque se ha reecontrado con la roca y a mí por haber encadenado un 6a+ (algo que no sucede todos los días, por desgracia). Además, la ruleta de la autovía ha salido impar y no hemos sufrido ninguna retención por lo que las cerves en un bar del barrio nos han sabido aún mejor.

César atacando Noroeste clásica
El agüelo a punto de terminar Marea Roja
La viva imagen de la satisfacción
César peleándose con el diedro
César en la vía Original a la Aguja Paraíso
Celebrando la jornada

miércoles, 27 de abril de 2011

Morata 2011 (V)

En el bar La Plaza
Esta temporada parece que toca Moratear más que nunca. Esta vez fui con Ana, una compañera de Montañeros de Aragón. Intenté seguir con mi asedio a la Gran Placa, pero un nutrido grupo de guiris franceses (¿qué les ha dado a los guiris con Morata últimamente?) copaba la zona, así que nos tuvimos que mudar a otro sector y elegimos El Macizo de Alí. Allí tenía una de mis bestias negras, Poncio Rocola (V). La primera vía que intenté hacer cuando acaba de empezar a escalar hace ya casi 6 años. Por supuesto se me resistió. Ya era hora de saldar deudas. Ana no se opuso así que empezamos por ella. Luego nos movimos hasta el Juez Soez, 6a, que se lo curró Ana como una campeona y yo sólo tuve que hacer lo que ella hizo (menudo aleje tiene esta vía entre la 3ª y 4ª chapa). Pronto empezó el baile del sol: ahora me oculto, ahora salgo y os hago sudar. Esta vez tocaba sudar y decidimos movernos a la única sombra posible a esas horas, la Pared Perdida. De camino hacia allí se nubló, refrescó y decidimos parar en el Puente de Roca. Ana quería atacar Un borde y dos hombrecillos, 6a. Me sigue pareciendo igual de disfrutona que la primera vez. El sol siguió jugueteando y nos cambiamos a El bordillo que se comió mis dedos. Ana le tenía ganas a Me caigo porque estoy maduro, 6b. Ninguno conseguimos hacernos con ella: a Ana se le resistió la panza final y a mi la pulida placa del comienzo. Aquí terminamos de escalar y repusimos las fuerzas con un ligero tentempié que terminó con unas cervezas en el bar La Plaza.
Pero aún nos quedó una última sorpresa, la ruleta rusa de las caravanas de vuelta en la autovía.

Ana al comienzo de Poncio Rocola
Ana peleando la sección más dura del Juez Soez

martes, 26 de abril de 2011

Ordesa al 50%

Brumas sobre las paredes del Gallinero
El pronóstico de la Aemet para Ordesa este pasado dómingo era de un 50% de probabilidades de lluvia y se cumplió: el 50% del tiempo estuvo lloviendo y el otro 50% salió el sol. Je je. Había quedado con dos antiguos compañeros que coincidimos hace años en Fraga y no íbamos a dejar que un poco de humedad vivificante nos estropeara el día. Alberto no había visitado nunca Pirineos y Charo está un poco fuera de forma, así que el objetivo era única y exclusivamente difrutar de un tranquilo y relajante paseo por Ordesa. Sin imponernos ninguna otra meta, llegar hasta donde quisiéramos, hasta donde nos cansáramos. Y así dimos comienzo al día, sin madrugar, desayunando tranquilamente con el sol entrando por los amplios ventanales de la casa de Charo, disfrutando de la compañía, "Sittin' in the mornin' sun /.../ Wastin' time".
Al llegar a Torla nos encontramos con la desagradable sorpresa del habitual cierre temporal en Semana Santa del acceso a la Pradera a vehículos privados. Como íbamos con perro, perra en este caso, la opción de subir en bus estaba descartada desde el inicio y decidimos aparcar lo más cerca posible del Puente de los Navarros y subir hasta la Pradera por el camino viejo que viene de Torla. Fue una elección estupenda porque a Charo y Alberto les encantó este cómodo sendero poco transitado que atraviesa un idílico bosque de abetos y hayas. Un oasis de soledad y tranquilidad en medio del valle más visitado del Pirineo. Sólo faltó más horas de sol para aumentar la magia de las luces de un bosque en pleno proceso de renovación primaveral (las oscuras hojas del pino royo se entremezclaban con las brillantes brotes de las hayas y las peludas yemas floridas de los sauces).
Este imprevisto alargamiento del paseo provocó que no llegáramos más allá de las Cascadas del Estrecho. Había que volver a patita hasta el coche y no era cuestión de cansar en exceso las piernas de mis amigos y machacar la inmensa sensación de satisfación con la que terminamos.

Alberto y Charo en el Puente de los Navarros


Ahh, el Tozal... ¿para cuándo la Ravier?




lunes, 18 de abril de 2011

Morata 2011 (IV)

Descansando a la sombrita (foto hecha por uno de los guiris)
Segunda jornada de asedio a la Gran Placa con idénticos resultados: sigo sin encadenar. Esta vez se animó Abel a salir de casa y comprobar in situ lo paquetes que somos su novia y yo. Bueno, mucho más yo que Ana que consiguió encadenar todas las vías menos una.
Calentamos en una vía apartada, al final de la Pared del Túnel, Nely (5c según el croquis de Aragón en Vertical, pero que a mí me pareció más fácil). Luego nos fuimos a nuestro objetivo. Empecé a sufrir con Cruda realidad (equipada con químicos bastante alejados para mi gusto), seguí penando con Fernando Orús (parabolts rojos) y terminamos con Esclavos del curriculum. Todas de 6a, pero con alguna pequeña diferencia: las dos primeras se dejan hacer hasta llegar a un paso fino, la última nos pareció más mantenida. Por supuesto dejé "caballerosamente" que Ana fuera la primera en probar los 6as y yo subí con las cintas puestas y recordando dónde se había encontrado ella con dificultades y por dónde las había sorteado. En todos los casos me tuve que colgar para poder examinar los pasos duros, descansar y poder llegar a la cadena. En cuanto tengo que dar un paso con malos pies y malas manos se me dispara la ansiedad, los nervios me impiden elegir las mejores opciones, me bloqueo y me cuelgo. En cuanto estoy colgado, tranquilo, todo cambia y empiezan a salir como hongos todas las presas que segundos antes estaban escondidas. Me falta confianza, me falta equlibrio, me falta de tóó. Al menos ahora subo de primero y llego a la cadena sin tener que acerar las cintas.
Compartimos espacio con un grupo de guiris de habla inglesa bastante entretenido que montó más pirulas que los Galve (sólo les faltó un vivac en la Gran Placa). Nos amenizaron la comida.
Al final fueron únicamente 4 vías, pero que me dejaron los dedos de las manos doloridos.

Calentando motores en Neli
Ana metida ya en harina en Cruda realidad
El agüelo en la zona dura de Fernando Orús,
el guiri terminando Llanto de Pasión


jueves, 14 de abril de 2011

Masmut, así sí

Los miebros de la quedada, de izda a dcha y de arriba a abajo:
Jorge Galve, Dani "Bull", Vanesa, Jorge, Javi Galve, Dani Dueso
Ana, Alberto y el agüelo

¡Por fin! Después de 3 intentos previos puedo disfrutar de Masmut sin sufrir la lluvia y sin ir colgado todo el día como un chorizo de la cuerda.
El jueves de la semana pasada acudieron al club unos cuantos "personajes extraños" y que jugaron un papel decisivo a la hora de decidir el destino del finde. Por un lado bajaron a visitar a viejos amigos Dani Dueso y Alberto "Morata" y por otro la pareja mayor de los Galve, Jorge y Javi. Ambos por separado habían pensado acudir a Masmut el finde. Jorge y Vanesa, el rasmia team, tenían en principio planeado volver a intentar la normal al Puro, en Riglos, pero salió en la conversación la posibilidad de hacer una parrillada, ellos comentaron que tenían una buena cantidad de panceta de otra parrillada anterior y la balanza calló inexorablemente a favor de otra jornada de lo que ellos denominan "gastroclimbing". Con semejante panorama de buen rollo, juerga y algo de escalada nos apuntamos también Ana, Dani "Bull" y el agüelo. Ahí es nada, el sábado a la mañana quedamos una pequeña caravana de 9 amiguetes, todos hacia el mismo sitio pero con sus propios planes: Ana y Alberto iban a volver ese mismo sábado a la tarde y Jorge, Vanesa y Dani "Bull" querían volver el domingo a la mañana para poder llegar a sus respectivas comidas familiares. Pero ya se saben que una cosa es hacer planes y otra cumplirlos, je je. Ana estuvo a punto de quedarse a dormir y Alberto se volvió el domingo a la noche.
La parrillada, como era fácil de imaginar, fue lo mejor del finde (en dura pugna con el bañito del sábado a la tarde para quitarnos toda el sudor de una jornada asfixiante). Lo peor, comprobar que no todas las cámaras digitales son sumergibles, snif.
Gran SNIF.

Vista panorámica de las Rocas del Masmut con las vías que yo hice: en rojo La arista del GAS (V+), en verde Picotasso (V+) y en violeta la ruta de "bajada"

SÁBADO 9
Quedamos a las 8 de la mañana en la gasolinera BP pegada al 4º cinturón y dada la diversidad de planes nos fuimos en 4 coches!!! Yo había estado de cena la noche anterior y Javi Galve tuvo a bien conducir él mi coche. No dormí mucho, pero al menos descansé.
Salimos por la carretera de Castellón hacia Alcañiz y seguimos por la N-232 hacia Monroyo. Justo al llegar al desvío a Ráfales, la carretera cambia radicalmente y se dedica a serpentear hasta llegar al pueblo de Peñaroya de Tastavins. Nada más llegar nos metimos en el bar La Sociedad a tomar un café y organizar cordadas y objetivos con el cuaderno de croquis en la mano. El peor parado fue Javi Galve porque tenia hechas todas las vías propuestas. Dani "Bull" y el rasmia-team formarían una cordada en La sombra de la sabina, Dani Dueso y Alberto se irían a La fisura Carrasca y Jorge Galve, Ana y yo a La arista del GAS.
La pista que lleva a las paredes nace en una calle de fuerte pendiente al principio del pueblo (dirección entrada), se pasa por una fuente y se sigue durante casi 3 km evitando el par de desvíos que salen hacia la izquierda. El coche se deja en una fuerte curva a la derecha donde nace el sendero que lleva al pie de las vías.
En la web de wildmasmut podéis encontrar indicaciones más detalladas de cómo llegar, reseñas y estado de las vías.
En el momento final Javi se nos unió y formamos dos cordadas para la misma vía, La arista del GAS: por un lado Javi y el agüelo y por otro Ana y Jorge. La vía se encuentra en uno de los últimos mallos así que toca bajar mucho por el fuerte sendero. El pie de vía se localiza fácilmente porque está marcado su nombre, "GAS", en la roca. La vía está reequipada mayoritariamente con parabolts y algún puente de roca y algún cintajo alrededor de una sabina. Aunque el equipamiento es generoso y no hay demasiados alejes, no hay que confundirse: sigue siendo como el resto de vías de Masmut, según dice Santi, su mayor cuidador, "un terreno de aventura".

Croquis de la vía obtenido de la web de wildmasmut

Javi y el agüelo formamos la primera cordada y detrás nos vinieron encorriendo Jorge y Ana. Javi tiró los largos impares y yo los pares. Entramos a la vía por la denominada variante directa. Es el largo más difícil, V+/A0 que Javi resolvió elegantemente, sin esfuerzo. Comienza por una fisura vertical anchota con pocos agarres y sigue ligeramente a la derecha perdiendo un poco de verticalidad.
El segundo largo es muy cortito: se inicia con una travesia fácilona, afortunadamente ¡¡¡¡con el miedo que me dan las travesías!!!!, y después de 3 chapas se endereza sin mucha pendiente y termina con pequeño aleje antes de llegar a la reunión.
El 3er largo comienza subiendo por la fisura que nos separa del siguiente mallo y al llegar a una sabina se separa y sigue por la mitad de la pared, superando panzas que sin llegar a ser nunca duras, las superamos con cierta tensión.
El 4º es calcado al anterior y tiene en su inicio el paso más duro que después de un par de intentos acero sin piedad. Desde la reunión ya intuía su dificultad porque estaba protegido por dos parabolts bastante cercanos.
El 5º y último es el más fácil y el más expuesto. Nosotros no hicimos la variante que sigue por la fisura de la derecha, sino el recorrido original. Empieza vertical unos metros hasta llegar a un roñoso spit y entonces se sigue andando por un par de repisas con mucha roca rota y suelta hasta llegar a una encina donde montamos la última reunión.
La vía me resultó disfrutona, de grado asequible y con la exposición justa para que yo pasara un poco de tensión. El calor fue asfixiante todo el día y terminamos con las reservas de agua que llevábamos. Realizamos todo el camino de vuelta con la boca reseca.
No hay marcado un sendero claro, pero no tiene ninguna pérdida si sigue paralelo a los bordes de la pared hasta llegar al punto más alto, donde una serie de hitos nos van guiando por un destrepe, donde en raras ocasiones hay que llegar a utilizar las manos. Una vez abandonada la roca en escasos minutos, segundos si se baja corriendo, llegamos de nuevo a los coches.

Perspectiva de la vía desde el sendero, no se aprecia el primer largo
Javi Galve dándolo todo en los primeros metros de la vía
El agüelo viéndose un poco preto (foto de Jorge)
El aguelo saliendo de la primera reunión
Ana terminando la travesía del L2 (foto de Jorge)
Ana y el agüelo en la R2 (foto de Jorge)
Javi al comienzo del L3, antes de llegar a la sabina
Javi llegando a la reunión del L4
¿?
Javi en el comienzo del L4
Jorge en la travesía que da fin a la vía

Fuimos los últimos en terminar y en cuanto llegamos nos unimos al resto que estaban almorzando y descansando en una de las pocas sombras que pudimos encontrar. Tumbados, a la fresca y rehidratados pudimos contemplar a la cordada de Dani "Bull" y Jorge "Pintxo" haciendo su subida exprés a La fisura carrasca bajo un sol de justicia. Los Galve no consiguieron arrancar a nadie más de nuestro cómodo y fresco descanso y se fueron solitos a media tarde a hacer La peste.
Nunca había coincidido en una salida de escalada con Dani "Bull" y en ésta primera ocasión me impresionó aún más que viéndole en el panel. En esta última vía comenzó con la primera de sus exhibiciones de poderío. Empalmó los largos de dos en dos y subió corriendo la última tirada rompiendo todos los pronósticos. Ana, Vanesa y yo habíamos organizado una mini porra sobre el tiempo que pensábamos que iba a tardar en subir de segundo el último largo. Yo aposté por 10 minutos, Vanesa dijo 6 y Ana se tiró de la moto y apostó por unos ridículos 5 minutos. Fallamos todos. Le cronometré unos alucinantes 2 minutos y 50 segundos.
En cuanto terminaron, bien sudorosos, nos fuimos todos, menos los Galve que estaban a lo suyo, al río a refrescarnos de verdad. Las heladas aguas echaron a más de uno/a para atrás rápidamente y nos tumbamos en la orilla disfrutando del calorcito, ahora ya en diminutivo, de los últimos rayos de sol.
En seguida nos pusimos a preparar la parrillada y siguió el "show" de "Bull" que sin ninguna muestra de dolor recogía las brasas con la mano o saltaba desde los árboles. La cena estuvo aderezada de vinillo y otros licores que quizá puedan arrojar un poco de luz a estos comportamientos. Tuvimos el detalle de dejar un poco de comida a los Galve que llegaron sobre las 9:30 de la noche, muy en su estilo rústico. La noche siguió con más licores, algunos bastante extraños, y muchos chistes, algunos muy malos. Ana consiguió sacar un poquito de decisión y se marchó solita, pobre, a las 12 de la noche y el resto decidimos que hasta ahí habíamos llegado (las botellas estaban ya todas vacías) y nos fuimos al saco.

Típica escena de campo y playa ilustrando lo duro que es la escalada
Los dos Danis, "Bull" y Dueso, haciéndose cargo del fuego
Jorge "Pintxo" y Dani "Bull", los que mejor se lo pasaron
Y por fin llegó el momento de zamparse esa suculenta parrillada
Los Galve aún llegaron a tiempo de hincarle el diente a algo
Ana decidiendo si se iba a Zaragoza o no
Jorge "Pintxo" decidiendo si se iba a dormir o no


DOMINGO 10
Nos levantamos prontito y fuimos recogiendo todo y desayunando con la calma que estos menesteres requieren en semejantes circunstancias. Mientras "Bull" y el rasmia-tema deshojaban la margarita y optaron finalmente por cumplir los planes previstos y marcharse prontito a casa sin escalar ese día. Después de recoger agua en el pueblo, nos despedimos de ellos y volvemos a subir la pista hasta el collado. Esta vez formé cordada con Jorge Galve, con lo cual ya tengo el honor de haber escalado con los tres hermanos (si lo hubiera conseguido en ese mismo finde hubiera sido algo muy parecido a un "hat-trick"). Nosotros nos encaminamos hacia la vía Picotasso (V+), al final, final, final, de las paredes y dejamos a la otra cordada en el comienzo de Mandrils de Tastavins. No les volvimos a ver en todo el día.
Aunque formalmente la Picotasso y La arista del GAS tienen la misma dificultad máxima, V+, resultó mucho más asequible la primera. Pero para contrarestar es bastante más expuesta: hay muchos menos seguros y éstos son todos rústicos (puentes de roca, cordinos y clavos). Sólo vimos un expansivo en toda la vía (quitando las reuniones), un spit al comienzo del último largo.
Esta vez tiré yo los largos impares y Jorge Galve los pares. El primer largo es el más fácil, IV, siguiendo una fisura roma muy tumbada. Puse 4 cintas y un seguro lo puse yo. El siguiente largo era un mar de panzas donde la mayor dificultad era encontrar los escasos puentes de roca que no los veías hasta que no te dabas con ellos en las narices. El 3º sigue igual, con más panzas y termina en una evidente sabina debajo de un techaco. Para llegar a ella tuve que acerar de un clavo. Jorge tiró el siguiente largo donde está el paso más duro, un desplome protegido por un clavo donde se hace innecesario el cordino porque tiene mucho canto. Justo encima está la siguiente reunión, pero al tener un parabolt y un buril se la saltó y empalmó con el siguiente largo donde le esperaba un paso muy fino protegido por un clavo. Para marcar IV en la vieja guía de Els Ports de Beceite le tuvimos que apretar los dos. El último no tiene más misterio que los primeros 5 metros, donde se encuentra el spit roñoso que protege otro paso fino de IV (que finos eran los cuartos en Masmut!!!) y de ahí una corta trepada a cima.
Después de una pateada de media hora llegamos al coche y mientras esperábamos a la otra corda nos pusimos a comer. Como seguían sin llegar Jorge, más ducho en estos menesteres, se echó la siesta. A las 6 se despertó y le propuse subir en coche al mirador a ver si les veíamos por dónde iban. Y las 7 menos cuarto cuando ya le estaba convenciendo a Jorge para ir a pie de vía llegaron. La primera vez que saca a nadie 4h escalando!!!!! Todo muy rústico. Volvieron hablando maravillas de la vía, pero no lograron convencernos.
Terminamos el finde de nuevo en el bar dejando las piadas en el respectivo cuaderno.

Croquis de la vía sacada de la web de Luichy
El agüelo poniéndose los gatos a pie de vía
El agüelo durante el L2
Superando las primeras panzas del L3
(al fondo la sabina que marca el sitio de la reunión, a su izquierda;
justo debajo de ella tuve que acerar)

Jorge Galve y el agüelo en la cima



¡VIVA EL GASTROCLIMBING!