Los pobres escaladores autóctonos se debieron quedar asustados ante lo que se les venía encima! Menos mal para ellos que la niebla, que no se fue en todo el día la muy..., impedió que se hicieran una idea más precisa de las hordas invasoras.
Hubo que reorganizar las cordadas y el reparto quedó de la siguiente manera: Abel, Jorge y Vanesa se metieron en la Tope Classic (tenían una cordada por delante, pero les sacaban un largo de distancia), Laura y Miguel en la Redrum y Diego (el pobre no sabía dónde se metía) se quedó con la pareja de abuelos, Beto y yo, en El tercer hombre. Según Abel las 3 eran del mismo pelo, o sea, V+ obligado: ¡JAAAAA!!!! Nuestra vía tiene 4 largos de 6a o más y con pasos obligados dada la separación entre chapa y chapa, y lo peor fue que como no llevábamos croquis ni siquiera los pocos largos asequibles, que los hubo, le quitamos trabajo a Diego y le dejamos a él todo el curro de liderar la cordada.
en rojo Tercer hombre y en azul Tope Classic
Fecha: sábado 23 de octubre de 2010
Participantes: Jorge, Vanesa, Abel, Diego, Beto, Carlos, "pulpo", Laura, Miguel, Javi y Carla
Vía equipada con buriles y spits (aconsejable llevar un estribo si no se tiene el grado)
Longitud: 270 m
Tiempo subida: 5h
Para llegar a las paredes hay que coger un camino asfaltado que nace a la izquierda, viniendo desde Balaguer, justo enfrente del parque de bomberos del pueblo de Ager. Hay que seguir esta mini carretera durante varios kilómetros subiendo gran desnivel hasta coger una pista a la derecha. Al cabo de 2-3 kilómetros de pista (no cogemos ninguno de los desvíos que nacen a la derecha), encontramos varios ensanchamientos donde poder aparcar los coches.
La aproximación es corta, pero intensa a través de una pedrera que sube con fuerte pendiente y que nos deja en las paredes en poco más de 10 minutos.
L1 (IV?): este largo se puede escaquear por la izquierda y subir andando los dos pequeños resaltes. El comienzo está marcado con una flecha tallada en la roca. Como ya me imaginaba que no iba a volver a poder hacerlo en el resto de la vía, me animé a salir de primero. Un poco de estrés hasta llegar al primer buril y nada más para pasar estos dos cortos resaltes.
L2 (6b): a partir de aquí le dejamos el mando total de la expedición a Diego y al pobre no le quedó más remedio que tirar de la cuerda de los dos abuelos el resto del día. El largo comienza con una sección vertical con un par de pasitos de fisura y uno último de adherencia, se llega a un reposo, sigue vertical con buenos agarres hasta llegar a una pancita que continua con una plaquita infame (6b) y con un aleje entre chapas que obliga a escalar (¡hay que joderse!) o a perrear como un cerdo (¿qué opción elegí? ummm...). Después la placa tumba bastante y se llega sin dificultad a la reunión.
L3 (6a+): Un largo mantenido que comienza con un diedro-fisura que se abandona para continuar por la evidente línea de buriles a la derecha en la placa. Placa que disfrutaron tanto Diego como Beto, pero en la que yo me encontré como un pato, sin encontrar nunca la postura equilibrada y sin terminar nunca de decidirme si seguir el camino marcado por las evidentes presas o desviarme e ir acerando todas las cintas que me quedaban bastante a desmano. Terminé con los antebrazos hinchados mientras Diego y Beto no paraban de alabar la calidad del largo desde la reunión. Ains, ¡qué poquita técnica tengo!
L4 (IV+): largo de transición. Comienza a la derecha de la reunión con un pasito fino, sigue hacia arriba y luego vuelve a la derecha para encaramarse a un tramo roto pero muy tumbado que se sigue en diagonal a la izquierda hasta la siguiente reunión.
mientras el agüelo está atento... al vuelo de alguna mosca*
L5 (V+): para mí, el largo más bonito de la vía (Beto seguro que diría el 3er largo), totalmente asequible para mi grado. Es una placa inclinada surcada por una fisura roma.
L6 (IV): el más feo, sin duda. Otro largo más de transición. Comienza con un pequeño resalte y sigue por terreno roto donde no hace falta escalar, siempre hacia la izquierda en busca de una sabina grande.
L7 (6a): el grado como siempre una estafa. La salida tiene una panza sin ninguna presa y para poder llegar a la primera chapa hay que hacer un paso de hombros o bien tener suerte de que aún esté el palo que usa tó-quisqui para chapar desde el suelo. Sigue luego una placa vertical con algún que otro buen agarre y lo peor viene cuando la placa tumba un poco porque allí ya desaparece cualquier asomo de presa. Pasito sólo apto para los muy plaqueros o para los que tienen amigos como Beto que me dejó puesta no una cinta larga, sino una cinta de reunión!!!
en el paso de hombros que nosotros nos evitamos
L9 (7a o V+/A0): último largo. Hay que caminar unos 10 m hacia la derecha por la repisa de hierba hasta el comienzo de esta última dificultad. Los primeros metros son un corto resalte sin ninguna dificultad que te deja al pie de una vertical y lisa pared, al menos durante las 3 primeras chapas. Luego la pared sigue igual de vertical, pero comienza un auténtico festival del cazo hasta llegar al final de la vía.
hasta el comienzo del largo; al fondo, como siempre, nuestros compis.
En la cima nos juntamos con la cordada de Carlos "coletas" y el "pulpo", que a pesar de que no habían madrugado mucho, y habían empezado un par de horas más tarde que nosotros estuvieron a punto de pillarnos subiendo también por la Tope Classic.
que se tuvieron que bajar a mitad de la vía Redrum);
de nuevo de izda a dcha: Abel, abuelo, "coletas", "pulpo", Vanesa, Jorge, Beto y Diego**
El descenso se realiza andando. Se baja a la derecha hacia un evidente collado, pero mucho antes de llegar a él nos adentramos por un bosquecillo de matojos en busca de un hito que nos indique el único paso para destrepar un imponente resalte, debajo del cual discurre un agradable sendero.
A los pocos minutos hay que abandonarlo, siguiendo unos hitos, hasta un corto destrepe y a partir de aquí comienza la tortura de un empinadísimo sendero a través de pedreras inestables donde más de uno sufrimos un resbalón. Por fin, el sendero nos deja en la pista y en un par de minutos llegamos de nuevo a los coches.
Nos juntamos todos en el bar del pueblo para reponer fuerzas antes de volver a Zaragoza. Otros aún se quedaron hasta el día siguiente.