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sábado, 6 de enero de 2018

Frío + sol = Benabarre

 Dani, Luis Miguel, Pedro, Ana y el agüelo

En diciembre llega el invierno, por fin, e intento no faltar a la cita con una de mis escuelas favoritas, Benabarre. Y además en grupete, que mola más. Y más grupetes que nos juntamos allí. Se nota que el sitio gusta.

El agüelo en Gallina blanca, 6c. 
El último sexto que me quedaba en Benabarre.
 Ana en el 6a+
 Dani y Luis Miguel en los 6bs
 Pedro probó y se llevó todo: Jigoku, 7a...
... y Belladona, 7a

jueves, 23 de marzo de 2017

Benabarre: última de la temporada

Después de la placa moratera quería sobre todo volver a disfrutar escalando y Benabarre era un destino ideal para eso. Aún me quedan allí deberes para tachar y aunque el que tenía en mente no pudo ser porque estaba ocupado, no hubo problema para concentrarme en cualquiera de los otros. Pulpo y yo nos dedicamos a un 7a+/b, Delikuent habits, mientras que Abel y David "Mendo" decidieron aprovechar los flashes de una amable cordada para intentar El último jamaicano, 7a. Las vías ahí se quedaron, pero el objetivo de disfrutar se cumplió al 100%, como ya esperaba. El calor que pasamos a pesar de ser finales de febrero auguraba que seguramente esta fuera la última visita hasta el siguiente invierno. Snif, snif.


Abel atento al flash de Tania y sus amigos
Mendo en la misma vía
Pulpo ensayando los pasos duros de Delinkuent habits
Abel, Mendo, Pulpo y el abuelo

domingo, 30 de octubre de 2016

Resumen deportivero de octubre

¿Fin de la temporada de Somaén? Snif, dice Jack, y yo con él

Mes de octubre extrañamente activo dividido en dos tendencias: búsqueda de nuevas motivaciones, como en Somaén y en la Balsa de Riglos, e intentos de tachar deberes, como en Benabarre, donde aún me quedaban 3 sextos por anotarme. En la primera visita con Abel y Bull intenté El llanto de Belcebú, 6c+, mientras estos dos titanes se merendaban Gunshots in the night, 6c+/7a. Antes de que se me olvidaran los pasos volví de nuevo con Tono y esta vez sí, conseguí encadenarla además de La niña psikoneurótica, 6a+, gracias al flasheo de Tono, que a su vez se llevó Gallina blanca, 6c. Vía que también estuve a punto de encadenar, pero que se me quedó para otra ocasión. Mientras yo acabé con los brazos como Popeye, el gran Tono se dedicó a hacer series en Gallina blanca y en el Llanto de Belcebú.

 Abel en el bloque duro de Gunshots in the night
 Bull llegando a la cadena de la misma vía
Secuencia típica del agüelo: comienzo fácil de El llanto de Belcebú,
superando el bloque duro, ahorrando antebrazos en la parte final,
vuelo justo antes de chapar
Risas y buena roca en Benabarre
Tono en la parte final de La niña psikoneurótica...
... y de Gallina blanca


Mi siguiente parada fue a Somáen. Allí coincidimos gente nueva en el sector, Alfredo y Fran, con habituales como David, Adrián y Andrés. La lluvia no consiguió estropearnos la jornada, ni tan siquiera mojarnos y cada uno pudo dedicarse a lo suyo: David y Adrián a por un octavo chulísimo, Andrés a encadenar séptimos sin conocimiento, Alberto y Fran a las placas y yo a Petabrazos. Bueno, en realidad, al bloque inicial de la vía porque no conseguí pasar de ahí. Gracias a la ayuda de Andrés y Adrián medio apañé un sistema para resolver estas duras 3 primeras chapas. El resto de la vía la tendré que maquear en otra ocasión.

 Fran calentando en la Variante Petabrazos, 7a
Andrés en plan coleccionista, encadenando y limpiando al mismo tiempo, 
una ruta de la que no sabemos ni el nombre
David en el techo de Carne de birlocha, 8a 
Haciendo el murciélago en mitad del techo 
Alfredo a punto de llevarse Trenes y a lo loco, 6c+
una vía plaquera que no me disgustó, pero que me pareció durísima

La última parada de este mes fue ayer en Riglos, no para intentar alguna de las numerosas vías en las escarpadas paredes de los mallos, sino para deportivear en el sector conocido como la Ralla de la balsa. Las nieblas que cubren estos días el valle del Ebro ni siquiera se asomaron y nos dejó un día de intenso calor y sol que nos quemó las espaldas a pesar de estar ya ¡¡¡¡a finales de octubre!!!
El sector consta de una sola pared dividida en una zona plaquera al final a la derecha, y un muro desplomado en el centro. Nuestros objetivos, cómo no, estaban en esta última parte. Abel quería intentar A güebra, 7a/+, y se la llevó al 2º intento, y yo la vía de al lado, Mucha faina, 7b. La primera parte es muy intensa, apretando y remando en todas las presas, sin encontrar ninguna donde soltar un poco los brazos hasta no chapar el 4º parabolt, demasiado tarde para mis pobres pulmones que no daban a basta para intentar suministrar algo de oxígeno a mis antebrazos y mi cabeza. Obviamente me quedé lejos, muy lejos de poder encadenarla, pero no tanto como para no querer seguir intentándolo. A ver si consigo compis para volver allí este invierno.

El mallo Colorado y el mallo Cored, justo debajo del cual está... 
... el sector la Ralla de la balsa 
Abel en el bloque de mitad de vía... 
... y superando con decisión la última dificultad justo antes de la reunión 
Adivina, adivinanza, quién encadenó y quién sigue intentándolo, jjjj

martes, 19 de abril de 2016

Resumen de marzo: Benabarre, Foz y Rodellar

Barranco de la Foz de Zafrané

Mes de marzo movido en cuanto a destinos escaladores se refiere. Empecé con Tono tentando la suerte meteorológica: en contra de todas las probabilidades disfrutamos del único punto de sol en todo Aragón en Benabarre. No fuimos los únicos. Pronto el pie de vía se llenó con la alegre algarabía de niños y perros. A pesar del bullicio no tuvimos problemas para calentar y apretar en las vías que quisimos. La vía de apretar fue Gunshots in the night, 6c+, a la que Tono tenía ganas desde hacía tiempo, pero a la que no se atrevió a intentar de primer debido a un virus gástrico que lo tenía machacado. Aún así, consiguió encadenarla también de segun. 

Tono en pleno desplome de la vía
El agüelo intentando descansar antebrazos todo lo posible antes del paso clave 
(aunque al final no fue éste el paso que me tumbó y 
que me obligó a darle un cuarto y definitivo intento)
Pedazo de mérito el de Tono escalar con ese revoltijo estomacal

El siguiente domingo me salté mi habitual calendario de escalar un finde sí y otro no. Aunque casi no cuenta este exceso porque salí sólo por la mañana con un grupo de compis del tablón de David "el largo" y volví con él para llegar a comer a casita. El día estaba demasiado ventoso para el efecto túnel del cañón de Foz de Zafrané (sí, aunque parezca mentira he vuelto a esta escuela apodada por las malas lenguas la "ponzoña"), pero esto no desanimó a los locales y nos encaminamos sin titubear al sector Boulder de Bombi. Allí la pared del cañón gira y ofrece un buen cobijo frente a todo tipo de cierzos. El sector predomina en vías cortas y desplomadas, físicas y de bloque, aunque a los laterales se pueden encontrar vías plaqueras de todos los grados y colores para quien las quiera disfrutar. Yo conseguí llevarme sólo la vía de calentar, un V+ llamado Luna lunera. Las otras dos vías que intenté, dos 6cs, se quedaron muy muy lejos de mis posibilidades. El barranco es muy muy duro para el pobre agüelo.

Aproximando al sector
Luna lunera 
Parece que no está haciendo fuerza, ¿verdad?
Yo no pude quedarme de ese monodedo ni de broma
6a.nu, 6c+
Davíd dándole a la rica plaquita, Torrenta, 6c

El siguiente domingo tocaba de nuevo escalar, pero el tiempo era ruinoso. Sorprendentemente en Aragón llevábamos varios días seguidos de lluvia. David pensó que en las cuevacas de Rodellar no habría problemas de humedades, pero incluso a esos desplomacos de Egocentrismo y el Boulder de Jon les pasa factura tantos días de lluvia y las llegadas a las reuniones estaban chipiadas. Aún así pudimos petar los antebrazos a gusto en distintos 7os.

 
Gabriel en la entrada de 8 a 14, 7a
David encadenando Via viciosa, 7c+, en el Boulder de Jon

lunes, 26 de enero de 2015

Apretar y apretar, ¿qué más se puede pedir?

El sector Bombos cubierto ya por la sombra de la tarde

No he encadenado nada, no he podido, porque no me he atrevido, escalar de primero y, sin embargo, vuelvo de esta visita primera al sector Bombos de Vadiello con los dedos cansados y doloridos, una sensación que siempre asocio con la felicidad. Soy feliz escalando hasta cansarme, incluso cuando ese cansancio en antebrazos o dedos surge en el tablón, pero si además es en roca, al sol de invierno y a resguardo del vendaval que soplaba hoy en todo el valle del Ebro, entonces me olvido del fracaso ante esos desplomes apabullantes, de mi flojera en ese mar de tridedos y bidedos imposibles de alcanzar, de la fealdad de esos picados ominipresentes y hasta de la ausencia de encadenes. Esa felicidad, simple, sencilla, infantil, asociada a mis dedos cansados, viene de darlo todo, todo lo que he podido dar, que hoy no ha sido mucho, incluso de gritar de frustración por no haber tenido la fuerza suficiente para bloquear y llegar a un lejísimo bidedo cuando estaba subiendo de segun todo el día, cuando ya me había colgado infinidad de veces en ese pegue.
Esta sensación de felicidad es la que busco en cada salida y la que encuentro casi siempre, a nada que barra un poco el polvo de la frustración. La receta es sencilla: buena compañía, vías físicas y solete de invierno. Y así comenzó el año con la primera visita anual a Benabarre, aunque fuera sólo a un par de días de la anterior, e incluso la inesperada visita al sector del Castillo de Loarre, como mejor sustituto a unos Mallos de Riglos completamente desaparecidos bajo una gruesa y persistente niebla, y sus placas tumbadas no me impidieron disfrutar de un sol y una tranquilidad inusitada.

Reportaje en orden temporal inverso:

Bombos de Vadiello
El agüelo haciendo como escala Mongolos en acción, 6c+:
uy pues no me quedo, a ver así, tampoco, y al final tocó lo de siempre.
David en la espectacular Ataraxia, 7c
Muestra de los apabullantes bombos del sector
El agüelo apretando y apretando en Charlicita, un 7b al que entramos pensando 
que era 7a+, pero como la montó Abel no iba a desperdiciar la oportunidad
de seguir escalando de segundo
 Abel, David y el agüelo

Benabarre
 Abel en Rukipankis, 6c
Júnior a punto de encadenar, por fin, Jigoku, 7a
David asegurando a su amigo Dani en Delicuent habits, 7a+
David en Belladona, 7a
El agüelo descifrando el bloque de El llanto de Belcebú, 6c+
El bloque quedó resuelto, la vía no, jjj
Abel, Dani, Júnior, David y el agüelo

Castillo de Loarre
Los dos sectores: a la izquierda El Búnker, donde estuvimos, 
y a la derecha Peña O Rufo
El agüelo tuvo la suerte de salir en las mejores fotos de la jornada 
Tono en Reyno de los cielos, V, y Fino en el liso inicio de Cicuta, 6a+
 Fino a punto de terminar Cicuta, 6a+
 Silvia en el espolón de Reyno de los cielos, V
 ¿Qué hago yo en una placa así?
 Un aragonés apretando
Fino en el disfrutón techo final de Búnker, 6a+
(abajo se ve la pretona fisura inicial)
Fino on fire, encadenando Saputilandia, 6c
Silvia, Tono, Fino y el agüelo, un extraño entre todos estos titanes de la placa