Una cordada en Juan y Fran
Así se llamaban las aventuras del pater de una familia de cuervos que leía en el tebeo cuando era niño. El cuervo intentaba todo tipo de artimañas para conseguir comida, pero siempre fracasaba. Y así llevo yo los últimos meses: picoteando un buen puñado de vías, pero sin conseguir, aún, llevarme ninguna. Esta vez le tocó el turno a Juan y Fran se nos van, 7a+, en el sector Delfín de Rodellar. Y no pude ir en mejor compañía, Dani Enfedaque; todo un guía de este rutón con el que está intentando entrar en la 7ª dimensión por la puerta grande. Me contó todos los secretos de la vía, pero una cosa es conocer los pasos y otra muy distinta es poder superarlos. No como los frikis que vimos todo el día pasar por la vía, es la que más usan para calentar, subiendo y bajando por ella en un pispás en los largos descansos que realizamos para poder intentarla cada vez. No dejaba de ser frustrante, a la vez que motivante, verles pasar sin esfuerzo por esas presas que tú habías tenido que estrujar para poder levantarte malamente. Y lo que acojona de verdad es verles hacer sus viotes a unos pocos metros de donde tú estás colgado como un chorizo y darte cuenta que las malas presas de tu vía son los cazos de las suyas. SNIF.
Dani y el agüelo en el súper reposo,
pero que al menos a mí, me recargaba pila sólo para dos chapas más
Dani en el paso duro de la vía
Así de abarrotado estuvo el sector, el único que no escala es el agüelo
Vistas de la vía desde la reunión, casi no desploma
Así de muerto terminó el agüelo y total para no encadenarla, ni tan siquiera acercarse
Dani y el agüelo al final de la lucha con los desplomes
3 comentarios:
Esa cae!!
yo quiero ir!!!!!
Anda q no tengo entrenar este invierno!!!
Publicar un comentario