viernes, 5 de septiembre de 2008

The Chieftains

Lo de ayer fue una visita mega rápida a la expo: llegamos a las 20:51, cogimos la silla de ruedas, vimos el concierto que empezó a las 21:00 (una vez terminada la aburrida presentación) y nos fuimos pasadas las 22:00. Pero mereció la pena. No había visto nunca en directo a este veterano grupo irlandés y no nos defraudó en absoluto. Ni a nosotros ni a los miles de personas que nos aglomeramos en la Plaza Aragón delante del escenario. Plaza que se quedó pequeña desde el principio, porque antes de empezar el concierto ya estaba llena, así como todos los balcones del piso superior. Vista la cantidad de gente que estábamos con ganas de escucharles, quizá hubiera sido más adecuado haber colocado este espectáculo en el anfiteatro. Con la ventaja adicional de haber contado en ese caso con las pantallas gigantes, una gran ayuda para todas las personas que estaban viendo el concierto desde un punto de vista tan bajo como una silla de ruedas. A pesar de todos estos inconvenientes, tanto Mariví como yo disfrutamos enormemente con los ritmos acelerados de los reels y otras tonadas irlandesas, con las preciosas melodías de sus baladas, con los frenéticos bailes, con la aterciopelada voz de la cantante o con el chirriante sonido de la gaita. Apenas 50 minutos de música que nos supo a poco a todos. Nunca un grupo tan local tuvo fama tan internacional.
Mariví aún se animó, después del concierto, a ir de tapas con Victor. Quedamos con él en el Paseo Independencia y en un principio nos dirigimos al Continental, en la calle 5 de marzo, pero estaban cerrando. Así que para no andar mucho nos fuimos al Tubo. A pesar de ser laborable y relativamente tarde, estaba muy animado. La primera parada la hicimos en La Despensa, en la calle de la Libertad. Al poco de empezar a dar cuenta de las 3 estupendas tapas que pedimos se nos unió Pilar. Con tanta charla se nos hizo un poco tarde para encontrar otro sitio abierto. Al final entramos en el restaurante Candolías, en la calle Estébanes. Allí íbamos a tomar unos huevos rotos y una parrillada de vegetales, pero la camarera se olvidó del segundo plato y para cuando se lo recordamos habían cerrado la cocina. Al cambiarnos de mesa mezclamos hábilmente las copas de vino y ya no supimos de quién era cada uno. Realizamos varios, e infructuosos, intentos de averiguar cuál era el vino de La Rioja de Pilar y cuál mi Somontano, pero no llegamos a ningún acuerdo. Cuando también cerraron este restaurante nos fuimos al bar 9 Bis de Bez, en la misma calle. Un bar de diseño moderno, iluminación débil y música relajada. Allí nos estuvimos echando unas risas delante de nuestros kubatas hasta la 01:30, cuando nos entró la cordura al pensar en el día siguiente.
Mariví, Victor y Pilar en el 9 Bis de Bez

3 comentarios:

Juan korkuerika dijo...

Joder Iñaky, menudo partido le estás sacndo a tu pase de temporada Expo jejejjeje
Un abrazo y hasta la vista alpinista

RUBEN dijo...

Este concierto se me escapó y la verdad es que me hubiera gustado haber estado. He pasado tanto de la Expo que no me he mirado el programa de conciertos y cuando me enteré ya era tarde.
Un saludo

Iñaki dijo...

Desgraciadamente ya no me queda mucho de Expo, je je. Esta noche iba a ver ido a ver a Loquillo, pero al final me he quedado en casa a ver la semifinal de Nadal contra a Murray.