Yo sobreviví al gastroclimbing...

Scott, Misha, Amara, Rubén, Dani, Ana, Azu y Abel 

en el sendero que lleva al sector Camí de l' ermita

... y a dos extenuantes tardes-noche de corrección (pero de esto sólo yo tengo la culpa, por ser como mis alumnos y dejar todo para el último momento).

Aprovechando la festividad de la cincomarzada, exclusiva de mañilandia, Abel me propuso ir a escalar a Margalef. Al instante se fueron apuntando más y más compis y como siempre que nos juntamos unos cuantos surge la propuesta de hacer un gastro. Desgraciadamente faltaron unos cuantos habituales a estos eventos, pero fueron suplidos por nuevos fichajes que dejaron el pabellón muy alto. Así al final el gastro-equipo quedó conformado por: Abel y Ana, Amara alias "primuchi", Azu alias "la-Jenny", Dani "Bull", Rubén, Misha (un amigo de Ana) y el agüelo. Jorge Galve también se apuntó, pero debido a su asistencia a una boda el día anterior fue seria duda, tan seria que no apareció en el punto de quedada la mañana del domingo, pero se debió de rehacer y apareció por su cuenta justo para la cena. Él sí que sabe lo que es importante. César "africano" y Pablo viajaron también por su cuenta hasta Margalef y quedamos con ellos el domingo por la tarde en el bar del pueblo, tomando unas cerves a resguardo de la llovizna (habíamos comprado comida y bebida pensando en 8 asistentes, pero donde comen 8 comen y beben 11).

El gastro estuvo repleto de incidentes y empezó fuerte desde el principio: Rubén, mientras nos esperaba en la gasolinera de La Puebla, se dejó las llaves dentro de su furgoneta con las puertas cerradas y Abel tuvo que llevarle de vuelta a Zaragoza para que cogiera de su casa las llaves de repuesto; aunque el pronóstico de aemet era sólo de una probabilidad del 5% de lluvias, empezó a llover a primera hora de la tarde del domingo y a pesar de nuestra "fe ciega en la meteo", el chirimiri no paró hasta unas cuantas horas después y sólo una vez que comprobamos que las paredes estaban definitivamente "chipiadas" tocamos retirada hacia el bar; después de degustar 3 kg de un estupendo browny, "la-Jenny" sufrió una incomprensible hinchazón en sus tripas que no le abandonó hasta que el lunes por la noche pudo expulsar al gremlin al llegar a la comodidad de su casa; Abel necesitó un par de lavados de estómago y una manzanilla el lunes por la mañana para poder ser persona; César "africano" y Pablo no se convirtieron en personas hasta pasado el mediodía siguiente una vez que se pasaron los estragos del pacharán, Amara "primuchi" llegó al gastro con el tobillo tocado y a pesar de su tremenda ilusión, el tobillo no mejoró durante el finde; y por último el pobre Dani "Bull" se hizo un esguince de caballo al saltar al suelo desde menos de un metro al no poder con una potente entrada de un 6a+ (esa entrada resistió también todos mis intentos: ¡cómo está el grado en Margalef!). Nada de todo esto pudo, sin embargo, con el buen ambiente y las risas.

Los sectores que visitamos fueron: Camí de l' ermita (petado de peña), Can Llepafils y Can Torxa. Conclusión: en Margalef hay que alejarse de la carretera y de los quintos.

Por primera vez en un gastro terminé con la molesta sensación de no haber escalado más: tantos días soñando con escalar en Margalef y al final se quedó un poco corto. Snif.

 A tope de gama

 La "primuchi" con su gallata 

(tuvo que pelear todo el puente con Scott por su posesión)

Escalando en el único hueco libre que había en el Camí de l' ermita

A brazaco no le gana nadie a Dani, y si no comparen...

Esperando que deje de llover 

 El gastro a punto de empezar

(bueno ya habían caído dos botellitas de vino)

 La familia tellerín el lunes por la mañana

en el sector Can Llepafils

 "la-Jenny" dando descanso al gremlin junto a la "primuchi"

Pablo y César resucitados

El gastro-equipo justo antes de volver a casita

(Pablo y César se perdieron todas las fotos de grupo)