Tono en el sendero de aproximación a Peña Ruaba, al fondo
Como una carrera de montaña de 17 km de longitud y 1000 m de desnivel no le pareció suficiente, Tono propuso rellenar el fin de semana de la Osán con una escalada facilita en Peña Ruaba el sábado por la mañana. Menos mal que la cena en casa de Tono en Jaca compensó este gasto de energía extra. Peña Ruaba ha conocido un resurgir en los últimos años gracias al trabajo aperturista de Inazio Cinto primero y Julio Benedé posteriormente. Sus vías llevan la marca de la casa: bien protegidas, de dificultad asequible y nada obligadas: allá donde hay un paso más o menos duro hay un parabolt para poder acerarlo, si se quiere. Así Peña Ruaba se ha convertido en el Riglos para humanos, los titanes ya tienen otras tapias: Montrebei, Ordesa...
Jorge y Tono fueron a hacer la Edu Roche (Tono, demostrando lo fuertísimo que está, se encadenó el largo de 6b) y Vanesa, Ana y el agüelo nos fuimos a hacer la Santiago Sagaste, una vía que aún no tenía. En el sorteo de largos me tocaron los dos últimos, pero le cambié a Vanesa a última hora su puesto y terminé empezando yo. La vía no es mantenida ni tiene apenas patio. La dificultad se concentra en 3 o 4 panzas aisladas y repartidas en distintos largos, duras de liberar (especialmente si no se apoya uno en las sabinas), pero fácilmente superables si nos agarramos a las cintas. Los croquis marcan el primer largo como el más difícil, V+/6a, pero a todos nos parecieron más complicadas las panzas del 3er y 5º largos. Siguiendo las indicaciones de casi todos los blogs empalmamos los dos primeros largos, haciendo una primera tirada larga de 55m, ya que el segundo largo es muy tumbado y facilito, y realizamos la vía en 6 largos. Los dos primeros para el agüelo, los dos siguientes para Ana y los dos últimos para Vanesa.
El único incidente de la jornada lo protagonizó una cordada que nos adelantó corriendo a lo perruni en la aproximación a menos de 5 minutos de llegar al pie de vía y se colocaron en la Santiago Sagaste. Como íbamos de relax total esperamos tranquilamente, sin apenas discutir con ellos, a que se pusieran el material, arneses, gatos, etc., mientras les poníamos a caldo (ah, se siente) y mientras decidíamos si merecía la pena cambiarnos de vía porque tardaron un buen rato en ponerse en acción. Por fin acabaron con los preparativos y tiraron para arriba (la verdad es que sólo molestaron al principio porque luego terminaron por sacarnos ventaja) y pudimos mantener nuestro plan original de compartir escalada con la cordada que iba a ir por la Edu Roche.
El único incidente de la jornada lo protagonizó una cordada que nos adelantó corriendo a lo perruni en la aproximación a menos de 5 minutos de llegar al pie de vía y se colocaron en la Santiago Sagaste. Como íbamos de relax total esperamos tranquilamente, sin apenas discutir con ellos, a que se pusieran el material, arneses, gatos, etc., mientras les poníamos a caldo (ah, se siente) y mientras decidíamos si merecía la pena cambiarnos de vía porque tardaron un buen rato en ponerse en acción. Por fin acabaron con los preparativos y tiraron para arriba (la verdad es que sólo molestaron al principio porque luego terminaron por sacarnos ventaja) y pudimos mantener nuestro plan original de compartir escalada con la cordada que iba a ir por la Edu Roche.
En rojo la vía, en verde el recorrido de descenso
Vía Santiago Sagaste, 220-240m, 6 largos, V+
Abierta por Julio Benedé y Luis Royo en 2007
Material necesario: 16 cintas exprés
Fecha: sábado 13 de abril de 2013
Participantes: Vanesa, Ana y el agüelo
Tiempo de escalada: 4h
Tiempo de descenso: 1h
El descenso lo realizamos por la vía ferrata. Destrepamos los pocos metros que separan a la cima del collado, giramos a la derecha y seguimos destrepando primero con la ayuda de cadenas y cuerdas fijas y luego a pelo, hasta llegar a un jardín que hay que atravesar bien pegados a la pared, para llegar a la ferrata que te deposita en el sendero que lleva al pie de vía.
Panza inicial y única dificultad del 1er largo, 55m, V+, la sabina que se ve a mi espalda ayuda a superarla
Pincho apretando en el primer largo de la Edu Roche
Vanesa y Ana en los sencillos y tumbados metros finales del L1
Nuestra cordada al completo en la R1
Vanesa y Ana disfrutando del relax
Ana empezando el L3, 30m, V+, una corta travesía a la derecha y luego todo tieso
a través de una sucesión de panzas, siendo la más dura la última
Ana mirando el duro paso de la última panza del L3
Se acabó el relax, toca apretar
Bonitas vistas
L4, 30m, V+, sobre el papel misma dificultad, pero no tiene nada que ver,
y además está la sabina
Vane en la dura panza del L5, V+, 35m,
(el paso es más fácil, pero más expuesto, un poquito por la izquierda)
Hay que tener cuidado con el razamiento de la cuerda en este largo debido a la z que hace
(no estaría mal llevar dos cintas extensibles para colocarlas aquí)
Ana concentrada en el mismo paso, mirando fijamente a la culebrera de los Rasmias
Jorge abriendo el largo más duro de la Edu Roche
De los pocos momentos en que se ve algo de patio en la vía
Tono apretando y liberando el duro paso de 6b de la Edu Roche
Vane en el vertical, sencillo y algo roto último largo
(L6, V, 30m, que ella alargó hasta cima comiéndose toda la cuerda)
La pareja galvetiana, Jorge y Sara, llegaron a las 3 (así, sin madrugar)
e hicieron una subida exprés a la vía Sendero límite
Foto cima: Vanesa, Tono, Jorge, Ana y el agüelo
En el delicado, pero sin ser excesivo, descenso hacia la vía ferrata
2 comentarios:
Esto si que es disfrutar. Tapia de grado asequible, con algún paso duro (pero pocos) y buena compañía
Love climbing!!
Hay que hacer más de éstas, Pinchooo!!
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