Vía del Suizo

Ana, el agüelo y la Aguja Roja

¿Qué mejor manera que pasar mi primer día de vacaciones que disfrutando casi en soledad de Riglos? Ana, que libra siempre los lunes, me propuso salir a escalar, bien a Riglos bien a Vadiello. Desde el primer momento vi claramente que ella prefería Riglos, hasta tenía elegida la vía. Una nueva en la Aguja Roja: la vía del Suizo. De esta vía no sabíamos nada más que lo que ponía en la reseña. No conocíamos a nadie que la hubiera hecho ya y que nos pudiera dar información. Y esto me echaba un poco para atrás, un mucho en realidad. El espíritu de aventura y yo no nos llevamos excesivamente bien. Pero la Aguja Roja es uno de mis mallos favoritos por muchos motivos, a pesar de estar catalogado entre los mallos "pequeños", y el factor sentimental acabó por inclinar la balanza. "Un poco de mieditis de vez en cuando tampoco hace daño", me dije a mí mismo para intentar engañarme, sin mucho éxito he de decir.

Croquis de la vía sacada del blog de los caracoles

El croquis marca una dificultad de 6a+ en libre y V+/A0 obligado. Pero ya he visto quintosmases obligados de tantos colores que uno ya no se fía: ese grado es más elástico que la moral de nuestros políticos. Pero por una vez estoy totalmente de acuerdo con la graduación.

La siguiente incertidumbre era el material. El croquis da datos contradictorios, por un lado recomienda llevar sólo 15 cintas y no aparece referencia a la necesidad de llevar ningún otro material extra, ni friends ni fisuros; pero por otro lado aparece marcado en varias ocasiones la anotación A1, que indica artificial fácil pero metiendo cacharros. Ante la duda, un juego de friends que sacamos de paso esta mañana, porque descubrimos que donde pone A1 hay que leer A0, o Ae (artificial equipado): bien de sólidos parabolts o bien de puentes de roca curiosetes (especialmente los dos de la primera panza parece que se van a romper de un momento a otro).

En el sorteo de largos me toca liderar todos, vaya suerte la mía. La vía está muy bien asegurada con parabolts en su amplia mayoría y 4-5 puentes de roca para dar el toque de ambiente, los seguros en general no alejan (excepto en un par de pasos) y la roca es de una calidad aceptable tirando a regular (cuando una reunión, como la R1, está formada por TRES parabolts triangulados, algo quiere decir). Pero no hay seguro lo suficientemente cercano ni roca lo suficientemente compacta que supere a mi mieditis, así que pasar pasé, pero a mi estilo. Dividí la vía en vez de en cuatro largos, en 45, es decir, para mí los largos iban sólo de seguro a seguro. Vamos, que me colgué y aceré todos y cada uno de los seguros. Así no se puede ir muy rápido: tardamos un poco más de 3 horas y media. Pero, si estamos de vacaciones... ¿quién quiere prisas?

La vía no hace apenas zigzags así que se podría empalmar de dos en dos los largos. Todas las reuniones son rapelables.

La vía se sitúa entre la Sonia, a la izquierda, y marcada fisura de la Edil, a la derecha. Como discurre por la cara norte de la aguja, le da la sombra todo el día.

L1, 35m, 6a/A0. Roca bastante buena, pero tuve la mala fortuna de tocar los únicos bolos que se movían y mi coco se puso ya a 100. Primer parte fácil, primera panza asequible y sigue por terreno de dificultad matenida, V+, hasta el pie de la panza enorme que se ve desde el suelo. Reunión cómoda.
L2, 20m, 6a+/A0. La imponente panza está protegida por 3 parabolts a los que se llega acerando sin problemas. El resto de buena roca. El largo que más disfruté, por la calidad de la roca y por lo corto que era, cuando ya me estaba estresando llegué a la reunión.

L3, 35m, V/V+. Al principio parecía muy fácil, pero luego la roca se hizo cada vez peor: recorre un diedro que parece que se va a caer de un momento a otro. Y aquí pasé los momentos de mayor estrés por un seguro que alejaba en exceso, no por la dificultad, sino por la pésima calidad de la roca. Escalar este largo fue como eliminar las presas rojas y verdes en un rocódromo: de los miles de patatas que había no me fiaba ni de la mitad, así que una escalada sencilla la transformé en unos apretones de la muerte. Animalico que es uno. Y la llegada a la R3 me puso ya todos los pelos de punta (son esos momentos en los que uno se pregunta qué coño hace metido en estos fregados: ya he dicho que soy un cagado). Reunión compartida con la Edil.

L4, 20m, IV. Largo de regaliz, roca compacta y pasos sencillos.

A pesar de todo el canguelo que pasé en la vía, todo se me pasó durante los minutos que estuvimos disfrutando del privilegio de estar en la cima de un mallo de Riglos un día cualquiera. Una pena que no nos subiéramos la comida a la vía porque nos hubiéramos podido quedar tirados allí, al solecico, comiendo, sin hacer nada, viendo pasar el tiempo hasta el anochecer.
Snif, el tiempo no es eterno y toca bajar. Nosotros rapelamos por la normal.

Dos extremos: rasmia y finura
En la foto de la izquierda se ve uno de los puentes de roca artificiales de la vía

Ana disfrutando de unas clases de artificial equipado en la panza de salida del L2

Ana en el L3: tanto seguro tan seguido sólo puede significar dos cosas en Riglos: 

paso duro o roca rota

Ana en la delicada llegada a la R3

Ana y el agüelo disfrutando de un lunes en la cima de la Aguja Roja