Al final la amenaza de lluvia se ha quedado sólo en eso y hemos podido escalar por fin este puente tan largo y tan parco en actividades. Esta mañana nos hemos juntado un buen grupete para ir a Morata: dos Galve (Javi y Jorge), Diego "Bartolo", "Beto", Abel y el "agüelo". La máxima en estos casos es "si toca palming, cuanto más cerca menos palming", así que casi siempre toca Morata. El día ha resultado de lo más cambiante (tan pronto salía el sol y animaba a los más osados a quitarse la camiseta, como se oscurecía a los cinco minutos y parecía que iba a caer el tormentón) y de lo más productivo, en medio de esa esquizofrenia meteorológica hemos batallado media docena de vías en la zona de La boina y la Pared del túnel, es decir, las más cercanas al coche por si había que volver corriendo por la lluvia. Pero no ha hecho falta y he vuelto a casa con las yemas de los dedos y los antebrazos cansados. Ni siquiera la jarra de cerveza y la doble de papas han conseguido esta vez su efecto milagroso.
1 comentario:
Menudo equipo!!
No me creo que luego no fuerais de marcha. Mas fotos!!
Salu2
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